[Análisis] Oxenfree
Le tenía muchas ganas a este título. Pese a que suelo disfrutar mucho perfeccionando mi habilidad en los títulos que juego, también me gusta conocer nuevas historias, sobre todo si se cuentan de una manera original y novedosa, como es el caso de Oxenfree. Y desde luego cuenta con algunos elementos realmente interesantes que lo diferencian del resto, pero tiene algunos fallos que han conseguido que el juego no me atrape del todo.
El estudio que ha creado este título, Night School Studio, está formado por ex-trabajadores de Disney y Telltale Games, así que pese a tener la etiqueta “indie” en su haber, no es un juego creado por novatos, y se nota.
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Pero vayamos por partes, como diría Jack el Destripador. La premisa del juego es simple: somos Alex, una chica que viaja en un ferry acompañada de su nuevo hermanastro, Jonas, y su mejor amigo, Ren. El plan es simple: ir a Edwards Island, una isla abandonada, para hacer botellón. Si bien puede parecer algo chabacana, pronto la idea original de los protagonistas queda a un lado para introducirnos en un thriller que bebe de las películas de terror adolescente de los 80, pero va mucho más allá.
Tabla de contenidos:
Jugabilidad
Con el stick izquierdo, moveremos a Alex. Elegiremos las opciones de diálogo con los botones Y, X y A. Y por último, con R y ZR encenderemos la radio, el elemento que realmente diferencia a este título del resto.
Y es que usaremos la radio para conseguir avanzar en la historia de Oxenfree: descubrir las diferentes conversaciones en la isla, desbloquear nuevas zonas o salvar a nuestros amigos. No puedo incidir en cada aspecto, pues acabaría revelando detalles de la trama, pero la inserción de la radio está bien realizada y ayuda a meterse en la historia.
Durante las conversaciones, el núcleo duro del juego, elegiremos una de las tres opciones disponibles, y de esta manera interactuaremos con nuestros compañeros, comprendiendo poco a poco sus motivaciones e inquietudes. Cada personaje cuenta con su personalidad bien definida, desde el cargante Ren, pasando por la conciliadora Nona y acabando por Clarissa, un personaje al que odiarás nada más conocer, porque la chica se esfuerza para que lo hagas.
A lo largo de la aventura, iremos estrechando los lazos con nuestros compañeros, a través de conversaciones que en el momento parecen insustanciales, pero que después tienen peso en la trama. Está es la mayor diferencia con los títulos de Telltale: aquí no se decide todo en base a decisiones críticas, sino más bien las relaciones cambiarán a través de conversaciones livianas, ganando o perdiendo el favor de nuestros amigos a través de nuestras respuestas.
Conforme avancemos en la historia, iremos recopilando fotografías y cartas, que podremos comprobar más tarde a través de los menús. Con estos elementos podremos conocer más de la historia de la misteriosa Edwards Island, pues las incógnitas que plantea el título no son pocas.
Gráficos y sonido
Durante el transcurso del gameplay, te mueves en dos dimensiones, si bien el título está en tres dimensiones. Los escenarios son muy vistosos, y los elementos que lo componen están perfectamente hilados entre sí y le da un buen empaque al título. Cada parte de la isla es única, y cada sección se siente diferente.
Los personajes están muy bien construidos, tanto a nivel personal, gráfico, y de doblaje. Cabe destacar este último, pues los actores que ponen voz a los personajes han realizado un trabajo soberbio (en inglés) sus interpretaciones son propias de una película.
Los menús son sencillos, y en ellos podremos ver las fotos y cartas recopiladas hasta el momento, cambiar el idioma de los subtítulos y volver al menú principal.
La banda sonora es simple y llanamente genial, compuesta por scntfc, y podéis escucharla pinchando aquí. Como guinda del pastel, a través de la radio podemos escuchar temas americanos de los años 40. ¿El motivo? Tendrás que jugar a Oxenfree para conocerlo.
Duración
Completar el juego sin más serán unas tres horas. Si quieres desbloquear todos los finales, recolectar todos los recuerdos y demás, te llevará algo más de tiempo. Quizás el título a veces peca de alargar demasiado cada escenario o zona del juego, aunque tiene una explicación lógica: las zonas deben ser grandes para poder realizar todos los diálogos entre los personajes.
A este humilde analista, en ciertos momentos los escenarios se le han hecho largos de más, y quizás se habría agradecido que se hubiese ido algo más al grano. Lo peor del juego es sin duda alguna sus tiempos de carga, que en ciertos momentos se llegan a hacer desesperantes. Es obvio que no están bien optimizados.
La mayor diferencia en su lanzamiento respecto al resto de plataformas es que a Nintendo Switch los subtítulos han llegado en castellano desde un primer momento (tiene sentido, al haber salido después que en el resto de consolas), cosa que se agradece, y mucho, pues hacía falta un buen nivel de inglés para seguir el juego con soltura.
Conclusión
Oxenfree es único en su género. Es una historia que encantará a los amantes y nostálgicos del cine de terror adolescente de los 80 y de esa época en general, con elementos realmente interesantes que casan perfectamente y una historia que te atrapará si la dejas. Misterios, una trasfondo triste y unos adolescentes que tenían como único plan beber en una playa son las piezas de un puzle que acaban casando sorprendentemente bien.
Pero el título tiene cosas a pulir, lo peor de la versión de Switch es, sin duda, los tiempos de carga. Esperemos que las buenas gentes de Night School Studio saquen un parche pronto, porque las esperas llegan a ser un poco frustrantes.
https://www.youtube.com/watch?v=ijym2gI6lpM
Podéis encontrar Oxenfree en la eShop de Nintendo Switch a un precio de 19,99€ y necesitaréis un espacio libre de 2.0 GB para poder descargarlo.