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[Análisis] Hyrule Warriors: Definitive Edition

[Análisis] Hyrule Warriors: Definitive Edition

Parece que este es el año de los ports y las remasterizaciones para Nintendo Switch. Más allá de que Ubisoft lance South Park: Retaguardia en peligro, o Bethesda una versión especial de Wolfenstein 2, Nintendo ha querido rescatar las joyas perdidas que considera que no brillaron lo suficiente en Wii U, y tras Donkey Kong Country: Tropical Freeze, le llega el turno a Link, Zelda y un montón de personajes más en Hyrule Warriors Definite Edition.

El título está desarrollado en un principio, por Omega Force, encargados de otros juegos similares como Fire Emblem Warriors, o Attack On Titan, y tienen una amplia experiencia con el género musou.

¿Cómo le ha sentado a la saga The Legend Of Zelda esta fusión de mundos? Vamos con el tercer advenimiento del 1 contra 100 más legendario de Nintendo Switch.

Choque de eras

¿The Legend of Zelda o Samurai Warriors? Hyrule Warriors nace como la fusión de dos juegos increíblemente diferentes, pero que la historia de uno puede aplicarse a la forma de jugar del otro. Esto es, en esencia, Hyrule Warriors.

En un lugar indeterminado del mundo de The Legend Of Zelda, la bruja Cya observa al joven Link de cerca soñando algún día con tener su corazón, pero en algún momento un ente maligno le arrebata su luz interior, y la lleva a cometer un acto de asedio y conquista contra la princesa Zelda y su reino. Tanto Impa, como Link, un montón de amigos e incluso la propia princesa, lucharán para derrotar tanto al mal de amores que sufre Cya, como al mal que yace en su interior.

No, desde luego no es la historia de The Legend Of Zelda a la que Nintendo nos tiene acostumbrados, sobre todo al jugar tanto con el tema amoroso, así como usar a Link como el objeto de deseo del mal. Por lo general, Link nunca ha sido más que una personificación del jugador con poco carácter propio, y en Hyrule Warriors tampoco, y es que son los personajes externos los que le imbuyen este papel.

El plantel de personajes recorre una gran cantidad de juegos de la saga, con nombres que muchos estaréis encantados de oír, como Skull Kid, Medly o Midna, aunque también tenemos algunas ausencias incomprensibles como Lineback, o la falta de novedades respecto a las versiones previas del juego, que ahora pide a gritos incluir a Mipha, Daruk, Urbosa o Revali de Breath Of The Wild (¿quizá para una segunda parte?).

Mención a parte tiene el personaje de Lana que, aunque no tenga un papel directamente protagonista, sobre ella recae el peso argumental y sentimental de este juego.

Nintendo ya comentó que esta entrega no formaba parte directa de la línea temporal en la saga, así que no nos pondremos a buscar incoherencias de guion porque es muy probable que las encontremos.

No queremos decir, directamente, que Hyrule Warriors sea un videojuego que tiene como núcleo la satisfacción de los fans de The Legend Of Zelda, pero si que se ha tenido en cuenta su opinión, y se ha enfatizado en la historia de amor interminable entre Link y Zelda.

Mundos inestables

Con el desarrollo multiplataforma ocasional en Nintendo, la llegada de Hyrule Wariors Legends a Nintendo 3DS demostró que la portátil es una todoterreno, y que puede hacer frente a títulos de cualquier calibre. Eso sí, se perdieron cosas importantes a nivel técnico por el camino, como la estabilidad en el modelo antiguo de la consola, o con el efecto 3D estereoscópico activado.

También se perdió una enorme calidad en las texturas, que en Wii U tampoco eran gran cosa, pero junto con la reducida distancia de dibujado y el menor número de enemigos en pantalla, la experiencia portátil se quedó un poco por debajo de la versión de sobremesa.

Pero esto fue hace ya dos años, y ahora tenemos en nuestras manos y en nuestros televisores Nintendo Switch, una consola más potente que Wii U y portátil, como Nintendo 3DS. Esto se traduce en que se pueden conseguir, en esta consola, los mejores resultados técnicos del juego hasta el momento.

Pues bien, así ha sido, aunque creemos que los apartados están un poco desequilibrados. Tenemos un Hyrule Warriors corriendo a 1080p de resolución en modo televisor y 720p en portátil, y un framerate desbloqueado que baila por debajo de las 60 imágenes por segundo.

Resulta impresionante ver a cientos de enemigos en pantalla, en mayor número que la versión de Wii U, y a 60 fps, aunque no siempre sean estables. No es un halago: en realidad, a nuestro juicio habría sido más oportuno reducir la resolución en televisión a costa de una buena estabilidad, aunque no caiga a valores preocupantes.

Se nota que en modo portátil la consola sufre más, y aunque seguimos teniendo un framerate bastante bueno, en algunas pantallas y con mucho jaleo en pantalla, la cosa se tuerce bastante, aunque no llega a ser especialmente molesto, y no es algo que no hayamos visto en las demás versiones del juego.

Hemos encontrado problemas gráficos de todo tipo, como popping, clipping, y problemas con las animaciones, aunque no llega a resultar molesto. Habría sido una buena oportunidad para pulir todos estos aspectos que, de una forma u otra, estaban presenten en las otras versiones del juego.

En esta ocasión, y siendo el estilo gráfico que más parece gustar a los fans, se ha elegido representar el mundo de Hyrule Warriors con un estilo de dibujo bastante serio, muy parecido al que pudimos ver en Twilight Princess, pero que se permite tomar ciertos aspectos de algunos estilos japoneses habituales, como un Link con rasgos más femeninos que de costumbre.

No se ha hecho mucho énfasis en la representación de algo a los que el equipo de Omega Force y Team Ninja nos tiene acostumbrados: los pechos. Ante todo, se trata de una entrega de The Legend Of Zelda encargada por Nintendo, y aunque Cya muestra quizá una exuberancia desorbitada, no es la tónica general del juego.

Los contenidos DLC en las anteriores versiones del juego trajeron una variedad necesaria tanto en personajes como en escenarios, aunque estos últimos siguen quedando bastante escuetos. La mayoría de ellos están basados en entregas de la saga de diferentes generaciones, y aunque su representación no es fiel, si que tienen rasgos y características que los hacen reconocibles.

La interfaz de los menús tiene un orden lógico e intuitivo, así como un aspecto agradable que muestra mucha información en pantalla, aunque no de forma caótica. Además, están adaptados para que sean perfectamente visibles tanto en formato portátil como televisión.

La banda sonora está compuesta, casi en su totalidad, por remasterizaciones y remezclas de distintos juegos de la saga, eso si, todos ellos con un estilo más dinámico y potente que los originales. Especial mención a la versión del tema principal de Wind Waker que podemos escuchar en muchas pantallas del mapa de los mares.

Los fans acérrimos notarán que la voz de algunos personajes no es exactamente la misma que la de los juegos originales, por ejemplo, la de Midna o la de Fay. Aun así, tienen un parecido bastante bueno y los jugadores que tienen un recuerdo lejano de los juegos originales, o no los jugadores, les parecerán representaciones perfectas.

Lucha eterna

Aunque los juegos tipo “uno contra cien” no sean excesivamente populares en Occidente, en Japón es un estilo que lleva vigente desde que las consolas tuvieron capacidad suficiente para moverlos. Ahora, con el hardware de actual, incluido un sistema portátil como Nintendo Switch, podemos tener a cientos de personajes en pantalla moviéndose en grandes escenarios abierto y con una buena calidad de imagen.

Se trata de un juego bélico, donde tendremos que derrotar a hordas enormes de enemigos con nuestro protagonista, que usará armas y ataques que hacen un daño masivo en el campo de batalla. Para ello, deberemos realizar una serie de combos que podremos ir desbloqueando mediante mejoras de personaje. El toque RPG lo trae la recolección de elementos coleccionables, objetos que dejan caer los enemigos, así como la obtención de insignias gracias a ellos y las subidas de nivel de cada personaje.

No es un juego en el que tengamos que dejarnos horas y horas en recoger materiales como Monster Hunter, pero si que tendremos que completar algunas pantallas varias veces para conseguir todos sus objetivos.

Puede que, en un principio, las posibilidades de juego parezcan pocas, pero cada personaje cuenta con su arma o armas particulares, y cada una de ellas tiene la posibilidad de ampliar su abanico de movimientos mediante insignias. Además, cada una de esas armas tiene distintos niveles de poder, que podremos desbloquear en un modo especial.

Aunque cada batalla sea distinta y tenga distintos objetivos, como proteger a un personaje, conquistar las bases enemigas o derrotar al comandante jefe de la fase, puede dar sensación de repetición a gran cantidad de jugadores, ya que siempre se resolverá de la misma forma: acabando con enemigos. Es por ello por lo que no es un juego para todo el mundo.

El modo historia principal, llamado Leyenda, es alrededor del 10% de lo que ofrece el juego: donde de verdad está la clave es en el modo Aventura. Este modo de juego, sin una historia principal, nos llevará por mapas basados en algunos juegos de la saga. Cada casilla será una batalla con recompensas si lo hacemos correctamente, valorado mediante un sistema de puntuación de medallas.

En estos mapas podremos desbloquear personajes, armas, trajes o aumentos de vida, siguiendo distintas reglas con los objetos clásicos de cada uno de los juegos. Nos parece un modo increíblemente adictivo, y que en los niveles más altos es muy difícil.

Completar el modo historia, incluida la parte Wind Waker, puede llevarnos más de 10 horas, pero completar los mapas del modo aventura, puede sobrepasar los cientos y cientos de horas con facilidad (no, no es una errata). Completar todos los retos, misiones y obtener todas las recompensas de todos los mapas lleva tantísimo tiempo que, fácilmente, podríamos decir que es eterno.

Lo que mantiene enganchado al jugador en este modo es desbloquear todo el contenido del juego que, entre trajes, personajes, armas y más, se cuentan por cientos.

Sin ninguna duda, es el punto del juego que más aumenta su valor.

Sin campeones

Nintendo Switch es la primera plataforma portátil en la que se lanza Hyrule Warriors que permite el modo multijugador activo. El paso a 3DS eliminó cualquier atisbo de modo multijugador, aunque incluyó un sistema de hadas para tener más herramientas durante las batallas. Este modo de juego sigue vigente en la versión para Nintendo Switch, y ofrece un montón de contenido del que no se hace mucho alarde.

En cambio, podremos jugar el juego al completo en modo para dos jugadores, tanto el modo Leyenda, como el modo Aventura o Libre. El rendimiento se reduce, como cabe esperar, pero se mantiene la resolución a 1080p, y los fps no se reducen lo suficiente como para hacer la experiencia molesta. Un problema en Wii U que soluciona la potencia de Nintendo Switch. Este modo de juego solo está disponible en la misma consola.

Podremos utilizar hasta 5 figuras amiibo por día que nos darán armas, materiales o dinero.

Y como contenido exclusivo de la versión de Nintendo Switch, se han añadido dos trajes especiales para Link y Zelda basados en su aspecto en The Legend Of Zelda: Breath Of The Wild. Lamentablemente, solo son skins de sus respectivos personajes, por lo que no tendrán más novedades.

La batalla más grande de Hyrule

Un juego más que se une al catálogo de Nintendo Switch, aunque sea rebotado de Wii U, pero que viene de perlas para engrosar la lista de títulos actualmente disponibles, especialmente el género musou, que no abundan especialmente en la consola híbrida.

El juego era una buena apuesta en cualquiera de las anteriores consolas, aunque esta versión para Nintendo Switch se convierte en la mejor opción si queremos disfrutar de Hyrule Warriors.

El tipo de juego no es para todo el mundo, pero sin duda es un excelente título musou con una cantidad ingente de contenido que, unido a la temática y personajes de The Legend Of Zelda, puede gustar tanto a los fans del género como de la saga.

Más enemigos en pantalla que nunca para probar nuestros devastadores ataques en un verdadero espectáculo visual, tanto a nivel de rendimiento como de resolución. Y lo mejor de todo: también puedes llevarlo contigo a cualquier lugar.

Hemos notado también que es uno de los juegos que más rápido han consumido la batería de Switch en modo portátil, y es que la fiel representación al modo televisor tiene un precio.

Nos quedamos con ganas de que, en el futuro, Team Ninja y Omega Force se atrevan con un nuevo juego de Hyrule Warriors perfeccionando todo lo aprendido con este juego e incluyendo personajes que se han hecho ya, tan imprescindibles, como Urbosa o Revali.

Mientras tanto, tenemos cientos de horas por delante derrotando enemigos y conquistando el campo de batalla.

8.4

[Análisis] Hyrule Warriors: Definitive Edition

Puntuación Nintenderos: Muy recomendado

  • Historia:
  • Jugabilidad:
  • Gráficos:
  • Sonido:
  • Duración:
  • Multijugador:
Destaca en:
  • El plantel total de personajes con sus distintas armas ampliables da al juego la cantidad de contenido perfecta.
  • El modo multijugador a pantalla partida mantiene el tipo a nivel técnico y ofrece una experiencia para dos personas al completo.
  • Los mapas del modo Aventura y la forma de desbloquear contenido es adictiva y desafiante.
  • El logro técnico que supone correr el juego a una resolución de 1080p y alto rendimiento, con cientos de personajes en pantalla.
Flojea en:
  • Algunos problemas gráficos que no se han pulido tras versiones anteriores del juego.
  • El contenido extra de Breath Of The Wild se hace insuficiente y nos deja ganas de más.
  • Algunas mecánicas, como las hadas o los elixires, pueden pasar desapercibidas dada su relativa importancia.


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