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[Análisis] Oh… Sir! The Hollywood Roast

[Análisis] Oh… Sir! The Hollywood Roast

Si alguien nos dijera hace tiempo que acabaríamos jugando a excentricidades como un simulador de insultos no nos lo habríamos creído. Sin embargo, para eso están Vile Monarch y Gambitious, llevando hasta Nintendo Switch un curioso título de combate a través de los improperios más disparatados con Oh… Sir! The Hollywood Roast, entrega que supone un spin-off con glamour del primer título Oh… Sir! The Insult Simulator, que también se encuentra disponible en la máquina híbrida. En este caso, vamos a juzgar a las estrellas del cine como es debido. ¿Se merecerán el Oscar?

Claqueta

En un principio, es difícil enfocar y tomarse en serio a un juego como Oh… Sir! The Hollywood Roast, pues no todos los días se encuentra uno entre manos un simulador de insultos. Sin embargo, una vez que nos acostumbramos a esta idea, nos adentramos en su ambiente distendido y diferente, donde nos pondremos a hilar insultos como si no hubiera un mañana.

Y es que la mecánica en este título es realmente sencilla: escogemos a uno de los personajes que tenemos disponibles en el plantel de estrellas ficticias y ligeramente modificadas respecto a sus alter ego, como por ejemplo un “Dirty Potter” o una “Marilyn Morpheus”. Después, podemos empezar tomando unas clases básicas para aprender el noble arte de elaborar insultos, donde se nos mostrará la dinámica de los combates, teniendo en el medio de los dos personajes que se enfrentan diferentes frases y palabras para elegir –en un perfecto inglés, cabe destacar- e iremos seleccionando las que mejor nos convengan por turnos, es decir, escogeremos una y nuestro contrincante otra, para pasar de nuevo a nuestro turno. Contamos con el as en la manga de tener dos frases propias que podremos seleccionar con el botón L o R y que en ningún caso podrá arrebatarnos nuestro enemigo.

Una vez aprendidos los métodos básicos para construir improperios de diferente calibre, veremos que tendremos la posibilidad de efectuar un golpe maestro en forma de frase final que acompañe a nuestro insulto, siempre que tengamos la barra correspondiente con suficiente energía. También descubriremos que, si en cada ráfaga de insultos usamos de nuevo el mismo sujeto, obtenemos un combo que nos multiplica la puntuación obtenida.

Dependiendo de nuestra originalidad para insultar, recibiremos más o menos puntos, que se verán incrementados si tocamos el punto débil del rival, como por ejemplo, hacer referencia a su belleza, a su juventud, a su masculinidad…etc.

Los efectos especiales

El apartado técnico de Oh… Sir! The Hollywood Roast no es nada del otro mundo. De hecho, puede quedarse bastante pobre en determinados aspectos gráficos, pero el juego busca esa sencillez extrema para seguir dando forma a la parodia que se trae entre manos. Y es que, cuando vemos los rostros caricaturescos de los personajes, se nos llega a olvidar que gráficamente es un juego que no pasaría del suspenso.

Sabe compensar la simplicidad gráfica creando una ambientación acorde a lo que el título propone, y resulta uno de los mejores aspectos del juego. Las animaciones de los personajes cuando atacan y cuando reciben golpes, las introducciones y los cierres de los combates, los escenarios que hacen referencia a clásicos del cine… todo se conjura para hacernos sentir que nos reímos de Hollywood de la mejor forma.

El sonido potencia esta ambientación tan bien construida de la que hablamos, acompañando con los temas musicales de manera acorde a cada escenario y llevándonos de nuevo al espacio humorístico con determinados efectos como el público que se sorprende y se ríe a carcajadas o los tonos que determinan que hemos recibido de lo lindo. Cada personaje espeta sus insultos a viva voz en la lengua de Shakespeare y la verdad es que es un punto más a resaltar en el apartado sonoro. Una pena que el juego no haya llegado traducido al español, tanto en textos como en su doblaje, lo que habría atraído a un mayor público al que el inglés pueda cerrarle puertas a la hora de entender los chistes.

Un guión de corto recorrido

Entre los modos de juego que presenta Oh… Sir! The Hollywood Roast encontramos como principal el modo Career, donde escogeremos a un personaje e iremos venciendo a diferentes enemigos hasta llegar al boss final, cual arcade de lucha se tratase. Dependiendo los objetivos que hayamos conseguido contra cada enemigo, tendremos al final más o menos Golden Parrots, que son las estatuillas con las que se nos premiarán en nuestras victorias. Como incentivo en este modo, podemos pasárnoslo con los diferentes personajes para conseguir todas las estatuillas con cada uno e ir desbloqueando los que no se encuentran seleccionables desde un principio. Es un modo es realmente corto, pues consta de cuatro batallas más el boss final, que una vez derrotado, nos dará paso a los títulos de crédito.

Antes de hacer inmersión en el modo principal, y como ya hemos comentado antes, podemos tomar unas pequeñas clases a modo de tutorial, donde se nos enseña a crear los insultos en una batalla. También tenemos la posibilidad de librar una simple batalla sin necesidad de pasar por el modo Career, además de un modo multijugador donde se nos da la posibilidad de jugar a dobles con un Joy-Con cada uno. Respecto al online, a pesar de que el juego cuenta con un modo disponible, me ha sido imposible conectar con ningún oponente en línea, probando en diferentes horas y distintos días, probablemente fruto de la escasa comunidad de jugadores con la que cuente el título en este momento.

Por tanto, nos encontramos ante un contenido bastante limitado, donde además hay que destacar que puede llegar a hacerse repetitivo tras unas horas de juego, ya que muchos insultos se terminan repitiendo y algunos pueden llegar a carecer de esa chispa humorística, puntuando simplemente por construir correctamente la frase para salir del paso, como por ejemplo: “Tu maestro me recuerda a tu psicólogo” o “En tu última película debería actuar tu anterior película”.

Conclusión

Oh… Sir! The Hollywood Roast plantea una idea diferente y disparatada a la que envuelve con una ambientación única y un sentido del humor con luces y sombras. No todos los días jugamos a un simulador de insultos, por lo que resulta una propuesta atractiva que, sin embargo, acaba haciéndose repetitiva tras unas horas de juego, algo que viene acentuado por su escaso contenido. Eso sí, las risas pueden estar aseguradas, sobre todo si lo jugáis con amigos compartiendo Joy-Con. Si queréis probar algo distinto sin invertir demasiado tiempo en ello y el inglés no os supone un problema para entender los diferentes insultos y chistes que se pueden llegar a construir en este título, los 3,49 € que cuesta os resultará una buena inversión dentro del catálogo de la eShop de Nintendo Switch. En cuanto a su peso, necesitaréis 591 MB de memoria libres para poder instalarlo.

5.0

[Análisis] Oh… Sir! The Hollywood Roast

Puntuación Nintenderos: Nada del otro mundo

  • Historia:
  • Jugabilidad:
  • Gráficos:
  • Sonido:
  • Duración:
  • Multijugador:
Destaca en:
  • Su propuesta original y excéntrica.
  • Su ambientación cargada de personalidad.
Flojea en:
  • Escaso contenido.
  • Se acaba haciendo repetitivo.


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