[Análisis] The Raven Remastered
Las aventuras gráficas suelen ofrecer y adaptarse a géneros y ámbitos que otros tipos de juego. Sencillamente porqué son historias contadas a través de un videojuego, y no a la inversa, como suele ocurrir en la gran mayoría de ellos. En The Raven Remastered deberemos descubrir qué misterios rodean al ladrón más famoso del mundo: El Cuervo.
KING Art ya ha coqueteado antes con este género con la serie Book of Unwritten Tales, pero ahora han decidido adaptar una de las aventuras más aclamadas del 2013 a Nintendo Switch con nuevas animaciones y un buen repaso gráfico.
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Las joyas de El Cairo
Anton Jakob Zellner, así es el nombre de nuestro protagonista principal. Sueco de nacimiento, a este policia se le encarga la misión de proteger un objeto de gran valor mientras esté en el tren, pero una serie de complicaciones harán que nuestro querido bonachón se enfrasque en el robo más conocido de los años 70.
El objeto custodiado es una gema que debería ser expuesta junto con su parte gemela en el Cairo, pero esta fue robada con anterioridad por «El Cuervo». El inspector Legrand fue quién abatió a tal ladrón. No obstante, los rumores avivan que la leyenda aún continua viva y alguien legó su modus operandi. Y es con el ataque al tren que transportaba la gema donde se produce el primer giro de guión.
Los personajes que componen The Raven Remastered son muy carismáticos y cada uno de ellos rebosa de gran personalidad, aunque algunos pueden ser bastante típicos. Aparte de que están muy bien construidos y tienen un carácter muy variado, al final sientes que todos son importantes para el desarrollo de la historia. Pero lo que realmente les dota de una personalidad única, y para mí, es uno de los puntos esenciales para crear una buena aventura gráfica, es el doblaje.
Inglés no americano
Cada uno de ellos tiene orígenes distintos, pero no es algo que te digan implícitamente, sino que te das cuenta cuando les oyes hablar. El acento es diferente en cada personaje, así que son rápidamente ubicables y no tienes esa uniformidad clásica del cine u otras aventuras gráficas, en las que parece que todos sean americanos nativos. El doblaje le ha otorgado una gran personalidad al juego y es un elemento de agradecer sentir como en este mundo no solo hay americanos que hablen inglés.
Tal vez es en su diseño donde caemos en los tópicos del medio audiovisual, con aspectos que sí, cuadran con el origen y su acento al que estamos acostumbrados que nos muestren, pero el mundo es tan grande que es difícil juntar a tanto tópico físico en una misma ubicación.
De hecho, las localizaciones es ese segundo punto que más me gusta. Desarrollar un crimen en un lugar concentrado y dando por hecho de que todos son culpables son características que probablemente os haga recordar a novelas de Agatha Christie o, para los que no les guste la lectura, el reciente largometraje Asesinato en el Orient Express (2017).
No obstante, en estos casos la historia debe estar muy bien desarrollada para que el lector, espectador o jugador no pueda realizar sus hipótesis con rapidez, y en este juego se puede deducir al asesino con relativa rapidez si sois fans de lo mencionado anteriormente. De hecho, se realiza una segunda vuelta antes de acabar el juego encarnando a otro personaje que nos da una visión diferente a la que nos da Zellner, un recurso algo «facilón» cuando no sabes qué explicar según que cosas de la trama. La historia abre tantos caminos que se olvida de cerrar algunos (o incluso abre de nuevos).
¿Metavideojuego?
Uno de los aspectos que más destaco de The Raven Remastered es algo que en literatura se denomina como «Metaliteratura«. Si habéis leído Don Quijote de la Mancha, probablemente ya habréis oído hablar de ello, pero si no os acordáis os haré memoria. La metaliteratura en sí consiste en autoreferenciarse en tu propia obra, es decir, tu personaje lee un libro sobre él mismo y lo explica. Algo así ocurre en el juego de KING Art.
Uno de los personajes de los cuales intervienen en esta historia es Lady Westmacott, pero su relevancia no va dirigida al propio videojuego, sino hacia el jugador, ya que siempre te ayuda en todo. De hecho, su profesión es la de escritora de novelas policíacas, las cuales tienen una trama igual a la desarrollada por The Raven Remastered en las que encarnas a un policia (o similar) para resolver un crimen y capturar a tu antagonista.
Pero esto va más allá y aquí es donde entraría el metavideojuego. Realmente no creo ni que sea una palabra que se haya usado nunca, pero la oportunidad lo merece. Lady Westmacott encarna lo que seria el propio guión de la historia y todo pasa, de alguna manera u otra, por ella. De hecho, podría considerarse también a un homenaje a la propia Agatha Christie. Ella ha escrito la historia y te la está explicando a través de los ojos de Zellner.
Hay muchas más evidencias de lo que os estoy hablando, pero es considerado un spoiler, así que lo deberéis descubrir por vuestra cuenta.
No todo es tan bonito
A nivel jugable es demasiado simple. Los puzles no esconden ninguna dificultad y los que realmente son complejos y aplican la lógica de las aventuras gráficas se pueden contar con los dedos de una mano. La mayoría de objetos que encuentras se pueden usar a escasos metros de su descubrimiento, por lo que tampoco dejas al jugador explorar con ellos. Aparte de todo ello, hay escasas interacciones con la ubicación, y las que hay, normalmente son útiles y olvidas ese aspecto más detectivesco que caracteriza al género.
Por lo demás, el movimiento es tosco porque han querido interpretar el de un cuerpo real y los giros son muy lentos y, en ocasiones, los muros invisibles no ayudan demasiado. Aunque por otro lado, ha habido un rediseño de las animaciones que le ha sentado de perlas (aunque algunas expresiones sean exageradas).
Su apartado sonoro me atrevería decir que es de admirar. La BSO ha sido orquestada y KING Art presume de ello pudiendo desbloquear un vídeo de su grabación a medida que avanzas por el juego. La música no se hace para nada pesada y nunca persiste en bucle, sino que te dejan tramos sin ella para no hacerse pesada. Los efectos sonoros nos acompañarán mientras la música está ausente.
Técnicamente el juego es muy bueno y soporta los 1080p en modo sobremesa y 720p en portátil. No obstante, ha habido deficiencias en el control de la iluminación, ya que en el modo portátil, cuando encontrabas un lugar muy oscuro, realmente no podías ver nada, mientras que en la televisión sí. Aún así, el juegoa gaunta los 30FPS con gran solidez. No obstante, hemos echado en falta poder jugar e investigar con la pantalla táctil.
El Cuervo nos roba medio corazón
Ambientado con profesionalidad, su historia pierde fuelle y se aguanta gracias a unos magníficos personajes con buen carisma gracias a su doblaje. Tal vez no hayan inventado el metavideojuego, pero la intención de KING Art es sencillamente de admirar. The Raven Remastered ya está disponible con textos en castellano en la eShop de Nintendo Switch por 29,99€ y un tamaño de descarga de 6764,36 MB.
https://www.youtube.com/watch?v=rLd2M6KvmCs