[Análisis] Super Beat Sports
A falta de pan, buenas son tortas, y eso debieron de pensar los desarrolladores de Super Beat Sports a la hora de llevar este peculiar juego a Nintendo Switch.
En sus primeros 9 meses de vida, la consola no ha tenido ningún juego de la saga Rhythm Paradise (aunque tiempo al tiempo), y salvo juegos como Deemo, pocos juegos de este estilo ha tenido la consola.
Ahora, Harmonix se atreve con una nueva creación para Switch, donde se mezclan dos claves importantes en un solo título: el ritmo y el juego multijugador.
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El último de la fila
En Super Beat Sports tendremos que superar entretenidos minijuegos rítmicos de estilo deportivo, golpeando los botones al ritmo de la música. Sabemos que no es un concepto nuevo, pero por el momento hay un gran vacío en este género en Switch.
El componente personal y lo que nos hace diferenciarlo del resto de juegos rítmicos es su temática deportiva.
Estéticamente no estamos ante un juego muy corriente, y es que si Tiny Barbarians DX nos sorprendió con algunas de sus temáticas visuales, Super Beat Sports hace lo propio llevándonos a un mundo lleno de marcianos y monstruos en el espacio.
Como veis, tanto el concepto de juego como su estilo gráfico está orientado a darle personalidad, y lo consigue.
Al final y, en resumen, estamos ante un juego de ritmo con deportes y marcianos. Interesante…
Un golpe de personalidad
Como ya hemos dicho, la personalidad que derrocha este juego es digan de alabar. El estudio desarrollador ha conseguido crear unos personajes divertidos y reconocibles, y un entorno tridimensional donde desarrollar toda la acción.
No queremos decir con esto que estemos ante un título puntero técnicamente. Más bien al contrario: podría ser un juego de Nintendo 64 en alta definición, aunque con mejores modelados e iluminación de elementos.
¿Es esto malo? En absoluto, y más en un título que no pretende despuntar en este sentido. La gracia de Super Beat Sports radica en su sistema de juego, y con que su apartado gráfico sea bonito, es más que suficiente.
Y así es. Las animaciones de los personajes son bastante discretas, así como la calidad de los escenarios donde se desarrollan los deportes, pero resultan lo suficientemente trabajados como para ponernos en situación.
Pero la clave audiovisual del juego es la música. Se han creado un montón de melodías bastante memorables para la ocasión, distintas y con ritmos totalmente distintos para que el juego sea bastante variado.
Ya os decimos que no son ninguna obra maestra, pero sin muy funcionales y pegadizas.
Bate en mano
En estos minijuegos de ritmo tendremos que golpear la pelota en el momento exacto, en 5 deportes diferentes: Béisbol, Voleibol, Golf, Tenis y Frontón.
Cada uno de estos deportes constituye una forma distinta de golpear la pelota, teniendo en algunos incluso que desplazarnos lateralmente, como ocurre en otros juegos rítmicos como Thumper.
Aun así, en esencia todos los deportes se reducen a pulsar, en el momento adecuado, el botón A, cambiando la representación gráfica.
Como ya os hemos dicho antes, no inventa la rueda, pero si que llena un importante vacío que hasta el momento había en Nintendo Switch.
Los tiempos carga se exceden un poco de la normalidad, tardando por lo general más de diez segundos en iniciar una partida rápida. No es mucho en otro tipo de juegos, pero si se tiene en cuenta la sencillez de los entornos tridimensionales del juego, si que resulta excesivo.
En cuanto a contenido, bien es cierto que el juego nos puede durar bastantes horas debido a la gran cantidad de melodías que se pueden tratar en cada deporte, aunque puede hacerse un poco repetitivo.
Por suerte se ha incluido un curioso modo a dos o cuatro jugadores donde cada uno toma el papel de un personaje en estos peculiares partidos rítmicos.
No para todos los modos estarán disponibles, y es que a cuatro jugadores solo podremos jugar a Pelotamiga y Raqueta rítmica.
Como curiosidad, y es que va a ser complicado usar este último modo de juego, también podremos librar partidas a ocho jugadores si tenemos dos consolas con dos juegos Super Beat Sports.
Como motivación para continuar con el juego, si hacemos bien nuestras partidas, recibiremos recompensas para nuestros avatares a modo de palos con los que golpear las pelotas, y aquí llega lo bueno. Estas herramientas se sienten de forma diferente en la mano gracias a la vibración HD de los Joy-Con de Switch. Puede que sea sutil, pero una guitarra vibrará de diferente forma (como si rasgaras las cuerdas) que un simple palo de golf, que da una vibración más seca.
Es difícil de explicar, como siempre. Este tipo de vibración hay que probarla.
Buenos ritmos
Super Beat Sports es una opción que, a primera vista, puede parecer incompleta para Switch, pero si se profundiza un poco vemos que, jugablemente, está a la altura de juegos como Rhythm Paradise.
No ha sido un juego en el que se no se haya puesto mimo. Tampoco podemos decir que se haya cuidado hasta el extremo, pero si que se ha optado por darle mucha personalidad con un estilo gráfico muy graciosete y marcado, así como en la propia jugabilidad, basando el título en los deportes.
Funciona perfectamente con los Joy-Con sincronizados a Switch, en principio sin ningún tipo de retraso, pero puede configurarse el retardo en el propio juego por si los usuarios más exigentes quieren una precisión aún más exacta en sus partidas… aunque no es algo para todo el mundo, se agradece este detalle.
Por lo demás, si os gustan los juegos de ritmo, y si disfrutáis más con sus modos multijugador, Super Beat Sports se convierte en una genial opción para todos los fans de este tipo de juegos en Switch.