Cara o Cruz #89: ¿Es justo que centremos la atención en Crypt of the NecroDancer ahora que ha obtenido la IP de Zelda?
Los tiempos cambian, y a Nintendo también le afectan el paso de las horas. Aunque en un principio siempre fueron los pioneros en todo, ahora es todo lo contrario: llegan tarde a todo lo que se refiere en avances tecnológicos. Aunque también es cierto que son responsables de grandes revoluciones como la frescura de los shooters con Splatoon, la explotación del movimiento con Super Mario Odyssey y, como no, la reinvención del mundo abierto con The Legend of Zelda: Breath of the Wild. Nintendo es la clara representación de lo que es la cultura japonesa.
Pero como íbamos diciendo, si salimos del ámbito de los videojuegos, los nipones siguen teniendo la peor infrastructura online. Por no hablar de lo exigente que fue hace unos años con los creadores de contenido y las cancelaciones de proyectos fanmade, aunque por suerte eso cambió recientemente. Y parece que esto va a más.
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Nintendo ha empezado a ceder a sus personajes más icónicos a otras compañías para que puedan trastear con ellos. Ubisoft ha sido la primera gran compañía que estrenó la consola híbrida con Mario + Rabbids, al que posteriormente se unió Starlink con Fox McCloud como reclamo principal. No obstante, y el exponente más sorprendente ha sido Cadence of Hyrule.
El pasado Nindies Showcase sorprendió con un nuevo videojuego de Brace Yourself Games. Sí, ni es EA, ni es Bethesda ni es Sony. Es el estudio independiente creador de Crypt of the NecroDancer, solo que ahora ha adaptado la excelente mecánica de movimiento basada en ritmos a The Legend of Zelda. La polémica estaba servida.
Algunos creen que es una injusticia que los indies deban recibir atención por parte de otros usuarios si este es revestido por un personaje famoso. De alguna forma, ven en esto un movimiento negativo porque no se le da importancia a la frescura de sus mecánicas, pero sí en la de su aspecto visual.
No obstante, esto aparte de denotar un cambio de mentalidad, también es un toque de alerta a los indies para que sepan que los grandes también aprenden de los pequeños. Y que la frescura e innovación se ve recompensada. Además, la reputación de Brace Yourself Games aumentará en gran medida al ser un socio directo de la gran N.
La moneda ha empezado a girar… ¿Es justo centrar la atención en Crypt of the NecroDancer ahora que ha obtenido la IP de Zelda?
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Hollowvania
Por Xavier Solé
Quiero empezar con una pregunta para ti: ¿Hace cuánto tiempo que juegas a proyectos indie? Aunque quizá te parece poco, si empezaste hace 5 o 10 años esto representa una enorme cantidad de tiempo teniendo en cuenta lo breve que es la historia de los videojuegos. Lo que era al principio un negocio costoso, ahora se ha convertido en un medio asequible para infinidad de artistas que plantean sus ideas y preferencias artísticas a todo el mundo.
Después de 5 o 10 años, es injusto tomarse los videojuegos independientes como algo todavía nuevo, como tendemos a hacer. Están para quedarse y, como han demostrado, muchos reúnen el mismo talento que reunieron grandes obras recordadas del pasado. La mayoría de géneros se crearon en su momento, pero los jóvenes de hoy no estuvimos y tenemos todo el derecho a reivindicar nuestro presente.
Pongamos un ejemplo. Tal vez Hollow Knight no inventó su género (estaría curioso llamarlo ahora Hollowvania o Metriodknight), pero es tan rico su lore, tan precisos sus controles y tan perfecto su diseño que ahora me parecería un agravio pedirle a sus creadores que hagan un juego de Metroid.
Respecto al caso de Candance of Hyrule, celebro el éxito económico de Brace Yourself con la incorporación de la IP de Zelda para su proyecto. Pero que nadie se llame a engaño: Ellos ya hicieron el juego talentoso que merecía cada una de las ventas a las que llegará su próximo proyecto. Solo que el mundo es injusto.
El respaldo de Nintendo servirá a muchos de guía
Por Kirin
Seamos francos. El mercado de los juegos indie ha crecido de forma exponencial desde que consiguieron dicho apelativo, pasando de ser un nicho que suponía unas pérdidas casi seguras a una puerta de entrada a la industria que puede llevar al éxito. De esta forma, con la visibilidad que han dotado las grandes empresas a pequeñas producciones, propuestas que antes pasaban inadvertidas ahora resultan llamativas para propios y ajenos, pudiendo elegir entre miles y miles de títulos de toda clase.
Y es que cuando adquirimos un juego indie, en muchas ocasiones no tenemos muchas garantías de lo que nos vamos a encontrar; no hay grandes estudios detrás, ni creativos conocidos que nos sirvan de referencia. Lo que jugaremos estará hecho por gente nueva en la industria, completos desconocidos, no solo para ti, sino también para el resto del mundo.
¿Y a qué viene esto que os estoy contando? Pues bueno, seguramente sabréis que se ha hablado mucho estas semanas de que Nintendo ha dispuesto una licencia tan potente como es The Legend of Zelda a un estudio indie, no obstante, ¿por qué precisamente a los desarrolladores Crypt of the Necrodancer?
El juego, además de haber vendido bastante bien en la híbrida y tener una temática que casa muy bien con Zelda (la música como núcleo principal) es ante todo un título de calidad, un juego en el que Nintendo confía lo suficiente como para financiar una nueva entrega con personajes propios.
El ámbito de los juegos indie se ha vuelto un mercado saturado, una burbuja que acabará por explotar, y movimientos como la existencia de Cadence of Hyrule nos ayudan a detectar títulos que merecen la pena y a hacer que más gente los descubra, gente que de otra forma jamás le habría dado una oportunidad a un juego así. Así que claro que es justo que nos fijemos en un título indie cuando recibe tal confianza de parte de una gran desarrolladora, porque solo reafirma el gran esfuerzo que ha habido detrás de él y la calidad que desborda sin necesidad de tener un presupuesto millonario.
Ojalá pronto veamos más colaboraciones así y los pequeños desarrolladores, aquellos que rezuman pasión, puedan seguir creciendo gracias a los personajes que les hicieron ser lo que son hoy; grandes desarrolladores de videojuegos.