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[Impresiones] Yoshi’s Crafted World

El mundo de Yoshi se expande a Nintendo Switch con una aventura totalmente nueva. Parece que el dinosaurio le ha cogido el gusto a las manualidades y la artesanía, y si anteriormente pudimos verle hecho de lana, en esta ocasión estará hecho de esponja.

Ya hemos podido jugar algunos niveles Yoshi’s Crafted World, y os contamos lo blandita y adorable que es la epopeya en Switch del compañero de Mario.

Artes manuales

Los niveles que hemos podido probar de Yoshi siguen la misma tónica que los últimos juegos de plataformas de Nintendo, pareciéndose quizá más a lo visto en Kirby que a Super Mario. El objetivo del juego será llevar a Yoshi hasta el final de la fase, pero como en casi todos los juegos donde Yoshi es el protagonista, lo más divertido será explorar a fondo cada una de las fases, y tomarse tranquila y relajadamente estas excursiones.

Básicamente se trata de un juego más de Yoshi, sin incorporar grandes novedades a lo que vimos en Yoshi’s Island o Yoshi’s Woolly World, pero el planteamiento es más parecido al de Yoshi’s Story. A pesar de tratarse de un juego donde nos moveremos hacia la derecha, tendremos profundidad en el escenario, tanto para interactuar con ella como para movernos entre los diferentes “pasillos” disponibles.

Debido a esto, no solo tendremos que fijarnos en lo que hay frente a Yoshi, esquivar los peligros o encontrar nuevos caminos, si no que todo esto puede estar por cualquier parte del escenario, desde la parte más cercana a la cámara, hasta el fondo, lanzando huevos a diversos elementos, que se resaltarán al pasar con el cursor sobre ellos.

Como nos tiene acostumbrados Nintendo, encontramos ingeniosas formas de avanzar por los niveles, percatándonos de pequeños detalles que abren caminos.

Las fases estarán completadas en su totalidad cuando se hayan conseguido las 20 monedas rojas ocultas, un número determinado de flores, y la vida de Yoshi esté al máximo, tal y como ocurría en Yoshi’s Island. No parece un juego difícil de superar, pero si de coleccionar todos sus ítems y logros, lo que a pesar de ser algo no obligatorio, nos parece la clave de la diversión de Crafted World, y en general, de todos los juegos de Yoshi.

Técnicamente, y para esquivar las limitaciones técnicas de Nintendo Switch, se ha optado por usar texturas con muy poco detalle para representar la mayoría de elementos, con un peculiar coloreado para dar sensación de volumen. La elección de los materiales no es casual, y está orientado a gastar la mínima cantidad de recursos posibles, con el mejor acabado estético, para así maximizar el rendimiento del juego.

Ningún problema técnico en este aspecto, al menos en modo televisor, el único que pudimos probar en estas impresiones.

Es posible compartir la aventura con un segundo jugador, cada uno con un JoyCon en horizontal, y lo que creíamos que iba a resultar incómodo, ha sido todo lo contrario. El modo multijugador de Yoshi’s Crafted World va un paso más allá en la saga, permitiendo colaborar de múltiples formas, lanzando a nuestro compañero a lugares inaccesibles, o montarnos en el otro Yoshi y centrarse en lanzar huevos.

Por último, y la principal novedad en los niveles de Crafted World, es el Flipside, o “el otro lado” de las fases. Podremos completar los niveles al revés, en una especie de modo contrarreloj, buscando a los Poochitos escondidos entre los cartones.

Nintendo se las ha ingeniado para dar a Yoshi la frescura que necesitaba Switch. El día 29 de marzo llegará en exclusiva a la consola, aunque ya podéis precargarlo y descargaros su demo a través de la eShop.