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[Análisis] Three Fourths Home: Extended Edition

Eres Kelly, una joven de veinticuatro años que se ve forzada a volver a la casa de sus padres. Una mañana decides evadirte del mundo, vas a visitar la deshabitada vivienda de tus abuelos, pero con los primeros indicios de tormenta emprendes el camino de vuelta. Cuando coges el coche tu madre llama preocupada por teléfono: ¿Dónde te habías metido? Se avecina un tornado.

La calma antes de la tormenta

Un escenario minimalista gobernado por un coche que surca campos de maíz bajo la lluvia en la parte superior de la pantalla y unos textos en inglés en la parte inferior también amenazados por las inclemencias del tiempo. Negro sobre blanco con algunas variaciones de grises. Escenarios repetitivos que apenas sufren cambios obligando a un movimiento constante y agotador que intensifica tus ganas de regresar, debiendo mantener pulsado ZR para que avance el vehículo, y haciendo progresar la historia únicamente si sigues conduciendo. Si dejas de presionar ZR, el juego pausa –permitiendo guardar partida o volver al menú-. Acaba enloqueciendo no parar de ver los mismos maizales una y otra vez, acaba doliendo el dedo de pisar el acelerador, pero no puedes detenerte porque el tornado se acerca y la historia sigue y la alarma suena y los mandos vibran, ¡y debes volver ya!

Tu madre, al teléfono, empieza preguntando banalidades pero poco a poco se va desgranando la trágica historia de esta familia y cómo se enfrenta al proceloso clima que empeora por momentos. La mujer trabaja en una peluquería canina que apenas les da dinero para subsistir, y debe mantener a un marido deprimido y bebedor y a un hijo especial. El teléfono cambia de manos y hablas con el padre. Le falta una pierna, le falta trabajo y se entretiene cuidando tomates. Terminas hablando con tu hermano de seis años, que antes adoraba tocar la guitarra y ahora se dedica a escribir. Te cuenta una de sus historias que se antoja desequilibradamente larga al ser comparada con el resto de diálogos que hay en este corto “road-game”. A pesar de hacer un símil a la situación que estás viviendo en la carretera se hace insufrible.

Continuamente –aunque no siempre- cuando te toca el turno de palabra se te ofrecen una serie de opciones para comunicarte. Aparte de pisar el acelerador, esta es la única mecánica que tiene el juego y elijas lo que elijas no repercutirán en él tus decisiones pudiendo alterar el final. Muchas veces las opciones son tan similares entre sí que podrías responder con los ojos cerrados y te hacen cuestionarte la utilidad que puedan tener. Pero precisamente ahí reside la virtud de los videojuegos: darte mayor libertad de expresión que otras obras pasivas como el cine o la literatura. El final no se verá afectado, pero en tu avance irás definiendo la personalidad del  alter ego que quieres encarnar y con quien quieres identificarte aunque no vaya a haber repercusiones trascendentes.

Muy acertado me parece el trato que se ha dado a la interacción en los diálogos. Los textos de quien está al teléfono avanzan con X mientras que los tuyos avanzan con A, evitando hacer que te saltes las oraciones pronunciadas accidentalmente pulsando botones de manera desenfrenada. Está en inglés, eso sí, aunque puedes leerlo con calma. El ser un texto dialogado facilita y agiliza su lectura. No así un contenido extra que se desbloquea al terminar el juego principal que incluye páginas de textos en “formato PDF” que lo hace bastante más pesado -independientemente de estar en otro idioma-.

Al sumergirte en este viaje imaginas únicamente la existencia dos posibles finales: sobrevivir al tornado o no sobrevivir a él. El juego te obliga a empatizar con esta familia llena de penurias de manera muy intensa, y la frustración al morir produciría esa catarsis que busca en el jugador desde sus primeros compases, haciendo aún más desgraciados a esos miserables que llamas parientes. Sobrevivir a al tornado, por el contrario, decepcionaría, ya que se desaprovecharía todo ese esfuerzo en crear un trasfondo para enfatizar el drama.

Y consigue ser visceral jugando sucio, de manera rápida y eficaz pintando un drama exacerbado: una desgracia próxima, la hija ausente y como guinda del pastel un mutilado y un retrasado. Es cierto que en poco tiempo este título debe condensar muchas emociones, ¿pero es que acaso es imposible para el lector empatizar con personajes ficticios si no hay tragedia?

Esta versión completa del juego incluye un epílogo que sirve para dar trasfondo. En él volvemos a encarnar a Kelly y la conoceremos más profundamente en lugar de centrarnos en su familia. La joven está esperando al autobús, y podemos seguir conformando su personalidad sin grandes repercusiones, sólo por el afán de construir a nuestro personaje, pudiendo decirle a nuestra madre que estamos trabajando en una cafetería o en un museo, o que estamos saliendo con una mujer o un hombre.

Al cambiar de entorno y situación se notan mucho más las carencias técnicas del título, que quedaban bien disimuladas y hasta estéticas con el coche surcando los maizales. Además, incorporar aquí la mecánica de avanzar con ZR pierde el sentido que tenía en la historia principal, donde volver a cruzarse con aquellas plantas elevadas era parte de mensaje; aquí tener que ver ciertas secciones repetidas una y otra vez lo hacen parecer un pobre escenario de Hanna Barbera.

Tras la tormenta

Un juego visceral que logra hacer empatizar al jugador siguiendo el camino fácil: tomando personajes extremos para crear un drama efectivo. La libertad de elección que propone sólo sirve para configurar al alter ego que desees encarnar. El epílogo no logra elevarse al nivel del juego principal en mecánicas ni apartado visual.

Otros títulos a los que me remite

  • Los duros gráficos contrastados de White Night o las más suaves escalas de grises de Limbo se asemejan a este juego bicolor. Ambos están disponibles en Switch.
  • Algunos de los videojuegos de Wales Interactive que han ido llegando a la híbrida de Nintendo son completamente películas interactivas, género al que se acerca este título aunque no ofrece la variedad de opciones de Late Shift, The Bunker ni The Infectious Madness of Doctor Dekker.

Three Fourths Home: Extended Edition ya está a la venta en la eShop de Nintendo Switch y es compatible con todos los modos de juego de la consola y con el Mando Pro. Ocupa 575,67 MB.

6.2

[Análisis] Three Fourths Home: Extended Edition

Puntuación Nintenderos: Buen juego

  • Historia:
  • Jugabilidad:
  • Gráficos:
  • Sonido:
  • Duración:
  • Multijugador:
Destaca en:
  • Los controles y escenarios repetitivos irritan potenciando hábilmente la narrativa.
  • Construye una historia conmovedora.
Flojea en:
  • La historia fuerza unos personajes pretendidamente extremos que permitan acentuar el dramatismo.
  • El epílogo no está a la altura visual ni mecánicamente.
  • La barrera del lenguaje puede suponer un problema.