[Artículo] Super Smash Bros. Ultimate como juego estrella de Nintendo en 2018
Pasado el tiempo tras la celebración del E3, es hora de reposar todo lo que se presentó en la cita anual más importante del mundo de los videojuegos. Nintendo volvió a recurrir a su ya tradicional Direct para revelarnos los lanzamientos previstos a corto y medio plazo, todo ello con un claro protagonista: Super Smash Bros. Ultimate.
Veinticinco de los cuarenta y tres minutos de la presentación estuvieron ocupados por el mismo juego, un hecho que ha causado un importante revuelo en la comunidad nintendera. ¿Fue efectiva realmente la apuesta a una sola carta que plantearon este año? ¿Es Smash Bros. un título lo suficientemente atractivo como para monopolizar de esa forma la presentación más importante del año?
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Confieso antes de nada que no soy fan de la saga: mi contacto con los Smash se reduce a partidas casuales en las que me lo he pasado bien, pero en las que también me he dado cuenta de que ese no es mi género. Sin embargo, ver desde esta perspectiva la presentación de Nintendo me ayuda a analizar de una manera un poco más objetiva lo que nos quisieron contar, y en este caso, cómo nos lo contó su director, Masahiro Sakurai.
Respeto es lo primero que uno siente cuando ve desde fuera el espectacular avance del juego. El mimo con el que se presenta cada personaje o cada nueva mecánica destila una pasión absoluta a lo largo de un desarrollo que ha debido ser, a la fuerza, largo y costoso. Ese sentimiento de fiesta absoluta, de celebración por el videojuego que envuelve toda la presentación, otorga al propio juego un mayor caché, una importancia capital dentro del esquema de futuro de Nintendo.
Desde fuera, más allá de pegar golpes y sacar de escenarios imposibles a personajes carismáticos de la casa, Super Smash Bros. Ultimate funciona como una completa enciclopedia del videojuego. Sé que la saga en el pasado ha explotado este concepto y en su “versión definitiva” no defraudará a todo su público. Ya desde el extenso trailer se percibe ese aura de atención por el detalle y de máximo respeto y responsabilidad con todas las franquicias involucradas en este ambicioso crossover.
Los constantes guiños a la comunidad también son otro de los puntos claves en la presentación del título. Sakurai se permite bromear desde el principio, cuando explica sobre qué va el juego y lo resume en la frase: “Luchar contra personajes de videojuegos para sacarlos a tortas de la pantalla. Fin.” También durante la exposición de los nuevos personajes, cuando hasta el “nuevo” rostro de la entrenadora de Wii Fit tiene un por qué. Y, finalmente, regalando a todos los fans un personaje que se ha pedido y sobre el que se ha bromeado hasta la saciedad: Ridley.
Por otro lado, se ha criticado duramente el ‘excesivo’ protagonismo del juego dentro de la presentación de Nintendo. Sin embargo, no debemos olvidar que salvo en el caso de Microsoft, todas las presentaciones han seguido la tónica de vertebrar el contenido de sus anuncios con uno o dos títulos protagonistas. Sony, por ejemplo, hizo lo propio con la presentación de The Last of Us Part II, Ghost of Tsushima, Death Stranding y Spiderman.
Quizás el problema radica en lo extraordinario que fue el E3 del año pasado para Nintendo. Similar al de Microsoft este año, en ambos debían dar el todo por el todo. Microsoft este año ante la ausencia de grandes títulos y Nintendo el anterior por el lanzamiento de la Switch. Las empresas adaptan su discurso a lo que en ese momento necesita la marca.
Por todos estos motivos creo que, incluso desde fuera, no hay que despreciar el E3 de Nintendo y hay que celebrar Super Smash Bros. Ultimate con los brazos abiertos, aunque nunca siquiera te plantees poner un dedo sobre él. Criticable puede ser la extensión y, sobre todo, la proporción con el resto de títulos presentados (algo parca en comparación al E3 del año pasado). Pero todo ello no debe quitar valor al juego más importante de Nintendo para 2018 y al nuevo intento de la marca por cumplir una vez más la que ha sido una de sus máximas a lo largo de su historia: celebrar los videojuegos.
¿Qué opináis vosotros? ¿Os ha convencido la puesta en escena de Nintendo en este E3? ¿O el protagonismo del Smash os ha parecido excesivo?