[Análisis] Whispering Willows
Que los años pasen no es un problema para los diseñadores en la actualidad. Con los nuevos motores gráficos, una compañía puede plantearse portear fácilmente el juego a una nueva plataforma, como sabemos muy bien los usuarios de Nintendo Switch que vemos rutinariamente que el catálogo completo de Steam va haciéndose un hueco en la eShop de la consola híbrida de Nintendo.
Whispering Willows (en inglés, ‘sauces murmuradores’), aclamado en Steam y con ports en otras consolas como Wii U, ha llegado a Switch con una versión que aprovecha básicamente la vibración HD de los Joy-Cons de la consola. Este es un nuevo análisis de este título de fantasía, misterio y terror.
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Una mansión fantasmagórica
Este es el lugar donde se desarrolla la acción: una mansión tenebrosa, habitada por ecos de personas muertas que aparecen de sus nuevas y misteriosas vidas. ¿No es acaso un clásico? Luigi’s Mansion, Resident Evil. Las mansiones dan miedo por naturaleza. Hay mucho espacio, muchos silencios y, a la vez, muchos ruidos sospechosos en ella. Evidentemente, son un símbolo de riqueza, y todos sabemos —porque Everybody knows—que la riqueza se suele generar con maldades en vida.
Por esas y por muchas más razones sabemos que las mansiones dan miedo. ¿Qué lleva a Elena, protagonista del juego, a adentrarse en esta casa que promete ruina? Pues algo que la honra: desentrañar el misterio que hay detrás de la desaparición de su padre, el jardinero de la mansión.
El juego rápidamente te da la gran herramienta para explorar la mansión. Esta es convertirse en espíritu, gracias a un artilugio que el papá de Elena lega a su hija, la valiente protagonista. Con él podremos interactuar con los entes muertos de la mansión que nos darán pistas para seguir la pista del paradero de nuestro padre, fallecido en la casa.
Tanto convertida en fantasma como en su versión de carne y hueso, Elena podrá recorrer libremente todas las partes de la mansión encantada para hacerse con documentación e información que le permitirán rellenar un diario propio. Es en este diario, junto a misma experiencia en la mansión, donde se narra la historia del juego. La narración es profunda y está bien estructurada en distintos textos disponibles —después de desbloquearlos— siempre que el jugador quiera acceder a ellos. Uno puede conocer los hechos más cercanos al objetivo principal o detenerse a conocer historias complementarias de distintos inquilinos de la mansión y su relación con el pasado familiar de la zona y de su relación con la familia de Elena.
Puzles y pistas
El género en el que enmarcar —ya sabéis, cosas que hacemos los analistas— Whispering Willows es la aventura gráfica. Ya sabéis: ir de un lado a otro de un escenario reuniendo pistas y objetos que se depositan en un inventario, hablando con personajes, y resolviendo puzles para continuar la historia.
A nivel de género, cabe atizar un poco al juego. No responde a demandas de los amantes de este género con grandes innovaciones. Para mí, es en el universo indie donde deben de darse las grandes novedades en cuanto a elementos jugables y narrativos, puesto que las grandes empresas apenas se atreven a moverse de sus grandes IPs que las enriquecen o de géneros manidos —véase el último E3, donde no hubo más que juegos de guerra e iteraciones de IPs conocidas—.
Si bien es cierto que incorpora un mecánica interesante como multiplicar el mundo en dos (vivos y muertos), no es una idea tan novedosa y las acciones que llevamos a cabo en el mundo de los muertos no son más que completar puzles fáciles y obvios que se presentan en el espacio de los vivos. Es feo comparar, pero recientemente salió Flipping Death en Switch y en él se puede ver cómo la mecánica de moverse entre la vida y la muerte puede marcar la narrativa del juego de manera mucho más trascendental e interesante que la sencilla resolución de puzles. Dicho esto, es obvio que Whispering Willows es mucho más antiguo (tiene ya 4 años), y con los años llegan las ideas.
Sensaciones
Aunque no intente dar miedo, el equipo detrás de Whispering Willows tenía en mente causar distintas sensaciones de misterio, de susto o de incomodidad mediante el diseño gráfico y sonoro del título. A nivel de dibujo, el juego es una delicia. Los escenarios, assets y personajes del juego están perfectamente diseñados, incluso en movimiento. De hecho, al mezclarse con viñetas de cómic bastante austeras, uno se pregunta si no era mejor crear el contexto mediante a cinemáticas animadas debido al gran talento que hay en el estudio. Y, claro, tanto talento es capaz de crear buenos ambientes que ayudan a transmitir sensaciones al jugador.
Y sobre crear sensaciones, en Nintendo Switch han encontrado un nuevo gimmick perfecto para ello. La vibración HD se esconde en ciertas situaciones, especialmente en encuentros con seres fantasmagóricos, lo que permite que esta versión sea la más recomendable para jugar.
Conclusiones
Si bien la resolución de puzles es sencilla y no muy elaborada, Whispering Willows ofrece una gran compilación de textos que profundizan sobre la historia del juego y un apartado visual excelente. Es suficiente para tener el título presente. Aunque, dicho esto, es necesario pedir más innovación a los juegos independientes. Sin ella, es difícil llegar a triunfar.
Whispering Willows llegó a la eShop de Nintendo Switch la semana pasada a un precio de 8,99 €. Textos en español (con algún fallo en la traducción).