[Análisis] ¡Mamá me ha escondido el juego!
¿Os ha pasado alguna vez que vuestra madre os escondiera la consola y tuvierais que encontrarla? A mí nunca o no lo recuerdo. Aunque imagino que los papás también lo hacen, en este videojuego quien frustra los deseos de los niños es mamá. Mi hermana, mamá de mi sobrina, le esconde la tablet a su hija cuando considera que ya ha visto suficientes vídeos cutres en YouTube con Legos, las princesas de Frozen o imágenes no oficiales de Peppa Pig con doblajes caseros por encima. Más o menos lo que sufre mi sobrina cuando le impiden ver estos vídeos basura es lo que sufre el protagonista de ¡Mamá me ha escondido el juego! cuando no encuentra su consola tipo Nintendo DS.
Los que sigáis las noticias de Nintendo al día recordaréis el último Nintendo Nindies Showcase de verano. En él se anunció este juego nada más y nada menos que en tercera posición. Tiene todo el apoyo de Nintendo para promocionar las bondades tanto de Nintendo 3DS como de Switch, la versión que analizamos a continuación.
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¿Cómo se logra tanto con tan poco?
Quiero transmitir esta idea ya de entrada: ¡Mamá me ha escondido el juego! consigue mucho con muy poco. ¿A qué me refiero? Básicamente es un juego que hace reír y sonreír al jugador mediante el tipo de puzles con los que cuenta. Hay ternura, sentido del humor muy agudo e irónico —¡el juego es japonés y todavía oigo a gente decir que los japoneses no entienden la ironía!—, e incluso transmite ánimo y buena onda a quien lo juegue. Y, como podéis comprobar en las imágenes o el tráiler de este juego, los recursos son muy limitados. Sin embargo, ¡lo consigue!
Ya escribí en mi anterior análisis mi admiración por los proyectos pequeños japoneses. No sé por qué razón del destino todos tienen una personalidad omnipotente a partir del arte de los juegos, por mucho que sean producciones tan baratas. En este caso es igual. En poco más de un minuto entiendes la relación absurda de los elementos en pantalla y el diseño tan esquemático de estos te parece la mejor elección posible. Funcional y hermoso.
A todo esto, ¿sabéis de qué va el juego? Mom Hid My Game! (como se lo conoce en inglés) es un juego de puzles tipo escape room en el que hay que deducir cómo pasarse un nivel a partir de la activación de algunas acciones. Es un juego que está para dispositivos inteligentes y tal vez muchos ya conozcáis sus mecánicas. La resolución de los puzles consiste en conseguir la consola portátil tipo DS que la madre del protagonista ha escondido en una de las dos habitaciones que hay en el juego. Por ejemplo, en un nivel el objetivo es conseguir la consola de dentro de las fauces de un cocodrilo. Para cogerla hay que poner un palo que impida al reptil morderte.
La creatividad en el diseño de niveles es desbordante. El juego es tan corto —me lo pasé en una hora— como variado. No verás dos niveles iguales —salvo un par sobre encontrar diferencias entre imágenes—. Y reitero, te reirás y lo pasarás pipa entendiendo las mecánicas inspiradas en los puzles y la temática de cada nivel. Por si fuera poco, al final te espera un giro loco de guion.
Por cierto, las ediciones de Nintendo Switch y 3DS cuentan con niveles exclusivos que no están en la versión del juego para móviles. Por supuesto, admiten controles táctiles y también —al menos la de Switch utilizada para este análisis— controles por botones. Algunos puzles te obligan a pensar cómo resolverlos, si con la pantalla táctil o los botones. Desde luego, muy WarioWare.
Conclusiones
El catálogo de Nintendo Switch suma una pequeña joya del puzle japonés de la mano de Kemco. Es un juego diminuto, pero lleno de originalidad, creatividad, absolutamente único. La cara de felicidad y sorpresa no se borra hasta el súbito final. Altamente recomendado a los amantes de los minijuegos de puzle.
¡Mamá me ha escondido el juego! saldrá el jueves 21 de diciembre en la eShop de Nintendo Switch a un precio de 4,99 €/$. Textos en castellano. Ocupa poco menos de medio gigabyte.