[Análisis] Thimbleweed Park
En varias ocasiones, un videojuego, igual que cualquier obra artística es capaz de transgredir las reglas y los límites de su género para crear algo distinto. La creación que se desprende de tal acción puede ser algo anodino que quede en el olvido por no acabar de entenderse. Pero también pueden marcar un antes y un después, o simplemente poner sobre la mesa una serie de temas que pueden interesar a mucha gente.
Esto lo hemos visto en el mundo de los videojuegos con títulos como los de Telltale Games. Son una serie de narraciones interactivas que han generado unos debates alrededor del género; ¿son videojuegos? ¿La interacción en los títulos es tan importante como para que podamos decir que son videojuegos? ¿Por qué? ¿Qué es un videojuego? ¿Qué no lo es?
Todos los experimentos, o al menos la mayoría, tienen lugar en el ámbito más independiente de la industria. Completamente comprensible teniendo en cuenta la mayor libertad que tiene este sector en el desarrollo de sus títulos. Por eso mucha gente, entre las que me incluyo, estamos tan contentos de que Nintendo Switch sea un contenedor tan interesante para los desarrolladores independientes. Tenemos más posibilidades de que uno de esos experimentos (¿podríamos decir filosóficos?) llegue a nuestras manos.
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Y por fin lo ha hecho. Thimbleweed Park es una aventura gráfica llena de humor, misterio y suspense, como las mejores películas y series de investigación. Pero además se atreve a tratar ciertos temas polémicos en la industria de los videojuegos y a plantear ciertos debates que se han convertido en nucleares dentro de los debates filosóficos en la época digital. Como videojuego, una maravilla muy entretenida. Como obra artística, un interesante ensayo.
Si queréis conocer más detalles, quedaos con nosotros.
Tabla de contenidos:
¿Quién mató al hombre del puente?
Nuestros dos protagonistas, la agente Ray y el novato agente Reyes, llegan a Thimbleweed Park, un pequeño y extraño pueblo, para investigar un homicidio. Un cuerpo ha aparecido junto a un puente, con un agujero en la nuca y sin un documento de identidad. Pero no podremos perder el tiempo; tenemos un cadaver que identificar, un sospechoso al que encontrar y a todo un pueblo por interrogar.
Esa es la premisa inicial de Thimbleweed Park, una aventura gráfica aparentemente sencilla que se vuelve más compleja a medida que avanzamos en la historia. Una premisa digna de Twin Peaks pero con el humor irónico y punzante de las mejores comedias.
Al principio controlamos a los dos agentes, cambiando entre uno y otro las veces que queramos. Para algunas acciones necesitaremos a la experimentada agente Ray y para otras al simpático agente Reyes.
Más adelante, a medida que conozcamos a los habitantes de Thimbleweed Park, algunos se unirán a nuestro elenco de personajes jugables. En total llegaremos a tener cinco personajes que tendremos que usar en distintos momentos de la historia y el espacios distintos. En ocasiones incluso tendremos que conseguir que colaboren entre ellos.
Un pueblo que atrapa
Thimbleweed Park es un pueblo perdido de la mano de Dios, prácticamente desierto a causa de los problemas económicos y la falta de turismo. Por eso, la consecución de tres muertes seguidas (y aparentemente no conectadas) llama especialmente la atención de los investigadores federales.
Cuando llegamos a Thimbleweed Park conocemos a su sherif, un personaje de los más curioso y extraño. Pero a medida que seguimos explorando el pueblo, encontraremos muchos otros personajes que, tanto si son entrañables como si no odiosos, querremos conocer más profundamente. Y lo mejor del título es que, como las mejores aventuras gráficas, para conocer a los personajes tendremos hacerlo nosotros mismos mediante diálogos. Nosotros podremos elegir las preguntas y respuestas que damos a los personajes, y en función de esas respuestas, ellos nos darán una información u otra.
Mecánica simple pero compleja
Como cualquier aventura gráfica, Thimbleweed Park funciona con una jugabilidad muy simple basada en el point and click. Para movernos por el escenario simplemente tendremos clicar en el punto al que queramos dirigirnos. Pero para hacer otras acciones, la cosa cambia. En el lado inferior izquierdo de la pantalla, junto al inventario del lado derecho, tenemos una serie de acciones que al pulsarlas, nos dejan interactuar de forma distinta con el entorno. Es decir si queremos hablar con un personaje, no podemos simplemente pulsar en el personaje (eso hace que nos movamos hacia él) sino que tenemos que pulsar el botón «hablar» y después pulsar en el personaje. Lo mismo ocurre con las acciones «coger«, «empujar» o «mirar«.
Otras acciones son algo más complejas y requieren que las usemos con dos elementos. Por ejemplo para la acción «usar» tendremos que escoger un objeto que queramos usar y una persona o elemento del escenario con el que queramos usar el objeto. También ocurre esto con acciones como «dar«.
Pero a pesar de la simplicidad, también tiene sus problemas. Al menos en las consolas. ¿Cuál es el problema de estas versiones en cuanto a funcionalidad? No es demasiado cómodo ni fácil jugar en modo televisión o en modo portátil sin usar la pantalla táctil. Con el joystick izquierdo controlamos el cursor y lo movemos por la pantalla. Con el derecho, lo movemos a una velocidad más reducida. Pero lo que ocurre es que a veces ni la velocidad normal es suficiente, y se hace muy tedioso tener que dirigir el cursor a una acción y de nuevo al objeto.
Por suerte, en modo portátil, podemos utilizar la pantalla táctil para jugar con mayor fluidez. Hay que tener en cuenta que a veces, para seleccionar una línea de diálogo, podemos seleccionar otra por error debido a que la pantalla no es excesivamente grande. Lo que he terminado por hacer yo para jugar con más comodidad es usar la pantalla táctil para seleccionar elementos del juego y los botones para elegir las líneas de diálogo.
Además este título se presenta como una posibilidad atractiva para todo tipo de jugadores gracias a la posibilidad de escoger el nivel de dificultad. Cuando empezamos una nueva partida, podemos escoger entre el modo para expertos en el género, que incluye todos los puzzles para otorgarnos un verdadero reto, o el modo para aquellos que quieran vivir rápidamente la historia de forma más sencilla. Personalmente os recomiendo el primero.
Lo retro enamora
Lo dije en el análisis de Elliot Quest y lo sigo reivindicando en este; el estilo retro está de moda. Es cierto y no me extraña porque es un estilo que enamora. En el caso de Thimbleweed Park es todavía más significativo porque es un título que de forma meditada rememora los 80 de forma magistral. Todo lo que vemos está cuidado al detalle para crear un ambiente bonito y entrañable.
El pasado de Ron Gilbert, uno de los guionistas más importantes en el mundo de los videojuegos, aparece en los más pequeños elementos de este entramado de calles, bosques y caminos que es Thimbleweed Park. Además, es especialmente interesante la cantidad de referencias al mundo de los videojuegos que hacen que el juego sea más divertido todavía para aquellos que sean aficionados a la industria.
Conclusiones
Muchos títulos de una calidad sublime quedan en el olvido en ocasiones por no tener una premisa atractiva o a veces, de forma incomprensible, por su aspecto técnico. Especialmente es algo que ocurre a mucho títulos indie. No es algo exclusivo de este arte, sino que también ocurre en literatura y cine por ejemplo. Todo apunta a que Thimbleweed Park no sufrirá ese terrible destino porque ya puede presumir de haber ocupado el primer puesto en la clasificación de los más vendidos en la eShop europea. En mi opinión de forma muy merecida.
Estamos ante una aventura gráfica que recuerda a los mejores títulos de LucasArts, las series como Twin Peaks y las mejores comedias. Desde los primeros cinco minutos de este juego, entraréis por completo en esta historia de la que no saldréis hasta descubráis los secretos que oculta Thimbleweed Park. Y os aseguro que vale la pena descubrirlo.
La dificultad del título a veces puede abrumarnos un poco, pero por fortuna siempre tendremos un número de ayuda al que podremos llamar con los diferentes teléfonos que hay en el pueblo para recibir pistas. Así que no tenéis por qué quedaros atascados en ningún momento. En cuanto al idioma, todas las voces son en inglés pero el texto lo podemos configurar en varios idiomas, entre los que se encuentra el español.
En cuanto a la comodidad de la mecánica de juego, es cierto que deja mucho que desear. Pero esta versión de Nintendo Switch, a diferencia de otras versiones como la de PS4, sí que permite la alternativa de jugar con la pantalla táctil para agilizar mucho el desarrollo del juego. Además, seguro que Thimbleweed Park os obliga a utilizar el modo portátil porque engancha tanto que querréis jugarlo en cualquier parte.
https://www.youtube.com/watch?v=NSgzqc06FFA&feature=youtu.be