[Análisis] Tyr: Chains of Valhalla
Si hay algo que me gusta de los juegos independientes es que a veces nos ofrecen propuestas muy singulares, donde sus desarrolladores sacan todo su ingenio para suplir con ideas y trabajo la falta de medios. Hoy os traigo una muestra de ello.
Tyr: Chains of Valhalla es un juego de acción y plataformas desarrollado y distribuido por Ennui Studios, un estudio indie mexicano. Nos presenta un título bastante peculiar ya que mezcla elementos clásicos de la mitología nórdica con elementos modernos como robots y una estética cyberpunk.
Este título fue lanzado originalmente para PC y PS4 el 8 de mayo de 2018 y ahora llega a Nintendo Switch, que es la versión que hoy analizaremos. ¿Os atrevéis a intentar completar esta aventura contra el tiempo?
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Argumento
Estamos en un mundo tecnológico donde la humanidad depende de mega-corporaciones como Yggdrasil y las grandes compañías no conocen límite, compitiendo por el monopolio global. Mientras que los peligros están a la orden del día, alguien debe crear un balance en la ciudad.
Aquí es donde entra en juego Tyr, el protagonista de esta aventura. Es la creación del profesor Oswald Din, alias O.Din, el cual tiene la misión de impedir que Lemuz Oki, alias L.Oki, destruya el orden mundial y cree una nueva realidad de caos para adueñarse de la más grande compañía tecnológica, así como el control de todo mundo. Tyr, con la yuda de Huggin y Munnin (su pensamiento y memoria) y su confiable Sleipnir (su moto), deberá llegar a la cima del Valhalla para detener los malignos planes de L.Oki y su séquito de vikingos y robots.
Tyr: Chains of Valhalla es un juego de acción y plataformas 2,5D de estilo cyberpunk que está inspirado en la mitología nórdica, concretamente, en el Ragnarok. Se trata de un juego bastante peculiar ya que su jugabilidad viene marcada por una característica muy importante: solo tenemos 60 minutos para completarlo. Me explico, el juego tiene 6 niveles. El primero de ellos empieza con un tutorial y una vez superado éste y el primer nivel podremos escoger a qué nivel jugar, ya que el resto (excepto el último) están disponibles por lo que no tenemos que seguir un camino predeterminado.
En cada nivel encontraremos una serie de enemigos y obstáculos y un gran jefe final. Para completar los niveles deberemos derrotarlos, pero en todo momento contaremos con un reloj con una cuenta atrás que nos permite ver cuánto tiempo nos queda para poder completar el juego. El problema es que algunos niveles son más complicados que otros, así como los jefes finales, por lo que nos harán perder bastantes minutos.
En el caso de que se nos acabe el tiempo terminará el juego. Lo curioso es que el título nos permite continuar jugando, pero evidentemente con el tiempo que nos quedaba antes de la pantalla de Game Over. Es algo bastante absurdo, ya que al final no nos quedará más remedio que empezar una nueva partida para intentar completar los niveles de forma ms rápida y disponer de más tiempo para el tramo final.
Una vez explicada su principal característica os comentaré la jugabilidad del personaje. Tyr cuenta con un brazo derecho biónico equipado con un cañón que le permite disparar tres tipos de proyectiles: plasma, fuego y hielo. El plasma es efectivo contra los enemigos que disparan fuego, el fuego es efectivo contra los enemigos que disparan hielo y el hielo es efectivo contra los enemigos que disparan plasma. Este aspecto es muy importante a tener en cuenta, ya que nos iremos encontrando enemigos así como jefes con diferentes tipos de proyectiles (alguno incluso cambia de uno a otro durante la contienda) y por lo tanto deberemos también ir cambiando los nuestros para que sean más efectivos y poder derrotarlos antes. Además también podemos cambiar el tipo de tiro (concentrado, disperso, etc.) y contaremos con la habilidad de hacer un doble salto, saltar entre paredes, así como un dash (cuenta con una barra que se gasta y deberemos esperar a que se rellene con el tiempo para poder volver a usarlo).
Durante los niveles encontraremos diferentes puntos de control, que resultan muy útiles ya que si nos matan continuaremos desde el último que hayamos activado. También encontraremos algunos botiquines que nos ayudarán a recuperar vida.
Otro aspecto importante a destacar es que el título cuenta con una serie de coleccionables, los cuales una vez recogidos se quedarán guardados en el juego aunque nos maten o iniciemos una partida nueva. Además podremos mejorar algunos aspectos del personaje. Esto lo haremos a través de núcleos que iremos obteniendo. Podemos mejorar nuestro ataque (incrementa el daño de nuestros disparos), nuestra constitución (incrementa nuestra barra de energía) y velocidad (reduce el tiempo de enfriamiento del dash). Cada característica puede mejorarse al máximo con 5 núcleos y una vez estén al máximo obtendremos nuevas habilidades.
Finalmente hay que destacar que este título, como la mayoría de juegos de Switch, puede jugarse en modo portátil, modo sobremesa y modo televisor. Además también es compatible con el mando Pro de Nintendo Switch y el servicio de guardado de datos en la nube.
Gráficos y sonido
Estamos ante un título muy colorido, con un buen diseño artístico, pero gráficamente muy simple. Nuestro protagonista está bien detallado y se mueve de forma muy fluida, pero por desgracia el resto no está a tan buen nivel. Los enemigos pecan de ser poco variados y muy genéricos y el diseño de niveles, los cuales están en 3D, es bastante soso y poco inspirado siendo todos bastante lineales y muy similares en su concepto. Por el contrario los jefes si resultan interesantes, mostrando un buen diseño y una variedad de ataques aceptable.
A nivel sonoro, el título destaca por melodías que acompañan perfectamente la acción, aunque se acaban haciendo repetitivas. Por otro lado, los efectos de sonido cumplen su función, sin grandes alardes. Finalmente cabe destacar que el juego cuenta con los siguientes idiomas: inglés, japonés, portugués y español.
Duración
Es difícil de establecer una duración concreta para este título por la particularidad que os he comentado anteriormente. Si somos muy hábiles a los mandos el juego lo completaremos en menos de 1 hora, pero lo habitual es que en nuestras primeras partidas tardemos varias horas más hasta que nos conozcamos bien los niveles, enemigos y sobre todo los diferentes patrones de ataque de los jefes y como evitarlos.
La dificultad del juego no es tan alta como en otros títulos del género, pero su mayor inconveniente es precisamente el tener que jugarlo contrarreloj, que es lo que realmente añade un plus de dificultad. Eso no significa que sea un paseo, ni mucho menos, ya que algunos tramos y algunos enemigos y sobre todo jefes finales no harán pasarlas canutas e incluso puede llegar a ser frustrante ver como se te va el tiempo que tan bien habías controlado en un solo jefe. Más allá de eso, también contaremos con 24 coleccionables, los cuales son bocetos e ilustraciones del juego.
Conclusión
Estamos ante una propuesta bastante original, con mecánicas e ideas interesantes, pero que no acaba de funcionar todo lo bien que debería, siendo un juego que por desgracia pasará sin pena ni gloria debido a sus enemigos poco variados y sobre todo un diseño de niveles muy poco inspirado. Una pena, porque tiene potencial para llegar más lejos.
La idea de luchar contra el tiempo es un arma de doble filo, ya que a pesar de ser buena, también puede acabar siendo bastante frustrante para los jugadores menos hábiles a los mandos. No obstante, si os gusta el género y queréis un reto, aquí tenéis uno que puede resultaros interesante.
Tyr: Chains of Valhalla está disponible en formato digital, a través de la eShop de Switch, desde el 9 de junio a un precio de 9,99 euros. Necesitaréis un espacio libre en vuestra consola de 568 MB para poder descargarlo.