[Opinión] Ferias de videojuegos: un escaparate primordial de cara al público

Hace ya una semana tuvo lugar en el recinto ferial Ifema la Madrid Gaming Experience, o lo que es lo mismo, la gran feria de videojuegos que se celebra cada año en Madrid, similar a la ya acontecida en Barcelona entre los días 5 y 8 de octubre.

Claramente nuestro equipo de Nintenderos no podía desaprovechar la oportunidad de asistir a tan importante evento cada uno de los días que se celebró. En esta noticia nuestro compañero JorgeStereoX os cuenta su experiencia y los datos más importantes que tuvieron lugar durante la feria, además de las cifras referentes al número de asistentes, metros cuadrados dedicados, puestos de juego, etc., aportadas gracias al medio Hobby Consolas.

Sin embargo en este artículo de opinión quiero tratar un tema esencial y que a la mayoría de gente se le escapa: el verdadero motivo por el cual existen dichas ferias de videojuegos.

Entrada en mano y feliz de saber que iba a vivir una experiencia única, diferente a la de cualquier otro año o día, me adentré al interior de los pabellones 8 y 10. No fue hasta unas cuantas horas después cuando comprendí el motivo de por qué existen este tipos de eventos, pues al comienzo era simple y llanamente un amante de los videojuegos más que había acudido a su tan preciado Edén para poder disfrutar de su afición predilecta. La posición de los stands; el espacio designado para cada compañía y empresa; incluso la cadena de tiendas Game tomando el papel de anfitriona promocionando decenas de sillas gaming provocaban reacciones de asombro y expectación… todos querían verlo y probarlo todo, o al menos aquello que tenían apuntado en su lista de prioridades.

Nintendo apostó una vez más por llevar su buque insignia a la MGE, jugada que sin duda alguna le otorgó muy buenos resultados pues la cola de gente que había deseosa de probar el nuevo título de Mario para la híbrida era muy extensa. Debido a ello opté por ir al stand de Meridiem Games y probar Gear.Club Unlimited, el simulador de coches que está disponible en dispositivos móviles y que llegará a Switch dentro de poco. El juego lucía genial, sobre todo en modo portátil, además tuve la oportunidad de poder hablar con Rubén, desarrollador de negocio y de márketing, el cual afirmaba lo siguiente:

El título está teniendo un feedback increíble por parte del público y todos los que lo prueban salen de aquí muy contentos tras vivir esa experiencia, realmente les está encantando, también es normal debido a que es el primer juego de simulación de coches para la consola de Nintendo, por el momento no hay nada parecido en ella, por tanto a nivel de ventas esperamos que pueda llegar a ser un éxito. Por otro lado, el equipo de desarrollo está trabajando todavía en pulir algunos detalles del título de cara al lanzamiento en Switch, y gracias a la feria podemos descubrir aspectos o errores que se han podido pasar por alto y el público ha descubierto, además estamos notando que algunos controles comienzan a fallar y pensamos que puede ser por el gran uso que han tenido estos mandos a los largo del evento, de todas formas enviaremos un reporte al equipo para que averigüe a qué se debe esto.

Tras la comida la gente volvió a entrar en ambos pabellones para finiquitar aquello que tenían planeado hacer durante ese día. Los stands volvieron a llenarse de gente, niños y mayores compartiendo ilusión y entretenimiento juntos y en compañía de sus consolas o marcas favoritas. Las horas pasaron como segundos mientras probaba títulos como Mario + Rabbids Kingdom Battle, el actual Doom o el The Elder Scrolls V: Skyrim para Switch, entre muchos otros. Finalmente un par de horas antes de que aquella jornada terminara decidí darme una última vuelta por la feria para tener un vivo recuerdo de aquello, ¡algo que prácticamente debía durarme un año entero! Mi sorpresa no fue otra cuando durante mi recorrido por los pabellones veía a centenares de personas acarreando bolsas de todo tipo, ediciones coleccionistas e incluso monitores o torres de PC, fue entonces cuando mi mente se hacía la misma pregunta todo el rato: ¿a qué se debe todo ese consumo?

No tardé mucho en hallar la respuesta, tampoco era muy difícil encontrarla pero me sucedió lo mismo que a la mayoría de personas, entre la emoción y las ganas de verlo y probarlo todo no me percaté de nada más que no fuesen aquellos stands de videojuegos. Llegué por tanto a la conclusión de que tanto la Madrid Gaming Experience como la Barcelona Games World, entre otras tantas ferias y eventos más relacionados con los videojuegos no son más que un gran escaparate de cara a un enorme número de personas, la gran mayoría futuros consumidores, que tras probar cierto título, después de experimentar con cierta plataforma o relajar el cuerpo sentado en una cómoda silla gaming lo único en lo que pensará después es “necesito tener esto”, y por supuesto, ahí al lado estarán decenas de tiendas incluida Game que te dirán “aquí lo tienes, expresamente para tí, cógelo y llévatelo a casa”.

Esto no significa que todos los aficionados de los videojuegos sintamos un trastorno de oniomanía (o compra compulsiva), solo invertimos en aquello que nos va a dar un determinado tiempo de entretenimiento, como por ejemplo un videojuego, una consola nueva o un PC que sustituya al viejo Windows XP 2002 con 256 MB de RAM que es incapaz de correr ya los juegos de Facebook. Los videojuegos hoy en día es una puerta idónea al entretenimiento siempre y cuando se empleen con conocimiento y sin abusar de ellos. Todo esto no es para menos, dado que actualmente la industria del videojuego recauda ocho veces más que la industria musical y el doble que la de cine, teniendo solo en España 14 millones de consumidores. Es por ello que a mi salida no vi compradores, contemplé a padres e hijos ilusionados con jugar juntos a ese juego que han disfrutado dentro del pabellón; a hermanos que se peleaban por decidir cuál de los dos jugaba primero; a hombres hechos y derechos con PCs nuevos o ese monitor que necesitan para stremear en YouTube o Twitch su videojuegos favoritos, rodeado de todos sus seguidores y gente que le apoya. En la Madrid Games Week pude ver a gente con la misma pasión a los videojuegos que tengo yo, elegir de entre todo lo que ese gran escaparate nos mostraba aquello que mejor se adaptaba a sus gustos.

Y sí, salí con una Nintendo Switch, el Splatoon 2 y el Super Mario Odyssey bajo el brazo… total, yo también soy humano.