[Análisis] Samurai Defenders: Ninja Warfare
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Un Tower Defense muy notable
Samurai Defenders: Ninja Warfare es un Tower Defense que fue diseñado para smartphones y tablets, sin embargo, ha encontrado en Nintendo Switch un escaparate realmente poderoso. Debido a la pantalla táctil de la consola híbrida de la gran N, el juego se siente sencillo de jugar y, además, los controles a través del mando o los Joy-Con son muy satisfactorios e intuitivos.
Es cierto que la premisa de este juego es sencilla. Somos guerreros en un período donde los clanes japoneses están luchando entre s y deberemos de proteger a nuestro señor. Por lo tanto, haciendo uso de las diferentes unidades de las que disponemos, deberemos acabar con las oleadas de enemigos que irán acercándose a la puerta, área que deberemos defender a toda costa.
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Uno de los errores primordiales que nos encontramos es la falta absoluta de hilo conductor o historia. Dispondremos de una buena cantidad de misiones donde el único propósito es defendernos de las oleadas, pero sin una trama detrás que nos explique algo más. Es una pena porque el contexto histórico, la diversión que genera el apartado jugable y la vistosidad de los enemigos y unidades podría haberse aprovechado muchísimo más.
Dificultad bien medida
Dispondremos de una buena variedad de unidades de las que disponer. En un principio, sólo tendremos a los arqueros, pero, una vez vamos subiendo los niveles, se irán desbloqueando más. No me gustaría entrar en spoilers con estos aliados, sin embargo, es importante recalcar que cada uno de ellos tiene una función determinada, como la de atacar a unidades cuerpo a cuerpo o la sanación de nuestras defensas. Eso sí, solo podremos escoger a 3 para cada incursión, por lo que la elección debe ser muy minuciosa por nuestra parte.
Si algo deben de hacer bien los tower defense, debe ser crear a lo largo de sus misiones una curva de dificultad que nos ponga las cosas complicadas para que tengamos que aumentar el nivel de nuestros personajes. Samurai Defender consigue este objetivo de forma muy notable, puesto que iremos observando un aumento de la dificultad muy progresivo, pero bien medido. Es muy posible que si perdemos una batalla sea porque no hemos sabido subir los niveles necesarios a nuestras unidades y deberemos de pensar muy bien cuáles sirven para cada momento.
Jefes finales muy exigentes
La mayoría de las fases cuentan con enemigos difíciles, no obstante, las batallas contra los jefes finales se llevan la medalla de oro. Estos enemigos tienen patrones identificables y deberemos de contrarrestarlos con todas nuestras fuerzas. Como ya os comentamos, solo podemos dar uso de 3 unidades diferentes-a parte de los arqueros que siempre están disponibles-y deberemos ser muy minuciosos en la elección y en la estrategia a utilizar.
No solamente estaremos hablando de una fase bastante más compleja y estratégica, también es muy satisfactorio al conseguir la victoria, sobre todo contra los últimos jefes que, sinceramente, no dejan un respiro al jugador. A todo ello, estos jefes están muy bien diseñados y se convierten en enemigos únicos, no sólo en complejidad, sino en diseño artístico, lo que se agradece después de pelear contra oleadas de enemigos clónicos.
Duración para ratos cortos
Samurai Defender es un juego sencillo, muy bien diseñado y que otorga una buena cantidad de horas de diversión a los amantes del género. Sin embargo, es cierto que se puede volver un tanto monótono cuando llevamos muchas partidas. No obstante, eso sólo ocurre en los primeros compases del juego, donde apenas dispondremos de unidades que utilizar y parecerá “demasiado sencillo”. A pesar de ser un juego diseñado para matar ratos libres, seremos testigos de cómo nos engancha y absorbe de una forma indescriptible, perdiendo la noción del tiempo cuando sólo íbamos a jugar 20 minutos.
Completar el juego no nos puede costar demasiado, sin embargo, la rejugabilidad está muy bien implementada, puesto que cada fase puede ser rejugada para obtener mayor puntuación. Completar una fase de las más complejas y sacar su máxima puntuación no es tarea sencilla, pero engancha. No sólo querremos acabar el juego, querremos hacerlo perfecto y sentir que no tenemos rival.
Apartado artístico y sonoro que cumplen
El diseño artístico nos enseña un título muy bonito y con una diversidad cromática de lo más placentera a la vista. Es cierto que el escenario no cambia, lo que puede provocar monotonía al jugador a la larga, sin embargo, estaremos tan centrados en la acción que, prácticamente, no nos fijaremos en él salvo al comienzo de la aventura. Como ya hemos citado anteriormente, los jefes finales roban toda mención en cuanto a apartado artístico, con un dibujo muy singular y unas animaciones preciosas.
En cuanto a la banda sonora, escucharemos de fondo siempre las mismas melodías de estilo nipón. Es cierto que, a medida que pasan los minutos, iremos desconectando de ellas. No es que sean malas, pero consiguen hacerse aburridas debido a la poca diversidad que hay. Creemos que se podría haber trabajado más en este aspecto, aunque, en definitiva, cumple.
Conclusiones finales
Samurai Defender: Ninja Warfare es un juego divertido y sencillo de jugar. Esconde en esa sencillez una dificultad bien medida, donde tendremos que estar atentos a la estrategia a utilizar en cada fase y en subir los niveles correctos a nuestras unidades. Es posible que en ciertos momentos las batallas puedan hacerse monótonas, ante todo si tenemos un nivel muy alto, sin embargo, los jefes finales serán nuestro talón de Aquiles y nos brindarán momentos muy satisfactorios.
El apartado artístico y sonoro cumplen sin demasiados alardes, lo que podría haber sido más pulido en Nintendo Switch. Se echa en falta una historia, un trasfondo que nos de algo de contexto y que nos incite a seguir avanzando. Su duración estimada está entre las 5-7 horas, dependiendo de nuestro nivel de destreza en este tipo de género, aunque, tras pasarnos el modo principal, dispondremos de una sorpresa, al otorgarnos un modo de dificultad más elevado.
Samurai Defender: Ninja Warfare se encuentra disponible en la eShop de Nintendo Switch y ocupa 738’20 MB en la consola.