[Análisis] Super Dragon Ball Heroes: World Mission
Super Dragon Ball Heroes: World Mission supone la llegada a Occidente del primer título de esta increíble saga de cartas de Dragon Ball que tantos adeptos ha conseguido alcanzar en territorio nipón. Los fans de Dragon Ball, ya desde ahora lo adelanto, tienen una cita de obligado cumplimiento con un título que nos ofrece dosis de acción y estrategia a partes iguales. ¿Hay cosas negativas? Alguna que otra, pero, como ya os comentaremos, son poco sustanciales y no os dañarán la experiencia de juego.
Tabla de contenidos:
Luz, fuego… y una historia insulsa
El modo historia del juego nos sitúa en una ciudad donde los héroes y villanos más icónicos de la saga Dragon Ball son realmente venerados y se ha desarrollado un juego de cartas con ellos, Super Dragon Ball Heroes. Nuestro protagonista, un chico al que encarnaremos durante la aventura, se dispone a iniciarse en este juego cuando se da cuenta de que tiene un don que le hace particularmente bueno con las cartas de sus héroes en la mano. El problema viene cuando surgen las “anomalías” que buscan reescribir la historia. Para que no se pierda nadie, estas anomalías son cambios en el propio juego que afectan también en el mundo real, haciendo que los sucesos de la archiconocida historia de Dragon Ball se vean alterados y los villanos más icónicos lleven a cabo sus mil y una tropelías fuera y dentro del juego.
Para combatirlos deberemos unirnos a el Maestro Héroe y, junto con el resto de la tropa, luchar para conseguir que tanto el juego como el mundo real se mantengan inalterados. He de decir que la historia es, solamente, una forma básica de guiarnos de misión en misión o, mejor dicho, de pelea en pelea sin más pretensiones. Los personajes no disponen de un carisma demasiado especial, con un guion demasiado plano y que cualquiera de nosotros podría haberlo escrito con mejor acierto. Sin embargo, hay alguna que otra situación rocambolesca o conversación que sí que consigue sacarnos alguna que otra carcajada, aunque están contadas con los dedos de una mano. La cantidad de diálogos, sin sustancia y que no ofrecen nada al jugador, se hacen eternos y acaban por sacar de quicio tan pronto como el jugador se da cuenta de que no se nos está contando nada nuevo desde hace más de una docena de horas…
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A pesar de todo, las anomalías sí resultan atractivas porque proponen enfrentamientos y situaciones inverosímiles y atractivas para los amantes de Dragon Ball. Por poner un ejemplo, se me puso la piel de gallina al ver a Mecha Freezer y Freezer juntos, mientras charlaban sobre qué le había pasado al uno y cómo el otro se vengaría de los saiyans. Hay potencial, muchísimo potencial, pero desaprovechado en el transcurso de la historia de forma incomprensible.
Una pelea más y lo dejo
Aunque, ¿cómo se juega? Su esquema de juego es muy sencillo y, al mismo tiempo, tremendamente complejo si queremos sacar el 100%. Disponemos de una cantidad abrumadora de cartas que coleccionar, 1161, unas mejores que otras, las cuales, a su vez, se distribuyen en 4 tipos: Berserker, Héroe, Élite y Especial. Cada una de ellas tiene una función específica, por ejemplo, reducir la resistencia de nuestro rival. Normalmente, tener un equipo equilibrado es sinónimo de victoria. En nuestra mano tendremos 7 cartas diferentes y el tablero se divide en “zona de ataque” y “zona de apoyo”. Tendremos la opción de sacar las cartas a la zona de batalla, lo que consume resistencia, o dejarla en la zona de apoyo, donde descansarán y acumularán resistencia. El primero en atacar será aquél cuyas cartas tengan mayor nivel de poder (solamente se cuenta el poder de las que están en la zona de ataque). Para ganar enfrentamientos, o protegernos de los golpes enemigos, tendremos que ganar las denominadas “CI” (cargas de impacto). Además, iremos ganando puntos de héroe a medida que tengamos más potencia sobre el tablero o nuestros personajes dispongan de bonificadores específicos. Estos puntos de héroe nos permitirán lanzar los Super Ataques contra el adversario. Como norma, casi cualquier ataque, así como las CI, constarán de patrones o de QTE que los llevaremos a cabo tocando la pantalla o utilizando el joystick y los botones del mando, lo que nos introduce aún más en la propia batalla. El combate finaliza cuando uno de los dos participantes reduce la vida del contrincante a cero, vida que, a su vez, dependerá de las cartas que formen el mazo de cada uno.
¿Parece fácil? Al principio, puede resultar un tanto caótico, pero, a medida que avanzamos, le pillaremos el tranquillo e, incluso, querremos más dificultad. Esta dificultad la obtendremos de las propias cartas, puesto que hay algunas que poseen la capacidad de “fusionarse” unas con otras; o vincularse a otra para añadir mayor poder; las hay que tienen ataques especiales que solo se llevarán a cabo ante una determinada situación, etc. He de decir que los fans de la saga Dragon Ball se lo van a pasar pipa porque diseñar un mazo de cartas que se adapte a nosotros es un momento mágico. ¿Un equipo de villanos superpoderoso, pero sin apenas vida? ¿Un equipo equilibrado? ¿Apostamos por cartas de menor nivel, pero que rápidamente puedan efectuar brutales ataques especiales? La cantidad de elecciones que podremos llevar a cabo es bestial y, lo que resulta increíble, todas las opciones pueden ser válidas y servirnos para llevarnos a la victoria.
Algo que me ha sorprendido gratamente es en el nivel de exigencia de la CPU, bastante dura con nosotros y que nos pondrá en más de un apuro. El modo historia ofrece enfrentamientos bastante difíciles contra ciertos jefes finales que resultan de lo más molestos, aunque si queremos un reto, mejor el modo arcade. Este modo nos permitirá ganar bastantes más recursos de los que conseguimos en el modo historia y, a decir verdad, es infinitamente más divertido. También podremos luchar en modo local y online, lo que hará que nos midamos las fuerzas contra rivales de todo el mundo con un mazo hecho para ponernos las cosas muy complicadas. El online funciona bien, sin alardes, pero la tensión que se vive en todas las partidas y en todas las jugadas es impresionante. Lanzar ese superataque que deja al rival casi sin opciones o, por otro lado, ver cómo el rival ha fusionado a dos de sus mejores cartas para sacar una monstruosidad con un poder casi incalculable son situaciones que hay que vivir para saber lo que se siente. Super Dragon Ball Heroes: World Mission quiere que aprendas de cada enfrentamiento, tanto contra la CPU como contra un humano, de tal modo que revises tu estrategia y tus cartas para que ganes el siguiente enfrentamiento.
Dame cartas… ¡Las necesito!
Cada vez que completemos un combate obtendremos recursos, tales como los Zeni (moneda de cambio) y los tickets Gacha. Estos últimos son con los cuales seremos capaces de obtener toda la colección de cartas. Obviamente, los Gacha raros nos ofrecerán la posibilidad de obtener cartas más raras y, al mismo tiempo, más poderosas. He de señalar que hay ciertas cartas que no son “canon” dentro del universo Dragon Ball, pero, a diferencia de lo que podría parecer, son todo un acierto. Hay algunas cartas con personajes nuevos o con transformaciones nunca vistas. Este hecho hace que el fan disfrute doblemente con el juego: primero, porque es divertido en sí mismo; segundo, pensar en un “what if” con todos estos nuevos personajes o nuevas transformaciones.
Deberemos de ser meticulosos, como ya hemos ido comentando, con la creación de nuestro mazo, puesto que simplemente añadir cartas porque sí no es la forma de hacer bien las cosas. Tendremos que darnos cuenta de la vida que tienen, la potencia y la guardia; así como de las habilidades y cuándo están disponibles. Tener una carta ultrapoderosa que desata su ira si está junto con, por ejemplo, Goku y Vegeta, pero no incluimos a ninguno de estos dos en el mazo, lo que estamos es haciendo el cazurro, desaprovechando la oportunidad que se nos brinda. Requiere tiempo y dedicación, pero, a diferencia de lo que pueda parecer a simple vista, se hace bastante adictivo y nada pesado. Ese cosquilleo por ver qué nueva carta nos toca y si podremos encuadrarla en nuestro equipo… no tiene precio.
Pero ¿sólo son 1161? Bueno, siempre podemos crear más. Tenemos la oportunidad de crear cartas únicas siempre que dispongamos de tarjetas (con un nivel de poder determinado), héroe, fondo, etc. Conseguir a los héroes y cartas de mayor nivel nos costará bastante Zeni, por lo que ya podéis ir ahorrando. Eso sí, una vez diseñáis la primera carta, ya no podréis parar. Es un lujazo tener un mazo entero con cartas creadas por nosotros mismos y cuyas habilidades y ataques hemos predefinido nosotros.
Kamehameha a la banda sonora
Debo decir que soy de los que piensa que un título grande debe de tener una banda sonora acorde y que haga que el jugador se meta en la acción cuanto antes. Por desgracia, Super Dragon Ball Heroes: World Mission no dispone de una banda sonora ni mucho menos notable. Soy de los que me he criado con esas míticas melodías de Dragon Ball Z y… bueno, es que me parece deleznable que existan todas estas grandes canciones y sonidos y tengamos que sufrir esta vergüenza en un título de la saga. La banda sonora es pobre y sus canciones resultan repetitivas a más no poder. No obstante, menos mal, los efectos de sonido de las explosiones, ondas vitales y demás parafernalia, así como las voces (en japonés) de los míticos personajes, sí que merecen la pena.
En cuanto al apartado artístico visual, los personajes están bien modelados, pero tienen dientes de sierra que son especialmente llamativos en las distancias cortas y las animaciones podrían haber sido más que mejorables. En modo TV como en modo portátil dispondremos de un juego cuya tasa de fps se mantiene bastante estable, excepto en momentos muy puntuales.
Conclusión
Super Dragon Ball Heroes: World Mission es un título hecho tanto para los fans de Dragon Ball como para aquellos que quieran introducirse en el universo de Célula, Monstruo Bu, Goku y compañía. Tiene defectos, no nos vamos a engañar, como su horrible banda sonora y una historia insulsa, pero sus combates y las decenas de horas que nos vamos a pegar pegados a la pantalla de nuestra Switch, sin contar el online, consiguen revertir la situación y ofrecernos un juego desafiante, complejo y divertido, convirtiéndolo en todo un must have.
Super Dragon Ball Heroes: World Mission está disponible tanto en formato físico como en digital a un precio de 59,99 euros. En formato digital ocupa un espacio de 10,3 GB en la memoria de Nintendo Switch.