[Análisis] Phoenix Wright: Ace Attorney Trilogy
Phoenix Wright: Ace Attorney vio la la luz en la Game Boy Advance. El juego supuso un soplo de aire fresco a un género, el de novela visual o aventura gráfica, que estaba absolutamente encorsetado. Ya fuera ir pasando cuadros de texto sin apenas mecánicas jugables que la de mero espectador o la resolver de puzles tipo point and click, los jugadores necesitaban algo nuevo.
Ace Attorney apareció como una apuesta arriesgada: convertir al jugador en un abogado que se arremanga y da el callo en una investigación pormenorizada en el lugar de los hechos, que plantea una estrategia de defensa de su cliente (de quien confía en su inocencia a fe ciega), que escucha atentamente los testigos desfavorables para encontrar contradicciones, que elabora un alegato exculpatorio perfectamente argumentado.
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Sinceramente, me parece un milagro que su creador, el desarrollador Shu Takumi, pudiera abstraerse de los títulos de disparos y terror (Dino Crisis 2 y Resident Evil 2) en los que estuvo involucrado en los años previos al desarrollo del primer Ace Attorney y concibiera este videojuego extravagante de tribunales cuyos fiscales, culpables y clientes tienen nombre de chiste. Tomaos este análisis como la celebración de un milagro, porque es exactamente la mirada sesgada que le voy a dedicar al juego.
Tabla de contenidos:
Argumentos para un gran caso
Después de veinte años del lanzamiento del primer juego para Game Boy Advance y las continuas reediciones de esta trilogía —está en DS, en 3DS, en móviles y más— poco queda por decir. Seguramente nada que no suene a más de lo mismo. Sin embargo, dejadme que introduzca los tres argumentos que, para mí, hacen de este el gran exponente de los juegos que Nintendo ha tenido en portátiles.
Un juicio semi garantista
En Ace Attorney Trilogy nos cuentan la historia del novato Phoenix Wright que acaba de abrir su bufete de abogado junto a la recién fallecida Mia Fey. A través de los distintos casos que se aventura a llevar conoceremos el sistema judicial de un país que está desorientado y no sabe si es Japón o Estados Unidos.
Este país tiene un sistema judicial a veces garantista, a veces no. Acaba de aprobar una ley que obliga que los juicios terminen en un plazo de tres días. Si bien es cierto que el juez Marchena da celeridad al juicio más famoso que se ha llevado a cabo en España en toda su historia constitucional, al menos el juicio no es tan rápido. Sin embargo, podemos hablar con nuestro cliente las veces que queramos, acceder al lugar de los hechos, presentar pruebas capitales en medio del juicio, etc. …Aunque el fiscal de turno (Edgeworth, Godot, Franziska von Karma) se olvide a veces de que la evidencia testifical no prueba ningún delito. Lo dicho, un mundo cuya justicia es semi-garantista.
Pero bueno, esto es ficción; Phoenix Wright tiene que investigar de día (buscar pruebas, entrevistar personajes, plantear una estrategia de defensa) y defender a su cliente por la tarde (interrogar a los testigos, aportar las pruebas y hacer sus alegatos). Una cantidad de labores que el equipo de Takumi supo plasmar de manera magistral al medio del videojuego y causan curiosidad para seguir leyendo y satisfacción para seguir resolviendo casos.
La literatura de los personajes
A través de las docenas de horas de juicios (5 casos por juego aprox. y la trilogía, obviamente, tiene 3 juegos) pasan uno tras otro una hilera de personajes graciosos, carismáticos, inolvidables. ¿Cómo voy a olvidarme yo de Dee Vasquez, del primer juego, aun cuando es un personaje absolutamente secundario? Especialmente los fiscales —mi favorito no sale en este juego: es Nahyuta Sahdmadhi, por cierto—, todos los personajes tienen algo en común: nada. Un carácter único, una ilustración llamativa, una animación que les desnuda ante al espectador cuando se equivocan o aciertan. Además de unos nombres de chiste cargados de significado y de humor.
De humor precisamente quiero hablar. Está en todas partes: en pequeños chascarrillos entre la médium y ayudante Maya y el mismo Phoenix, en la campechanonería del juez, en situaciones grotescas y picantes; en definitiva, el texto dibuja smilies continuamente.
Sin embargo, y pese a ser un videojuego absolutamente gracioso, no deja de mantener un lenguaje formal, lleno de tecnicismos, con historias para nada infantiles y con personajes motivados por emociones serias como podrían ser el deber de hacer el bien, la solidaridad, la justicia, el amor, la compasión, el razonamiento, etc. Es otros términos, este juego es literatura de la buena.
Por cierto, desde el punto de vista visual, he decir que este port causa una extraña mutación a los pobres y geniales diseños de versiones anteriores. Entiendo que quisieran adaptarse a la alta definición, pero los colores más vivos, el sombreado digital y los trazos tan gruesos de los contornos sientan mal a las animaciones sutiles que se concibieron para el juego original. Esa es mi impresión en este aspecto.
Un mazazo al corazón
Si hay algo que destaca por encima de todo, esto es la genial mezcla entre guion y banda sonora. La banda sonora está pensada de dos maneras: a) distingue el carácter de algunos personajes y casos (por ejemplo, la canción famosa del Samurai de acero), b) subraya las emociones que sentimos (por ejemplo, cuando hay indicios de tragedia, suena ese escalofriante punteado nervioso).
Las dos están perfectamente ejecutadas. Sin embargo, es dentro del segundo tipo donde yo posiciono el mejor de los usos de la banda sonora. Hablo de los momentos en pleno juicio donde hay un silencio (una banda sonora que juega con los silencios es el súmum) y, acto seguido, la música de ‘Pursuit’ que se enlaza con el alegato final. La sensación de placer de liberación de adrenalina, como de bajada de una montaña rusa, es la sensación que está atada a Ace Attorney cuando recuerdo algún caso que he jugado. Es sublime.
https://www.youtube.com/watch?v=qBQ5hp9I-JE
Veredicto
Vistos los elementos presentados en el texto que precede este veredicto, es lógico que la sentencia sea favorable: incorpora mecánicas muy ingeniosas sobre cómo ser abogado/detective en un videojuego, tiene escritas tramas y personajes inolvidables, y es sumamente inteligente en el uso de la banda sonora y sus silencios. ¡Señoría, este juego es excelente!
Phoenix Wright: Ace Attorney está disponible en formato digital en la eShop de Nintendo Switch a un precio de 29,99 €. Ocupa 1,8 GB. Textos solo en inglés y japonés. Originalmente fue traducido al español, es decepcionante que no lo esté en 2019.