[Análisis] Lovers in a Dangerous Spacetime
Lovers in a Dangerous Spacetime es un juego de navecitas, disparos y enemigos espaciales ubicado en un universo futurista. La diferencia respecto a otros juegos de un género tan explotado como cargado de historia está en su particular ambiente en 2D y en un marcado carácter multijugador que no olvida el modo para una ola persona. El estudio independiente Asteroid Base nos propone una explosión de color y música electrónica que, tras su paso por otras plataformas, llegó recientemente a Nintendo Switch.
El amor es la fuerza más poderosa del universo, dicen, y este juego lo lleva a su máxima expresión. Gracias al inigualable poder del afecto, procesado en el Reactor de Ador, la civilización y el progreso se extendieron más allá de las estrellas, uniendo a todos los pueblos es una sola galaxia. Esta máquina estaba cuidada por los simpáticos LOVERS, la Liga de los Ordenados y Versátiles Espacionautas al Rescate. Pero un día, ocurrió el desastre. La fuerza del Antiamor invadió la galaxia, cientos de criaturas fueron apresadas, y los monstruos comenzaron a caminar (o a flotar) a sus anchas por todas y cada una de las constelaciones. Ahora, los LOVERS deben devolver la paz y el amor a la galaxia.
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Explora, rescata, dispara y vuelve a disparar
La misión principal del juego es conseguir rescatar las suficientes criaturas para abrir los portales que nos llevarán al siguiente nivel y, finalmente, al jefe de cada una de las cuatro constelaciones. Tras vencerlos, recuperaremos las partes del Reactor de Ardor. Para viajar por la galaxia y lograr nuestro objetivo, deberemos conducir una pequeña nave espacial manejando sus diferentes partes: cañones, super cañón, mapa, escudo y, ante todo, el timón. Aquí, la coordinación con nuestros hasta 3 compañeros -o con la CPU- será vital, puesto que ni los enemigos ni las condiciones de cada mundo nos lo pondrán fácil.
Los diferentes mundos por los que navegaremos con nuestra nave son bastante amplios, y presentan diseños muy variados relacionados con la temática de la campaña a la que pertenecen. Nos encontramos, además, con diferentes elementos en los mundos, que podrán dificultar o facilitar nuestro periplo. Estos incluyen puzles, barreras, fuerzas gravitatorias, bombas… Los agujeros de gusano, por ejemplo, nos ayudarán a desplazarnos de un punto a otro de forma mucho más rápida. No todos los niveles requieren que exploremos un mundo, ya que en ocasiones solo deberemos enfrentarnos a ingentes hordas de enemigos sin que nuestra nave salga mal parada.
Los controles son bastante sencillos, y la dificultad del manejo recae en la coordinación. El entorno de cada nave es un pequeño juego de plataformas, y una vez llegamos puesto de mando del elemento que queremos controlar, nuestras acciones irán orientadas a manejar la nave o alguna de estas partes. Existen varias naves, y cada una tiene sus características. Además, podremos ir mejorando los diferentes elementos que la componen gracias a las herramientas que encontraremos antes de cada nivel y durante los mismos. Estos incluyen gemas de rayos o componentes metálicos, cuyas combinaciones hacen que cada vehículo sea totalmente personalizable.
La dificultad de LOVERS es regulable en 4 niveles, desde muy fácil a difícil. Obviamente, tanto la dificultad como el factor coleccionismo influirán en la duración del juego, que pese a ello, no es demasiado extenso.
Un ambiente creado con amor
Como vemos, el diseño de los mundos nos trae elementos vivos y llenos de color, que contrastan con la sencillez de los fondos. Los personajes no se alejan de la estética, digamos dulce, que sigue el juego. En un principio encontraremos pocos modelos, pero a lo largo de la historia iremos desbloqueando nuevos personajes que incluyen conejitos o ranitas (para los jugadores activos) y diferentes mascotas (para la CPU en caso del modo de 1 jugador). Los enemigos parecen simpáticos robots que, sin embargo, no dudarán en aparecer en hordas, por todas partes, intentando atacar nuestra nave y poner fin a nuestro viaje… o a nuestra paciencia. La variedad de estos es un punto a destacar, aunque en los últimos niveles nos parecerá que los hemos visto a todos demasiadas veces. Mención aparte merecen los jefes finales de cada campaña. Cada uno presenta un diseño mucho más elaborado y amenazador que el de los enemigos corrientes, así como una jugabilidad y puntos débiles claramente diferenciados.
Como vemos, el diseño es uno de los puntos fuertes de LOVERS, y viene acompañado de unos menús que, pese a la cantidad de información que muestran en ciertas pantallas, están bien organizados y son muy visuales. En la pantalla de juego, por ejemplo, tendremos una barra de vida de nuestra nave, un contador de criaturas rescatadas y un pequeño mapa que nos ayudará a movernos entre planetas y asteroides.
Un juego con un aspecto visual tan cuidado no podía permitirse el lujo una banda sonora mediocre. Así, LOVERS nos propone una serie de temas electrónicos que van desde lo frenético a lo pausado, en una OST creada por Ryan Henwood que podemos escuchar en Spotify y otras plataformas. Ciertamente, han conseguido ajustar la música a la estética futurista del juego, ofreciéndonos piezas tranquilas para los menús y la exploración, y temas trepidantes para las batallas finales o los momentos de tensión.
Un viaje para dos (o no)
LOVERS es un juego pensado para el multijugador cooperativo. De hecho, la exploración de las galaxias con uno o varios compañeros (hay un máximo de 4 jugadores) puede ser mucho más fácil y, probablemente, más divertida. Sin embargo, Asteroid Base no ha querido dejar de lado la versión para un jugador. En este modo, controlarás al personaje principal y, mediante el uso del botón ‘Y’ y de las flechas de dirección, darás órdenes a tu mascota. Este personaje no jugable permanecerá atento al puesto de mando que le hayas adjudicado.
Otra de las claves de este indie es la rejugabilidad. Es posible completar la historia sin rescatar a todas las criaturas. Sin embargo, deberemos hacernos con todas ellas para aumentar nuestro rango de explorador y, así, desbloquear el uso de dos mejoras en cada puesto de la nave o incluso un total de 5 nuevas naves espaciales. También podremos mejorar nuestros tiempos en cada partida, pasando de ese frustrante primer contacto de 15 minutos a unos tiempos dignos del mejor speedrunner.
Conclusión
Hoy día, tenemos a nuestra disposición una increíble variedad de juegos indies. Algunos han apostado por recuperar la estética retro, mientras que otros se adentran en el 3D con resultados dispares. Aquí, Lovers in a Dangerous Spacetime consigue destacar, ofreciendo un entorno gráfico y sonoro muy cuidado sin descuidar la jugabilidad.
Es cierto que se echan en falta un mayor número de niveles o un modo online que nos permita, como mínimo, compartir nuestros tiempos… Pero estos puntos negativos no empañan la experiencia de juego. Sube el volumen, comparte el joy-con con un amigo, y explora los mundos para devolver el amor a la galaxia.