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[Análisis] Hollow

Poco a poco vamos viendo como el género de terror se anima a ir apareciendo en Nintendo Switch, y desde Forever Entertainment han querido aprovechar esta puerta que se abre para colarse hasta el fondo con Hollow, un survival horror espacial con el que vienen dispuestos a darnos una buena ración de sustos, incluso allá donde nos movamos con nuestra máquina híbrida. ¿Os atrevéis?

La soledad del espacio

Despertamos en la Shakhter-One, una gigantesca nave espacial cuyo fin siempre fue extraer mineral del planeta Júpiter, como solución a la crisis del petróleo que se vivía en la Tierra. Y, sin recordar nada en un principio, nos metemos en la piel de uno de estos tripulantes que se encargaba de transportar el material a nuestro planeta.

La premisa de Hollow parece sencilla, pero la atmósfera creada alrededor de esta historia nos mete de lleno en cuestión de segundos, tiempo en el que ya sentiremos la angustia y la sensación de soledad que nos invade al estar perdidos en una inmensa nave que flota cerca de Júpiter.

Poco a poco iremos descubriendo que las cosas no marchan bien, y que esos ruidos que constantemente vamos escuchando, se deben a algo más que una simple sugestión, ya que una serie de criaturas han tomado la nave y vendrán a por nosotros con cualquier intención menos con la de ser nuestros amigos. Por suerte, el juego pronto nos presenta la opción de defendernos con un par de armas de fuego, por lo que ya nos damos cuenta que el título adquiere dotes de shooter en un entorno terrorífico.

Tenemos la historia y las primeras claves del juego, pero, ¿sabrá implementarlas y combinarlas como se espera en este género?

Media luna, luna menguante

Lo cierto es que pronto nos daremos cuenta que Hollow nos da una de cal y otra de arena, ya que si por un lado nos sorprende su planteamiento y la historia nos incita a querer avanzar y saber más, su aspecto gráfico nos puede llegar a echar para atrás. Tiene muchas cosas por mejorar en el aspecto técnico: texturas pobres, modelados mal construidos en unos enemigos cuya variedad brilla por su ausencia y el abuso de un efecto de “suciedad” que, si bien en un principio puede parecer un recurso del juego para marcarse un estilo propio, acabamos dándonos cuenta que en realidad es un mero parche para tapar las carencias gráficas con las que nos podemos encontrar.

Tampoco debemos olvidarnos de las caídas de frames cuando varios enemigos aparecen en pantalla que, aunque no nos impidan continuar jugando, en determinados momentos se torna bastante molesto. Estas ralentizaciones también se producen cuando cambiamos de tramos diferenciados dentro de la nave, donde el juego se congela literalmente durante unos cuantos segundos. Estos defectos los tendremos presentes y visibles tanto en modo sobremesa como en modo portátil, aunque no todo será malo en este apartado, ya que los detalles presenten en la nave y la iluminación de todo lo que nos rodea, sí que cumplen de manera correcta.

Por suerte, el apartado sonoro compensa las limitaciones gráficas comportándose de manera notable y actuando como cabría esperar en un título de este género. Los ruidos constantes, los sobresaltos, las melodías, los gritos de los enemigos… todo está bien implementado para hacernos sentir un terror universal. Por supuesto, recomiendo encarecidamente jugarlo con auriculares siempre que sea posible, ya que lo disfrutaréis mucho más. También disponemos de unas voces en inglés, al igual que los textos, que se agradecen pero que no destacan por nada en especial.

Por cierto, dentro de su ambientación, se agradecen el tipo de detalles como el que veis justo bajo estas líneas, donde Forever Entertainment hace referencia a otro de sus títulos aparecidos en Nintendo Switch como Frederic: Evil Strikes Back.

Fuego universal

En cuanto al aspecto jugable, Hollow no propone grande virguerías: nos movemos con los sticks cual shooter al uso, disparamos con ZR o con ZL y desplegamos con los botones frontales las funciones típicas, como abrir un pequeño mapa de ruta, recuperar salud con las jeringuillas que encontramos repartidas por la nave, saltar, agacharnos, recargar o usar el botón de acción para abrir puertas y activar mecanismos.

Entre estos mecanismos, debemos resaltar sobre todo los ordenadores, que aparecerán en diferentes salas siempre con el distintivo en verde llamativo, para que sepamos que ahí tenemos un pequeño puesto de control donde podremos leer los mensajes de un enigmático compañero que nos va guiando por la nave –aunque nunca llegaremos a verle en persona-, echar un vistazo a los documentos y pósters que vayamos recogiendo –estos pósters serán de muchachas con mucho calor y poca ropa- y lo más importante, guardar nuestra partida.

Dentro de la fluidez en el manejo sí que deberíamos señalar un par de aspectos. Por un lado, el movimiento de nuestro personaje no es tan suave como cabría esperar, teniendo en ocasiones esa sensación de que se mueve demasiado lento, y aunque podríamos decir que es por la falta de gravedad del espacio, lo cierto es que podría haberse implementado mejor para dotar al juego de una experiencia más agradable. Por otro lado, y como ya hemos señalado antes, se puede abrir fuego tanto con ZR como con ZL, lo que significa que no tenemos ningún botón de apuntado que nos ayude a fijar algo mejor el objetivo y hacer un pequeño zoom para tal fin. Todo lo que apuntemos será mediante nuestro movimiento natural de los dos sticks.

Un viaje relámpago

Hollow es uno de esos títulos cuya historia va mejorando y haciéndose más interesante de una forma progresiva. Sin embargo, el final de la misma llega demasiado pronto y os encontraréis acabando el juego en cuestión de cuatro o cinco horas, como mucho. Ya de por sí este número de horas se torna corto, pero con esta evolución de la historia que os comentamos, acaba dejando con ganas de más.

Por otro lado, el título no ofrece ningún aliciente para ser rejugado, salvo la opción de pasároslo en sus diferentes niveles de dificultad. Por tanto, olvidaos de multijugador, algún modo alternativo o recompensas de algún tipo. Esto hace que Hollow acabe siendo un juego tremendamente corto que vuelve a dejarnos a medias entre una historia interesante que va creciendo y una brevedad que sienta como un jarro de agua fría.

Probablemente en su segunda parte, los chicos de Forever Entertainment aprendan de todo lo mejorable en esta entrega para traernos un título mucho más completo. Y sí, he dicho su segunda parte porque el propio estudio lo ha confirmado dentro del propio juego.

Conclusión

Hollow es un título de terror con muy buenas ideas que acaba quedándose a medias en muchos aspectos: mientras su historia engancha y mejora progresivamente, su corta duración nos devuelve a la realidad, y mientras su ambientación y su sonido nos meten en tensión con algún que otro susto de por medio, su apartado técnico nos saca de esa tensión con un importante abanico de defectos que se deben pulir. Así pues, nos encontramos con un juego que viene a aportar más chicha a un género que muchos usuarios queremos ver crecer en Switch, pero al que le queda mucho por mejorar. Si queréis probar esta experiencia de terror espacial, podéis hacerlo al precio de 17,99 € desde la eShop de Nintendo Switch, siempre que dispongáis de 2,1 GB de memoria.

https://www.youtube.com/watch?v=11yXmL_DEF0

6.8

[Análisis] Hollow

Puntuación Nintenderos: Buen juego

  • Historia:
  • Jugabilidad:
  • Gráficos:
  • Sonido:
  • Duración:
  • Multijugador:
Destaca en:
  • Una historia que gana en interés e incertidumbre de manera progresiva.
  • Sabe crear tensión en muchos momentos, apoyándose en un notable apartado sonoro.
Flojea en:
  • Muy mejorable en el apartado técnico.
  • Es extremadamente corto y no ofrece motivos para rejugarlo.