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[Opinión] ¿Vale la portabilidad de un juego 10 euros?

Si hay un tema polémico que ha monopolizado los debates alrededor de Nintendo Switch en los últimos días es el del incremento del precio de algunos juegos en esta plataforma, lo que se ha venido a llamar la tasa de Nintendo Switch. Ya lo hemos visto, por ejemplo en Rime, un título que costará en Switch 10 euros más que en otras plataformas. Lo mismo ocurre con Puyo Puyo Tetris, Minecraft: Story Mode o el recién anunciado L.A. Noire.

Antes de comenzar con el despliegue de mi opinión al respecto de este tema vamos a asentar las bases de lo sucedido. La razón de este aumento de precio no tiene que ver con la dificultad del proceso de desarrollo en esta plataforma ni con la ambición recaudadora de Nintendo. La verdadera causa es el precio de los cartuchos en los que se graban los juegos de Nintendo Switch.

Para que nos hagamos una idea, los cartuchos de Nintendo Switch de 8 GB cuestan lo mismo a las desarrolladoras que un CD para Xbox o Playstation 4. Pero cuando los juegos necesitan más memoria, los costes de producción aumentan. En esta situación, cada compañía decide si decide aumentar el precio del producto o asumir los gastos de más.

Aclarado esto, para dar mi opinión, voy a tomar una posición muy humilde y discreta; la de un consumidor individual que no puede hacer nada por evitar esa situación. Desde esta hipotética postura me planteo una pregunta: ¿vale la pena pagar 10 euros más por un título a cambio de poder jugarlo en cualquier lugar?

Para poder situarnos mejor, ejemplifiquemos la pregunta con el título L.A. Noire, que fue el primero que me hizo plantearme esta cuestión. ¿Comprarías el título de Rockstar por 10 euros más por la comodidad de jugarlo en el tren, el lavabo o en un bar?

Es inevitable que los argumentos que me obligan a rechazar la versión más cara aparezcan de la nada, como un relámpago de sentido común que intenta mandarme una señal. El primer argumento es básico; mi cartera se resentirá menos si compro estos títulos en otras plataformas. Después tenemos argumentos más idealistas y premonitorios; si compro títulos más caros, ¿no estoy dando a entender a la compañías que pueden subirme los precios sin miedo a tener pérdidas? Por no hablar del primario sentimiento de molestia que se siente cuando pagamos más por algo que sabemos que podríamos adquirir por mucho menos.

Pero sí, he de confesar que mi fuerza de voluntad y mi amor incondicional por la consola híbrida de Nintendo me obliga a barajar también algunos argumentos a favor de adquirir la versión de Nintendo Switch a pesar de ser más cara. Y por supuesto, si hay un argumento realmente fuerte para defender la compra de esta versión, es su portabilidad.

Si algo nos ha enseñado Nintendo Switch en los seis meses que lleva con nosotros es algo que prácticamente habíamos olvidado, que la comodidad de una plataforma es también algo muy importante. Colocamos el cartucho, jugamos y punto. Así de sencillo, así de rápido y así de cómodo. Cogemos la consola y nos la llevamos a cualquier habitación de la casa o a la calle y jugamos. Podemos discutir sobre si Switch es una gran plataforma o no, pero creo que nadie puede discutir que es una consola que nos ofrece muchas facilidades a la hora de jugar.

Entonces, ¿vale la pena gastarse 10 euros más a cambio de una gran comodidad y una portabilidad que no tienen las otras versiones? En mi opinión, sí. Considero que hemos comenzado a banalizar la portabilidad de los títulos desde el lanzamiento de Nintendo Switch. Durante la época de Playstation 3, por ejemplo, la gente hubiese pagado mucho más por poderse llevar sus juego a cualquier lugar, y ahora solo tenemos que pagar 10 euros, y solo por algunos. Creo que esos 10 euros están más que amortizados cuando puedes ir en el metro mientras resuelves los casos más peligrosos de Los Angeles en los años 40.

Ahora bien, entiendo que no podemos agachar la cabeza como si aceptáramos la situación, como si no nos importara pagar de más por un producto que en esencia es igual que el resto (en realidad lo único que cambia es la plataforma). Así que yo tengo claro que la portabilidad de un título sí que cuesta 10 euros, pero cuando compramos Nintendo Switch, muchos lo hicimos por su portabilidad y ya desembolsamos un dinero por la plataforma. No tendríamos que pagar más, por un beneficio que ya nos ofrece la plataforma.

¿Qué os parece? ¿Qué deberíamos hacer? Ese es un tema para otro artículo, pero estáis invitados a dar vuestra opinión en los comentarios.