[Análisis] Baseball Riot

10tons trae hasta Nintendo Switch una propuesta sencilla como Baseball Riot, basado en la dinámica de juegos que bien podríamos ver en teléfonos móviles – de hecho, este se encuentra disponible en la oferta de dispositivos inteligentes- y que se asemeja a la propuesta de clásicos como Angry Birds. En este caso, los puzles se resuelven a golpe de bate. ¿Vemos hasta dónde alargamos su carrera?

La historia de Gabe Carpaccio

Somos la antigua leyenda del béisbol Gabe Carpaccio, un jugador al que se ha infravalorado y tratado por loco desde su propio equipo, debido principalmente al enfermizo control de la empresa de bebidas energéticas Explodz Inc., una organización corrupta que controla a sus anchas nuestro antiguo equipo y pretende hacerlo con todo en el mundo del béisbol.

Y aquí es donde debemos renacer de nuestras cenizas, reponernos de los golpes morales y demostrar a todo el mundo que de locos no tenemos un pelo, todo ello a golpe de bate a través de una serie de niveles donde deberemos dejar K.O. a los esbirros de Explodz, que van desde miembros corruptos del equipo a fans hipsters, pasando por árbitros poco imparciales.

Lo primero que se me vino a la mente al conocer la historia de Baseball Riot fue aquel capítulo de Los Simpson, en el que Homer descubría que los Isotopos de Springfield iban a ser comprados por el malvado alcalde de Albuquerque. Sin embargo, debo comentar que el capítulo creado por Groening es mucho mejor en cuanto a trama que este Baseball Riot, donde más allá de esta presentación, no tenemos ningún otro aliciente en la historia.

Strike 1

Baseball Riot tiene una tónica jugable extremadamente sencilla: se nos presentan diferentes escenarios cerrados donde debemos golpear a los enemigos y también a las tres estrellas repartidas por la zona con nuestra bola y nuestro bate. Tendremos un número de golpes limitado que se podrá ampliar si, por ejemplo, conseguimos derribar a tres de estos oponentes a la vez con una sola bola.

Los niveles pueden superarse sin estrellas, con una, con dos o, alcanzando el pleno con tres estrellas. Lógicamente, cuantas más estrellas consigamos en los diferentes niveles más fluido será nuestro avance por el mapeado y accederemos a nuestras recompensas, en forma de niveles de bonus.

Y ya que hablamos del mapeado, se reparte simplemente como un tapete plagado de cuadrículas, divididas entre sí por bloques temáticos según el enemigo principal que pone cara a los niveles en cuestión. Una vez que completamos todos los niveles de una cuadrícula temática, se nos abrirá la opción de pasar a la siguiente, siempre que contemos con un mínimo de estrellas para ello.

En cuanto al control, nos bastará con apuntar al lugar adonde queremos dirigir la bola con nuestro pad y soltar un disparo con el botón A. Aquí hay que aplicar gran parte de nuestro ingenio, pues dependiendo del lugar donde impactemos con la bola, producirá una serie de rebotes para poder superar el nivel con holgura.

Strike 2

Las pretensiones técnicas con Baseball Riot no son demasiado altas y el resultado que luce lo demuestra. De hecho, para este tipo de juegos no se necesita mucho más, ya que se busca una diversión sencilla y directa, que se centra en la habilidad y en ese poquito de suerte.

Los gráficos llevan impregnado un estilo cartoon desenfadado que refleja un aspecto cómico tanto en Carpaccio como en los enemigos y que, aunque se ha buscado la variedad para dotar a cada bloque de niveles de un estilo, no destacan en especial. Los escasos efectos, como la rotura de cristales, las explosiones de barriles de Explodz o el rastro de la pelota van muy en la línea de este estilo que ya hemos comentado. Nada del otro mundo.

Por su parte, el sonido es igual de discreto, con unos efectos que no van más allá de los quejidos de nuestros enemigos al ser golpeados o de los diferentes objetos que llegan a romperse. Las melodías pasan desapercibidas totalmente en cuanto a calidad se refieren,  y pueden llegar a resultar repetitivas.

Los textos están en inglés, aunque realmente la carga textual es muy reducida, por lo que el idioma no supondrá una dificultad para nadie.

Strike 3

La duración de Baseball Riot va a depender de la habilidad que tengamos en superar sus más de 100 niveles. Sin embargo, ya os puedo adelantar que la dificultad no es ningún reto, por lo que no os llevará mucho tiempo en dar con la tecla para pasar por todo el mapeado y llegar a la culminación de los “tres jefes finales”, que realmente se componen de una serie de niveles random con menos intentos de lo normal para restarles vida y acabar así el juego.

Y poco más puede ofrecernos el juego de 10tons, ya que no hay ningún otro modo de juego ni mucho menos cooperativo. Ni siquiera tenemos a nuestra disposición algún tipo de ranking online por puntos o algo similar, que no le habría venido mal.

Conclusión

Baseball Riot es un juego liviano al más puro estilo Angry Birds donde debemos superar los más de 100 niveles de los que consta a golpe de bate y bola. La variedad brilla por su ausencia y la dificultad no supone ningún reto, lo que sumado a su apartado técnico desenfadado pero muy limitado y la falta de otros modos de juego, lo convierten en un juego del montón que se presta a ser comparado con juegos de móvil. Puede daros algunos ratos de diversión y resulta incluso adictivo superar los niveles más complicados, pero dentro de la alternativa de habilidad y puzles encontraréis mejores exponentes dentro del amplio catálogo de la eShop de Nintendo Switch, donde ya está disponible al precio de 4,99 € y para el que necesitaréis solamente 55,6 MB de espacio en vuestra consola.