[Análisis] Deru – The Art of Cooperation
El multijugador local es una de esas funcionalidades que parece estar llegando a su fin con el asentamiento de Internet en las plataformas de videojuegos. No obstante, los indies llegaron para hacerlo resucitar y traernos grandes títulos multijugador que invitan al jugador a traer a sus amigos a casa. Deru – The Art of Cooperation va más allá y nos reencontramos con un juego 100% cooperativo.
Tabla de contenidos:
Simple, pero eficaz
Sus mecánicas son muy simples: el blanco bloquea al negro y el negro al blanco. A partir de esta premisa, Ink Kit ha desarrollado una serie de rompecabezas y nuevas habilidades para desafiar la mente del jugador. Su objetivo: reencontrarnos con los cooperativos locales y fortalecer el vínculo entre los jugadores.
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Aunque es cierto que puedes jugar tú solo con los dos mandos, la experiencia es el doble de satisfactoria cuando lo haces acompañado. La simpleza de sus controles y la habilidad que ha tenido la desarrolladora en crear la curva de dificultad hace de Deru un juego apto para que cualquier persona pueda ayudaros. Pero cuidado, unas mecánicas simples no hacen a un juego fácil, sino más sencillo de entender.
Ink Kit nos llevará a través de cinco fases con más de cincuenta niveles en total en los que deberemos superar sus desafíos. Hay creatividad en cada uno de ellos y casi siempre debes aplicar lo aprendido en los anteriores niveles, por lo que hay una retroalimentación existente que pasa desapercibida.
Aunque parezca una tontería, el título de cada nivel y fase se corresponde a la parte jugable y todos contienen una metáfora del mismo en los que siempre tiene presente la cooperación entre dos personas. Es decir, el «The art of cooperation» que acompaña el título del juego va más allá de sus mecánicas. Observad y que cada uno saque sus conclusiones:
El nivel se titula familia. Gratamente sorprendido con Deru #NintendoSwitch pic.twitter.com/WRVFHcaHYQ
— Rubén Vázquez (@laizark) December 17, 2018
Nueva forma, nueva habilidad
Sus mecánicas son simples, sí, pero más adelante las cosas se complican con la llegada de nuevas habilidades. Cada una de ellas se corresponde a la forma que adquiramos y que iremos desbloqueando a medida que avancemos. Si eres una redonda, puedes transmitir energía a tu compañero para que se haga más grande y bloquee una gran cantidad del flujo opuesto, mientras que si eres un cuadrado, podrás dejar trocitos de ti por el nivel para abrir más vías de escape.
No en todos los niveles seremos iguales y no siempre compartiremos la misma forma que nuestro compañero, por lo que la comunicación es fundamental. Además, hay niveles en los que te tienes que mover a la vez que tu compañero para poder avanzar y es ahí cuando la cosa se complica si estás jugando solo.
La experiencia para un jugador no es del todo agradable en unos pocos niveles, ya que el arte es sobre la cooperación, no con nuestra sincronización, así que habrá momentos un tanto frustrantes solo porqué debes mover a la vez a las dos figuras. Afortunadamente, la gran mayoría los puedes hacer con calma y uno a uno.
Minimalismo sonoro y visual
Si algo puede describir con exactitud a este juego nada más verlo es su minimalismo. El movimiento es muy suave y se acompaña con unos efectos sonoros y musicales muy relajantes, por lo que lo hace ideal para pasártelo en una tarde de dos o tres horas, las cuales ojalá se amplíen en futuras actualizaciones, ya que el concepto tiene un gran potencial.
El arte de la cooperación
Cooperación minimalista. Así es como podría definirse el juego de Ink Kit. Es satisfactorio, relajante y con un mensaje que ofrecer en cada nivel. Su experiencia individual se entorpece en ciertos niveles, pero con compañía todo es mejor, y Deru lo demuestra. Deru – The Art of Cooperation ya está disponible en la eShop de Nintendo Switch por 14,99€ y un tamaño de descarga de 601,88 MB.