[Análisis] Candle: The Power of the Flame
Candle es una aventura gráfica en 2D con toques plataformeros en la que encarnamos a Teku, un ser que tiene una vela en vez de mano, la cual deberá usar para resolver una serie de puzles a los que se enfrentará durante su aventura.
Se trata de un título desarrollado por Teku Studios (un estudio indie español situado en Teruel) y distribuido por Merge Games. Candle fue lanzado para PC, en formato físico y digital, el 11 de noviembre de 2016 y este mes de julio llega a consolas, concretamente a Xbox One y Nintendo Switch. Esta última versión, llamada Candle: The Power of the Flame, es la que hoy analizaré.
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Argumento
La aldea de Teku, nuestro protagonista, ha sido atacada por la tribu de los Wakcha, secuestrando a Yaqa, su chamán y maestro. Por este motivo nuestro objetivo, como buen aprendiz, será rescatarlo. Esta tarea no será nada fácil, ya que el camino estará plagado de puzles, trampas y peligrosos enemigos. Como podéis ver, a priori, la historia que narra no parece gran cosa; sin embargo todo mejora con el paso de las horas y hasta ahí puedo leer…
¿Seréis capaces de salvarle?
Jugabilidad
Candle es una aventura gráfica dinámica con la que sus desarrolladores pretenden crear la evolución lógica del género adaptado a los tiempos que corren, y para ello han fusionado la jugabilidad directa y arcade de un juego de plataformas con los enigmas y puzles de una aventura gráfica.
La jugabilidad de Candle está centrada en torno a la vela. Como he comentado al inicio, el protagonista, Teku, porta una vela en lugar de mano (que es la que da nombre al juego en inglés). Con ella puede quemar algunos objetos o encender determinados elementos, como hogueras o antorchas. Esta vela es clave para resolver los distintos puzles del juego, así como revelar secretos e ítems ocultos en la oscuridad. De hecho, no podremos seguir por zonas oscuras, por lo que tenerla encendida será fundamental en muchas situaciones para poder seguir avanzando. Para evitar problemas lo mejor es ir encendiendo todas las antorchas y candiles que encontremos por el camino para en caso de que se nos apague la vela tener siempre cerca algún punto para poder volver a encenderla.
Por supuesto, los enemigos nos detectarán con la vela encendida, por lo que deberemos tener mucho cuidado para que esto no suceda, ya que si es así nos matarán. Con la vela podemos también realizar otras dos acciones: emitir un gran destello (que nos servirá para descubrir secretos, activar mecanismos para transportarnos de un sitio a otro y hacer reaccionar a algunos personajes) y apagarla. Para poder usar el sigilo de forma correcta deberemos apagar nuestra vela e ir caminando, ya que si corremos alertaremos a nuestros enemigos. Teku es un ser indefenso que no puede atacar, por lo que el ingenio y el sigilo son sus mejores armas. Lo único que puede hacer es utilizar el escenario en su beneficio, usando las trampas que hay en él para hacer caer en ellas a los enemigos. Por otro lado, hay elementos del entorno, como el agua que evidentemente apagarán nuestra vela por lo que deberemos tener cuidado en los escenarios con agua o cuando llueva.
Los escenarios del juego son muy bellos, pero no están ahí simplemente para hacer bonito, sino que son parte fundamental de él, ya que esconden las pistas que son necesarias para resolver los diferentes puzles de la aventura. En este sentido cabe destacar que todos ellos están muy bien integrados en los diferentes parajes por los que deberemos aventurarnos. Dichos puzles, como es habitual, son muy fáciles al principio (mover cajas, accionar interruptores, etc.), pero evidentemente a medida que avancemos la cosa se irá complicando cada vez más, y además de resolver puzles también deberemos realizar otras acciones (recoger y combinar objetos, realizar intercambios con personajes, sortear trampas, etc.). Por otro lado también contaremos con secciones de plataformas, donde una vez más deberemos evitar obstáculos y averiguar cómo poder acceder a determinados sitios para poder seguir avanzando. Estas partes son probablemente las más flojas, no porque estén mal planteadas; ni mucho menos, sino porque en determinadas situaciones se producen ciertas imprecisiones en el control (por ejemplo no agarrarse bien a algún saliente o caerse al vacío a pesar de haber saltado). No es algo que pase constantemente, pero está ahí.
En cuanto a su dificultad, hay que destacar que no es un juego difícil, pero tampoco es un paseo, y no lo digo solo por los enemigos (no hay muchos de ellos y aunque nos maten el juego cuenta con bastantes puntos de guardado), sino sobre todo por los puzles. Estos en general no nos dan apenas ninguna pista durante el juego de lo que tenemos que hacer, por lo que muchas veces deberemos dar muchas vueltas por el escenario para poder encontrar los objetos que necesitamos y posteriormente averiguar donde debemos usarlos. En otras situaciones deberemos buscar la ayuda de otros personajes para que nos ayuden con alguna tarea, para lo cual normalmente nos pedirán a cambio encontrar algún objeto. En definitiva, que deberemos no solo explorar muy bien los escenarios, sino también pensar muy bien que hacer una vez tengamos los objetos que se necesitan y usarlos de forma correcta en los puzles. En este sentido es un juego que requiere paciencia e ingenio para poder completarlo con éxito. Por lo tanto es un juego que invita a la reflexión, para jugarse sin prisas. Esto evidentemente esto es un arma de doble filo, porque por un lado siempre es bueno hacer pensar al jugador, pero por otro puede llegar a frustrar a los jugadores más impacientes cuando se quedan atascados.
Por último hay que destacar que Candle: The Power of the Flame puede jugarse en modo portátil, sobremesa y televisor y también en compatible con el mando Pro de Switch. Tanto en el televisor como en modo portátil el juego luce muy bien, mostrándose muy fluido en todo momento.
Gráficos y sonido
Es evidente que lo primero que llama la atención de Candle es su bello apartado artístico. Este título destaca por estar desarrollado con un estilo único y personal, donde se mezclan técnicas artísticas tradicionales con las herramientas modernas de desarrollo. Esto se traduce en que todos los escenarios y objetos están pintados a mano con acuarela y tinta con plumilla, y todos los personajes están animados fotograma a fotograma en papel al estilo clásico de Disney. Posteriormente sus desarrolladores lo escanearon todo y lo incorporaron a Unity para crear los sprites y montar cada nivel y personaje. Sin duda estamos ante una obra artesanal, que se nota hecha con mucho cariño y esmero.
En cuanto a su apartado sonoro, Candle destaca por presentar una magnífica banda sonora inspirada en sonidos tribales, aunque sin duda lo mejor es el tema final que suena en los créditos llamado “Que llegue la Aurora”, de Hernán Ojuel Esobar y Mirella Díez Morán, que es una auténtica delicia para los sentidos. Los efectos de sonido están muy conseguidos y no puedo acabar este apartado sin comentar el gran nivel de doblaje al español, el cual corre a cargo de Pepe Mediavilla, que hace de narrador de la historia y también dobla a Yaqa. Quizás a muchos de vosotros no es suene este nombre, pero seguramente la cosa cambia si os digo que es conocido por ser el doblador español de Morgan Freeman, entre muchos otros papeles de su extensa y dilatada carrera, entre los que destacan la narración de varios videojuegos. Por desgracia este gran actor y director de doblaje barcelonés falleció el pasado 19 de abril.
Duración
La duración de este título ronda aproximadamente las 10-12 horas. Como siempre dicha duración dependerá de si nos paramos a explorar mucho sus bonitos escenarios o de si nos atascamos en algún puzle, lo cual no será raro, ya que algunos de sus retos son complicados pero con paciencia todo se consigue. Por desgracia el título no es rejugable, ni se desbloquea ningún extra tras acabarlo.
Curiosidades
- Candle es un juego heredero del espíritu de aventuras cinemáticas clásicas como Another World, Flashback o títulos más recientes como la saga Oddworld.
- La luz es un elemento capital en Candle, por eso sus creadores desarrollaron un shader propio haciendo uso de DirectX11 que modifica la luz y el color del entorno, diferenciando entre los diferentes estados de la vela.
- El equipo original de Candle constaba inicialmente con solo 2 personas, pero posteriormente se fue incorporando el resto del equipo.
- Todo el equipo de Teku Studios estaba dedicado al 100% del desarrollo, trabajando todos los días y muchas hora sin percibir ningún ingreso por ello, motivo por el cual lanzaron una campaña de crowdfunding cuyo objetivo era recaudar 40.000$, porque necesitaban un último empujón económico para terminar el desarrollo del juego. Por suerte lo lograron y aquí tenemos el resultado.
- Candle: The Power of the Flame también recibirá una versión física en el futuro, la cual aparece listada para el 14 de septiembre y su precio será de 29,95€.
Conclusión
Candle: The Power of the Flame es uno de los videojuegos más bellos que he tenido el placer de jugar en estos últimos años. Este título combina perfectamente los géneros de la aventura gráfica y los plataformas para traernos una aventura maravillosa, con un apartado audiovisual magnífico y puzles ingeniosos, pero sobre todo con lo que me quedo es con el gran amor puesto por sus desarrolladores, el cual se nota a leguas. Los videojuegos son arte y sin duda Candle: The Power of the Flame es arte en movimiento.
Una vez más se demuestra que a pesar de los pocos recursos de los que disponen los estudios indies españoles, las buenas ideas prevalecen y tras mucho esfuerzo y sacrificio, todo trabajo acaba dando sus frutos. No me queda más remedio que aplaudir esta gran obra Teku Studios.
Candle: The Power of the Flame está disponible en formato digital, a través de la eShop de Switch, desde el 26 de julio a un precio de 19,99€ (actualmente cuenta con una promoción de un 20% de descuento hasta el 2 de agosto, por lo que cuesta 15,99€). Deberéis tener un espacio libre en vuestra consola de 3,5 GB para poder descargarlo.