[Análisis] Nihilumbra
Si algo nos ha proporcionado los videojuegos es poder imaginarnos como es lo inimaginable. El Vacío es uno de esos espacios en los que nada se sabe pero que acaban apareciendo en las obras audiovisuales, tanto en videojuegos como en cine. Nihilumbra es uno de los que coquetea con él y en este análisis os diremos qué nos hemos encontrado.
Normalmente la industria del cine americana ha sido la encargada de darle forma al Vacío, pero Nihilumbra ha sido desarrollado por el equipo barcelonés BeautiFun Games. Aunque Nihilumbra fue su primer proyecto profesional, el estratégico juego de Megamagic: Wizards of the Neon Age fue su segundo proyecto al que próximamente se unirá un tercero llamado Professor Lupo and his Horrible Pets.
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Los tres proyectos son ficticios relacionados con el espacio, así que no es de extrañar entender su pasión por lo desconocido. Nihilumbra experimenta con el Vacío y con nosotros como jugadores. Una voz en off nos acompañará por nuestro viaje ayudando a Born, un ser que escapa del Vacío para conocer la Tierra. Además, esta misma voz será la encargada de cuestionarnos nuestra forma de ser como jugador y la existencia de nuestro protagonista en ese mundo.
En su primera escapada nuestro protagonista se encuentra con un espantapájaros y decidirá tomar su forma con el fin de adaptarse a su nuevo mundo. Durante los 5 mundos que recorreremos iremos encontrando colores, los cuales tendrán diferentes efectos en la superficie que pintemos. Además, cada mundo estará predominado por un color, que será el que encontremos como habilidad. Es decir, en las montañas nevadas conseguiremos el azul y en el bosque el verde, dando así una gran cohesión entre jugabilidad y escenario.
Cada color cambiará la física del terreno dependiendo de si lo usamos para un enemigo o para beneficio propio. El azul nos hará resbalar, pero a cambio obtendremos más velocidad para superar grandes saltos; los enemigos, en cambio, no podrán evitar caer por el bordillo por culpa de la fricción en el suelo y su imposibilidad de saltar.
En cada mundo nos encontraremos nuevos enemigos que el Vacío expulsará para hacer que vuelvas a tu verdadero hogar. Estarán los rasos que se verán afectados por todo tipo de color o una especie de caracol que borrará todo color que se interponga. Aún así, todos tendrán una debilidad que deberemos aprovechar para superar los desafíos que nos propone Nihilumbra.
Será fundamental conocer las diferentes utilidades de cada color, ya que más tarde nos será muy útil para poder combinarlos con los demás y resolver los puzles con facilidad. El reto que nos presenta es muy sencillo, haciendo así que el juego sea muy accesible para los menos experimentados en los videojuegos. No obstante, el desafío propuesto no satisface a los jugadores más experimentados.
Por fortuna, BeautiFun Games ha pensado en todo tipo de público, ya que al acabar por primera vez el videojuego, podremos volver a rejugar los mismos mapas pero ofreciendo desafíos distintos y más complejos. En esta segunda pasada, habrá pantallas que no podremos pintar un color en específico porque una flor se encargará de absorber ese color.
Con esto, Nihilumbra consigue crear nuevos puzles reutilizando un mapa y exprimiendo todas las posibilidades que permite el juego y que no se habían explorado hasta ahora. Gracias a esto, el jugador vuelve a sentir esa sensación de empezar de cero y aplicar todo lo aprendido en estos nuevos puzles. Aún así, echamos en falta algo de imaginación en los desafíos que propone, ya que una vez has experimentado los primeros, el resto resultan bastante sencillos de resolver.
Los componentes de El Vacío
Artisticamente es bastante variado, recorriendo distintos mundos y escenarios que el Vacío irá destruyendo. A diferencia de los enemigos, nuestro protagonista está muy bien animado, reaccionando según el lugar en el que estemos. Por ejemplo, en el volcán sudará si nos mantenemos quietos demasiado tiempo, aunque en las montañas heladas estornudaremos por el frío.
Por otro lado, al sonido le pesan los años y se nota la compresión de audio. Los agudos y los graves prácticamente son inexistentes y el resultado final resulta hasta molesto. Además, hemos echado en falta algo más de trabajo en los efectos de sonido.
En lo técnico cumple su función, alcanzando los 60 FPS y 720p. Como la mecánica principal es la de pintar el escenario, Nihilumbra hace uso de la pantalla táctil de Switch y solamente puede jugarse en modo portátil. Si juntamos los logros junto al segundo recorrido, la duración podría extenderse hasta las 3-4 horas.
Vaso medio vacío
Explorando lo inexplorado encontramos la nada. El Vacío de Nihilumbra ofrece variedad de puzles y una buena cohesión entre las diferentes mecánicas que ofrece, pero el desafío que propone es demasiado sencillo y podría no satisfacer a todos los jugadores. El pesimismo de su narrador nos contagia y acabamos viendo el vaso medio vacío. Nihilumbra ya está disponible en la eShop de Nintendo Switch con voces en inglés y textos en castellano por un precio de 6,99€ y un tamaño de descarga de 1952,45 MB.