[Análisis] Atelier Lulua: The Scion of Arland

La saga Atelier sigue prosperando, y es que si hace tan solo un par de meses recibíamos con los brazos abiertos a la joven noble Nelke en un spin-off de la franquicia para conmemorar su 20 aniversario, esta vez regresaremos a su vertiente principal de la mejor forma posible: volviendo a Arland después de casi una década.

Así es, hoy os hablaremos de Atelier Lulua: The Scion of Arland, el nuevo título perteneciente a la franquicia de las alquimistas que han robado el corazón a todos los videojugadores alrededor del mundo. Dicho esto, ¿estará esta nueva entrega a la altura de sus clásicos predecesores? ¡Lo averiguaremos a continuación!

De vuelta al corazón de Arland

La historia de esta nueva entrega sigue a Elmerulia Frixell (Lulua), una joven aspirante a alquimista que es hija de nada más y nada menos que de Rorolina Frixell (Rorona), quien fuese la protagonista de una de las entregas más aclamadas de la franquicia; Atelier Rorona: The Alchemist of Arland.

De por sí, la trama comienza cuando Lulua, mientras su madre está fuera, recibe una carta de parte de la República de Arland con una notificación de que la licencia del Atelier de Rorona está a punto de expirar. Por ello, Lulua marcha a la tierra donde su madre se formó como alquimista para ayudarla… ¡y de paso convertirse ella misma en una! ¿Qué clase de aventuras le esperarán allí? ¿A qué clase de gente conocerá?

Cabe destacar que en la aventura se incorporan tramas y elementos de lo más curiosos como un mágico libro de autor desconocido llamado The Alchemy Riddle, el cual únicamente Lulua es capaz de leer y que la ayudará en sus momentos de dificultad con la alquimia. También, dado el regreso a Arland, el factor nostalgia estará muy presente, ya que volveremos a encontrarnos con multitud de caras conocidas ya crecidas como podría ser el caso de Piana, la cual actúa ahora de maestra de Lulua.

Por otra parte, aunque vuelvan personajes queridos por los fanáticos, eso no quiere decir que también nos encontremos con rosotros originales de esta entrega, destacando a Eva Armster, una aspirante a enfermera que es amiga de Lulua desde su más tierna infancia y que actuará como su confidente a lo largo de la aventura.

Dando una opinión final sobre la historia en su conjunto, si bien nos ha gustado, nos ha parecido que ha sido dividida en dos partes que se sienten inconexas entre sí, siendo la primera un viaje nostálgico lleno de sensaciones, y la segunda algo que preferimos que descubráis por vosotros mismos al jugar a esta nueva entrega para evitar destripes.

Siguiendo los pasos de Rorona

La jugabilidad de la franquicia, aunque de vuelta a sus raíces, no ha sufrido demasiados cambios aunque sí que ha incorporado diversas novedades así como simplificaciones para volver al título más fluido. Por una parte, los combates de rol siguen siendo por turnos en los que podremos usar habilidades especiales que harán daño al enemigo o nos darán efectos tanto a nosotros como a los demás miembros de nuestro equipo. A este sistema se suma la mecánica de interrupción (Interrupt), que nos dejará tomar el control durante el turno de nuestros aliados para apoyarles en combate y que agrega un mayor factor estratégico a los enfrentamientos.

El sistema de síntesis también está presente en esta entrega, (¡algo integral al tratarse de un juego de alquimistas!) con nuevos retoques como el efecto del despertar (Awakened Effect) que nos ayudará a crear objetos únicos y de lo más útiles; y es que recoger ingredientes y cumplir multitud de tareas colmarán de horas y horas de diversión a la entrega mientras seguimos la historia de Lulua y sus amigos.

Dicho esto, os dejamos con un vídeo especial para que podáis ver el sistema de combate en movimiento:

¡Dulzura a raudales!

Como ya es costumbre en la franquicia, el apartado visual está realmente mimado, con unos diseños de personajes espectaculares y una paleta de colores vibrante y variada, convirtiéndose así en uno de los mejores aspectos del juego. Lo mismo no puede decirse con los modelos de las ubicaciones (como podrían ser ciertos edificios), que se sienten algo menos inspirados y repetitivos, un problema común en la mayoría de juegos del género.

En el apartado sonoro tampoco nos podemos quejar de mucho, con una banda sonora de lo más apetecible que hará las delicias de la aventura, acompañado, por supuesto, por un doblaje al japonés que dota de vida a los personajes y que está la mar de bien ejecutado.

Para finalizar, quisiéramos puntualizar la existencia de varios pases de temporada, tres para ser más exactos, el de Lulua, el de Totori y el de Meruru, los cuales ampliarán la experiencia de juego. Los tres incluirán nuevos trajes, así como música y mapas para el título, estando el primero incluído en la versión deluxe del juego y teniendo el segundo y el tercero la peculiaridad de poder jugar con los personajes a los que da nombre el pase (es decir, como Totori al comprar el segundo y como Meruru al comprar el tercero).

Así mismo, aprovechamos para dejaros un tráiler con un vistazo a la canción de apertura del juego:

Conclusión

Con esta nueva entrega, la franquicia Atelier revisita su pasado con numerosas mejoras que harán las delicias de los aficionados. Si has estado siguiendo a las alquimistas todo este tiempo, creemos que no hace falta que te recomendemos este juego porque sabemos que te lanzarás a por él, pero si eres primerizo en la saga y quieres darle una oportunidad, Atelier Lulua se convertirá en una gran opción para invertir tu tiempo a pesar de que muchas de sus grandes sorpresas y virtudes pasen por alto al ser la continuación de la trilogía Arland (la cual se encuentra disponible en formato digital en la eShop). Así que solo queda una pregunta por responder, ¿ayudarás a Lulua a seguir los pasos de su madre y convertirse en una alquimista legendaria?

Atelier Lulua: The Scion of Arland ya se encuentra disponible tanto en formato físico como en digital por medio de la eShop de Nintendo Switch a un precio de 59,99€, estando únicamente en inglés con voces en japonés y ocupando 5499,78 MB.