[Análisis] Ace of Seafood
Un buen día en mi vida me crucé con este tráiler:
https://www.youtube.com/watch?v=IIT8T6H75zQ
Para bien o para mal, no me dejó indiferente. «¿Qué es esta locura?» pensé, «Ojalá pueda probarlo».
Otros contenidos en esta categoría:
- -
Y así fue.
Tabla de contenidos:
Empezamos
El juego comienza y directamente te pone en la pantalla inicial, estática con sus tres opciones «START», «CONFIG» y «CREDIT», fácil sencillo y para toda la familia. Voy a moverme por las opciones… ¿qué ocurre? ¿Por qué no se mueve?… ¡AH! Que en los menús solo te puedes mover con el pad analógico, bueno, pues vamos a ello.
Le damos a «START» y el juego nos da a elegir entre cinco especies marinas para arrancar nuestro viaje marino: la sardina, la caballa, la gamba, el salmón y la langosta. No es una decisión que vaya a marcar todo tu devenir en el juego, no es un «escoge tu Pokémon inicial», simplemente es elegir con qué unidades vas a comenzar tu conquista del mar.
¿Esto qué es lo que es?
Tras un breve tutorial, que nos podemos saltar, el verdadero juego comienza: somos animales marinos a la conquista del mar. ¿Pero realmente cómo podemos definir este juego? La respuesta que mejor se ocurre es un simulador de escuadrones de combate. Manejamos a nuestro «pez» (lo voy definir así para no andar diciendo elementos acúaticos, ya que podremos manejar desde sardinas hasta acorazados pasando por pingüinos, focas leopardo y submarinos), nos acompaña nuestro banco de peces (lo que podríamos considerar nuestro escuadrón) y nuestra misión es conquistar arrecifes, un total de 43.
La mecánica del juego en sí es sencilla, manejamos a nuestro pez que tendrá de dos a cuatro ataques/habilidades, además del ataque cuerpo a cuerpo. Nos movemos algo parecido a lo que sería una nave espacial en un simulador arcade. Tenemos nuestra vida, nuestra resistencia (que se gasta con algunas habilidades o acelerando, pero se recupera automáticamente con el tiempo) y la comida, que viene a ser como nuestro combustible, se gasta según nos movamos y se recupera con el material orgánico de otros seres.
El banco de peces te sigue y mantiene una de cuatro formaciones que les ordenas con A, B, X e Y respectivamente, es una mecánica que me recuerda mucho a lo que se hacía en el Star Wars: Rogue Leader de la GameCube. El banco de peces lo puedes redefinir cada vez que paras en un arrecife, este puede ser de un máximo de 6 peces y hay otra restricción que es la capacidad del banco. Esta funciona como un limitador de poder, cada pez tiene ocupa un espacio (pongamos que es su poder) y hay que hacer la mejor combinación posible dentro de nuestras capacidades. Cada vez que conquistemos un arrecife aumentará este límite por lo que podremos tener un mejor banco de peces.
Jugabilidad
Una vez nos hemos quitado las introducciones y las explicaciones de encima, empezamos con la realidad del juego en sí. Más allá de un concepto original y muchas luces y disparos, el juego empieza a mostrar sus flaquezas, que no son pocas.
La jugabilidad deja mucho que desear, controlar a tu pez conlleva unos cuantos problemas, algunos se mueven con más suavidad, pero la gran mayoría son toscos y torpes. Y siendo cierto que en mar abierto más o menos todo son manejables (acorazados aparte), en cuanto tengas que maniobrar un poco muchos de ellos te podrán sacar de quicio.
Pongamos que te has hecho con los controles de la navegación, ahora vamos con el combate. Personalmente casi no me he podido hacer con la mecánica y con ello combatir bien casi hasta el final del juego, cuando más o menos di con la tecla con un pez. Hasta entonces lo mejor que podía hacer es ir con un pez que apuntaba autómaticamente y esperar a que mi banco de peces hiciera el resto, menos mal que pudo ser así. Los combates son un maremágnum de disparos láser y peces moviéndose sin que puedas seguirles el ritmo (y ya si son de los que dejan señuelos apaga y vámonos), te encuentras perdido hasta que o bien sales vencedor de la contienda, o bien mueres.
Arrecife va, arrecife viene
Y volvemos a lo mismo, más allá de una premisa alocada, este juego no tiene mucho más que ofrecer. 43 arrecifes con la misma mecánica (exceptuando los naturales que accedes a ellos automáticamente). Llegas te enfrentas al banco que lo defiende, si todo va bien les matas y te quedas con el arrecife, si no te matan y puedes desesperarte hasta dar con la forma de conquistarlo (hay algunos peces que son más efectivos con otros, etc). Repite el bucle hasta que encuentres el arrecife que da acceso al jefe final o hasta hacerte con todos, lo que más prefieras.
A nivel gráfico, los peces fotorrealistas y todo lo demás cumple mientras esté bajo el azul del mar para enmascarar sus deficiencias. El gran problema se encuentra a la hora de que haya muchos elementos en la pantalla (disparos láser, peces, etc) que el juego se resiente y sufre una importane bajada de frames que puede resultar tremendamente frustrante.
La música, qué decir de la música… El juego tiene una banda sonora bastante más variada de la que parece y esto ocurre porque en la gran mayoría del juego solo se escuchan dos canciones: la música de viajar por el mar, una canción electrónica poco variada que tras un tiempo acabará con la estabilidad mental de más de uno; y la música de batalla normal, la cual se agradece por hacer que deje de sonar la otra. No solo estas dos canciones son las que más escucharemos con muchísima diferencia, si no que también los cortes entre ellas y los bucles de ellas mismas no están nada afinadas y se sufren de forma abrupta. Esto hace que el momento que escuchemos otra melodía (quitando la de los menús) sea como panacea para nuestros oídos.
¿Y la historia? ¿Y el multijugador? ¿Nadie piensa en ellos?
¿Y es que este juego de peces que se matan entre ellos tiene historia? Pues parece ser que sí, algo hay detrás aunque solo se cuente con pinceladas en las pantallas de carga. Al parecer la raza humana ha sido erradicada y se puede entender que de alguna forma, las mentes de algunos han poseído a los seres marinos (disclaimer: no lo tengo claro), lo que sí me dejó desubicado fue el mensaje tras derrotar al jefe final.
En cuanto al multijugador tiene dos opciones: online y pantalla partida. El online no he podido comprobarlo porque no había anfitriones disponibles para unirme y cuando yo hacía de anfitrión nadie se unía. En cuanto a la pantalla partida, no solo te la parte si no que te reduce la pantalla. El jugador dos tomará el control de un pez de tu banco y acompañará al jugador uno, de tal forma en que se si aleja la distancia suficiente será redirigido automáticamente hacia el jugador uno, siendo subyugado completamente por él. La gran ventaja de este modo es que los jugadores se pueden revivir entre sí, por lo demás es difícil que compense.
Post-juego y conclusión
El juego tiene una gran variedad de elementos marinos los cuales podemos controlar. Hacerse con todos mediante la recolección de su ADN (sí del submarino y los acorazados también) puede llevar su tiempo y probarlos puede ser entretenido, aunque muchos son muy parecidos a otro pez cambiando algunos detalles.
Tras vencer al jefe final podremos seguir jugando, puesto que vendrán bancos de peces a invadir nuestro mar, con lo que podremos defendernos de ellos y cada vez que lo hagamos podremos ampliar la capacidad de banco que nos da un arrecife y con ello hacer bancos de peces aún más grandes. Esto puede alargar la vida del juego todo lo que uno quiera.
En definitiva, el juego es una idea muy original, pero que casi se queda en eso. El ritmo frenético que a veces tiene parece no compensar la fustración que conllevan algunos combates y el tiempo que se puede tardar en realmente hacerse con el control del juego y conocer qué pez es mejor según en que situación. Puede resultar simpático, pero en definitiva no lo recomiendo para sesiones largas al menos que tengáis algún gusto especial por manejar peces como si fueran naves de combate.
¿Os atrevéis con este bicho feo pero simpaticón?
Podréis comprar Ace of Seafood en la Nintendo eShop por 7,39€ y ocupa 248,51 MB. Por lo menos es un juego barato.