[Análisis] Ultimate Chicken Horse

Los videojuegos fueron creados por y para el entretenimiento y diversión del jugador. La narrativa en los videojuegos ha cogido cada vez más fuerza con el paso de los años, así que esos sentimientos se han transmitido a través de la historia. No obstante, aún quedan unos valientes guerreros que són capaces de generar felicidad con su jugabilidad.

Ultimate Chicken Horse sabe llevar esta carcaterística a su máximo esplendor, conviertiéndose así en uno de los juegos más divertidos de Nintendo Switch, donde las risas serán su mejor banda sonora.

El animal definitivo

Aunque su estreno fue en 2016, la frescura de este título se ha mantenido intacta gracias a su capacidad de mezclar con excelencia la construcción de niveles con el género de plataformas, todo ello sin llegar a ser excelente en ninguno de sus apartados, ya que ni tiene una gran variedad de bloques ni un control preciso y satisfactorio. Pero aún así, divierte.

Como juego de fiestas, está muy enfocado al multijugador, tanto online como local, aunque tampoco olvida al jugador solitario. En el modo creativo puedes crear tus própios niveles y desafiarte a tí mismo o guardarlos para retar a tus amigos o desconocidos, una solución algo simplona.

Comparte y ríe

Cuando compartimos mando o red con otras personas es cuando Ultimate Chicken Horse saca a relucir todo su potencial. En los otros modos, al principio de cada turno, los jugadores que participen deberán escoger entre trampas, proyectiles, bombas para eliminar obstáculos o bloques normales. Una vez colocados, deberemos superar el nivel, aunque si lo hacéis demasiado fácil, el juego no os recompensará.

Si la sencillez no puntua, deberemos complicar el camino, pero si nos pasamos no podremos llegar a la meta, lo cual generará el mismo resultado. Encontrar el punto medio es esencial para entender sus mecánicas, pero es que además tendrás que lidiar con las piedras en el camino que te dejen tus compañeros.

Complicalo, ¡pero no demasiado!

Lo mejor (o lo peor, según se mire) es que si la trampa de un compañero te mata, él recibirá puntos extra si llega a la meta. Esto genera un factor añadido para complicar el nivel, ya que deberás conocer las debilidades de tu rival para aprovecharte de ellas y que, a su vez, no te afecten a ti. Estas mecánicas, aunque a priori muy sencillas, a posteriori vemos como esconden una gran complejidad.

A esto se le suma el tono desenfadado que le ha otorgado Clever Endeavour Games por ese estilo cartoon animado junto a una banda sonora que refuerza esa poca seriedad. Tiene su apartado competitivo en el online para ajustarse a todo tipo de jugadores, pero muchas de las salas que crean los jugadores van dedicadas a la diversión pura.

La posibilidad de poderlas crear también te permite ajustar el número de rondas, el tiempo límite de construcción o los puntos que debes ganar para convertirte en el animal «ultimate». Y no solo acaba aquí su personalización, ya que a medida que avancemos nos iremos encontrando cajas flotando para desbloquear nuevos escenarios, animales o vestimentas. Aunque no siempre serán para ti, ¡también se lo puedes desbloquear a un compañero!

Aunque va a 60 frames por segundo, el control no llega a ser del todo preciso y algunos saltos se vuelven un tanto complicados, no obstante, la calidad gráfica cumple en su modo televisión llegando a los 1080p, pero su resolución baja drásticamente en el modo portátil, llegando así a unos 600p.

Diversión animal

El sistema que ha conseguido crear Clever Endeavour Games es realmente admirable. Su careta desenfadada oculta unas mecánicas de gran complejidad con una personalización muy variada en todos sus apartados, desde los estéticos a los jugables. Aunque su control es algo impreciso y nos hubiera gustado ver más bloques con los que experimentar, las risas consiguen opacar estas debilidades. Ultimate Chicken Horse ya está disponible en la eShop de Nintendo Switch por 14,99€ y un tamaño de descarga de 849,35 MB.