Análisis Análisis Switch Nintendo Switch

[Análisis] Aegis Defenders

[Análisis] Aegis Defenders

Los proyectos en Kickstarter o cualquier otra vía de micromecenazgo en internet a veces sufren un pequeño estigma: suele cernirse una mal en forma de dudas sobre ellos por vender un producto que todavía no se ha completado y no hay una garantía real que cumpla con lo prometido. En Nintendo hemos tenido algunos dramas con Yooka-Laylee y Mighty No. 9, que incumplieron algunas promesas proyectadas al principio. Yooka-Laylee promitió salir en Wii U y acabó modificando el lanzamiento a Nintendo Switch, Mighty No. 9 acabó en las tiendas sin contar con la calidad que se prometía en un inicio y, todavía a día de hoy, no ha recibido la versión en 3DS que prometían desde Kickstarter.

No obstante, poco hablamos de los juegos que hacen justamente lo contrario: cumplen lo que prometen o incluso van más allá. Lo cierto es que los videojuegos indie se producen en un porcentaje altísimo a través de páginas como Kickstarter, y debemos alegrarnos de ver una cantidad de juegos inmensa que tengan su razón de ser gracias a este nuevo modelo de financiación. Shovel Knight es el videojuego que mejor ejemplifica el éxito del micromecenazgo para este analista: Yacht Club Games ha dado una extensión enorme a la excelente primera parte que los backers pagaron y, además, han conseguido un éxito alternativo rotundo a través de la venta del juego después de completado.

Aegis Defenders, de Guts Department, ha visto la luz gracias a este sistema de financiación de videojuegos. Y es otro caso satisfactorio. Hats off to Kickstarter!

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Un batido de géneros

Coged una batidora eléctrica de vaso grande, por lo menos de dos litros. En él habrá que echar una gran cantidad de ingredientes. El primero de todos es un diseño de dibujo pixel art 2.5D, que muestre las ruinas de una gran civilización en medio de densos bosques radiantes durante el día y de color místico por la noche. Preciosidad digital de gran nivel.

El segundo ingrediente que debéis echar en el vaso de la batidora es una historia de una aguerrida familia —nieta y abuelo— que pretende restaurar la paz al mismo tiempo que protege la tecnología del pasado, última muestra de grandeza de la especie que está acechada por todo tipo de monstruos —desde enormes babosas rojas a gusanos terroríficos o animadas rocas bípedas—. Tratad de conseguir una narrativa parecida al futuro en ruinas que descubristeis muchos de vosotros con Link en The Legend of Zelda: Breath of the Wild hace cosa de un año.

Posteriormente, introducidle el género. Qué digo el género, LOS géneros. Poned a la vez mecánicas y controles propios de los plataformas de acción de scroll lateral tipo Metroid, y secuencias en espacios encerrados en los que la familia aguerrida —y sus colaboradores posteriores— deba hacer frente a oleadas de enemigos. Por supuesto, permitid que Clu —la nieta— y Bart —el abuelo—, y también sus colaboradores posteriores, planten minas, torretas, obstáculos, trampas, etc., para que el resultado final tenga un toque distintivo de tower defense. Asimismo, de igual manera que en Metroid, poned un sistema de mejoras dentro del vaso para que cada uno de los personajes jugables —cuatro en total— muestren un progreso que hará que queráis probar nuevas habilidades para aplacar las hordas de enemigos en las secciones de tower defense o para poder superar los niveles de plataformas con scroll lateral y sus pequeños puzles.

Finalmente, nutrid la historia del videojuego con excelentes ilustraciones y viñetas que cuenten más que mil palabras. Con un estilo profesional tan logrado que cueste creer que menos de una decena de personas han logrado crear esta obra. Las partes con texto, que deben ser constantes, deben estar escritas con sentido del humor —echadle limón, que sea un humor bien ácido— y también con un aire de trascendencia necesario que case con el tema del videojuego: la resurrección de los símbolos del pasado, los de un gran civilización que, lamentablemente, ha sido derruida.

Poned sobre todo esto una bolsa entera con cubitos de hielo y dadle al botón de On. Que se bata bien batido. Si no os habéis confundido con algún ingrediente, tendréis un más que notable juego para vuestra querida Nintendo Switch. Eso sí, es importante servirlo en cooperativo porque sino puede que se os haga un poco cansado.

P.S: Por cierto, previamente he hablado de Shovel Knight como gran ejemplar de los juegos de Kickstarter. Este juego tiene una colaboración con el videojuego de Yacht Club Games y la pala e incluso el personaje principal del juego —el propio Shovel Knight— aparecen en Aegis Defenders. No es la primera vez que el caballero de la pala aparece en otros juegos; sin buscar, recuerdo Yooka-Laylee, Runbow, Gunvolt 2 y, al parecer, aparecerá también en Travis Strikes Back de Suda51. Que aparezca en estos juegos es una especie de sello de calidad, pues todos son buenos títulos independientes. Así de bueno es Aegis Defenders.

Conclusiones

Básicamente, Aegis Defenders es bueno porque encuentra un equilibrio entre todas las ideas que reúne. Las secciones de tower defense cuadran muy bien después de haber superado pequeños niveles de plataformas 2.5D de tipo metroidvania. Además, la progresión del juego está bien diseñada, así como el estilo artístico, la narración de la historia y el diseño de los personajes. Aunque no brille, puedes ver una mirada de asentimiento en los jugadores que juegan en cooperativo durante cada una de las partes del juego.

Aegis Defenders salió en la eShop de Nintendo Switch el pasado 8 de febrero a un precio de 19.99 €. Textos en inglés o japonés (son abundantes).

8.0

[Análisis] Aegis Defenders

Puntuación Nintenderos: Muy recomendado

  • Historia:
  • Jugabilidad:
  • Gráficos:
  • Sonido:
  • Duración:
  • Multijugador:
Destaca en:
  • Su coop es perfecto; de hecho, es la manera recomendable de jugarlo.
  • Los dos grandes géneros que mezcla (plataformas y tower defense) casan la mar de bien.
  • Largo.
  • Es un buen desafío al final.
Flojea en:
  • Al principio es fácil y tarda en complicarse.
  • No es un juego muy atractivo para jugar solo.