Cara o Cruz #96: ¿Es mejor presentar juegos con mucha antelación o a poco tiempo de su lanzamiento?
Si hay algo certero, es que en la industria del videojuego hay todo tipo de lanzamientos, desde aquellos que se presentan fugazmente en algún evento y de las que no volvemos a saber nada hasta muchos años después (como podría ser el caso de Bayonetta 3 o el esperado Metroid Prime 4) a esos que nos sorprenden con un lanzamiento tan cercano que parece de ensueño, como ha ocurrido, por ejemplo, con el ambicioso Astral Chain o Super Mario Maker 2, que ha sido detallado en profundidad hace escasos días de cara a un lanzamiento programado para dentro de menos de un mes.
Así, por una parte tenemos a los defensores de la anticipación, aquellos que respiran tranquilos al saber que una nueva entrega de su franquicia favorita está en desarrollo y, por la otra, a los que consideran que anunciar algo en tempranas fases de desarrollo no tiene otro nombre que «vender humo» indiscriminadamente. Por esa razón, hoy estamos aquí para debatir acerca de este asunto y saber tu opinión al respecto.
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La moneda ha empezado a girar… ¿Se deberían de presentar los juegos con años de antelación, o, por el contrario, deberían de mostrarse a tan solo unos pocos meses de su lanzamiento?
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El factor sorpresa es la clave
Por Carlos ☆ (Kirin)
Todos sabemos la ilusión que recorre nuestro cuerpo cuando se anuncia un nuevo título de nuestra franquicia favorita; la incertidumbre, los nervios… Puede que no sepamos exactamente cómo será, pero sabemos con certeza dos cosas: que probablemente nos gustará y, como decía aquel tráiler del remake de Final Fantasy VII, la promesa ya está hecha.
Sin embargo, después de ese subidón inicial viene lo peor de todo: la espera. Y es que cuando un juego se anuncia con mucha antelación, puede no llegar a cumplir las espectativas, haber cambios en su desarrollo, ¡o incluso puede tener reiniciarse desde cero (sí, te miro a ti, Metroid Prime 4)! Quiero decir, ¿acaso alguien se acuerda aún de Shin Megami Tensei V, ese juego que se presentó hace más de dos años y del que todavía no sabemos prácticamente nada?
Por eso es que he de defender la estrategia que ha estado siguiendo Nintendo de un tiempo a esta parte: la presentación a corto plazo. Un claro ejemplo de esta práctica lo tenemos en la reciente presentación de Super Mario Maker 2, un juego del cual solo conocíamos sus bases gracias a su anterior entrega y un tráiler bastante escueto, pero que de golpe y porrazo nos ha abrumado con novedades que lo han vuelto para muchos una compra obligatoria.
En resumidas cuentas, la ilusión de saber que algo que te gusta llegará algún día es tan dulce como amarga es su espera, ¿así que por qué no concienciamos a las empresas a que enfoquen sus anuncios a corto plazo? Sin duda, ¡los mejores juegos vienen cuando te pillan por sorpresa! Y sino, que le pregunten a Joker.
Anticipación, pero con prudencia
Por Daniel Díaz
Muchas compañías optan por la táctica de enseñar sus nuevos proyectos en fases muy tempranas de desarrollo. Normalmente utilizan un breve teaser con poca información, como un título o una idea inicial con la que enganchar al público desde un comienzo.
La clave está en poder controlar y administrar la información que quieres transmitir a tus clientes, dándonos pequeñas dosis de información, distanciadas en el tiempo, pero suficientes como para mantener el interés en el juego y conforme se acerque la fecha de lanzamiento, ir aumentando gradualmente la cantidad de datos que se transmiten.
De esta forma si en fases tempranas del desarrollo ven un feedback negativo por parte de la comunidad, pueden realizar los cambios que estimen oportunos para poder así satisfacer a los futuros compradores.
También esto hace que se genere una expectación en torno al juego, el llamado “Hype”, cuando este se crea en torno a falsas promesas, puede que después acabe descarrilando el tren del Hype con unos clientes decepcionados por el resultado final.
Por eso mismo, está en la mano de las compañías que mostrar y en qué medida, siendo realistas y sinceros con su audiencia; la decepción y la desconfianza no ayudan a las compañías, sino todo lo contrario. Hoy en día es fácil tener mucha información antes de hacer una compra, por lo que sino cumples con tus clientes es muy posible que no vuelvan en el futuro.