Cara o Cruz #34: ¿Está abusando Nintendo con el contenido extra de los amiibo?
La llegada de los amiibo fue una de las grandes novedades Nintendo ofreció a sus consumidores hace ya casi tres años. Estas figuras destacaban por ofrecer contenido en los juegos de la gran N, además de la propia función coleccionista.
Este contenido extra hizo que muchos pensaran que eran DLCs en cubierto, pero la gran mayoría solo vio personajes que entrenar en Super Smash Bros. o pequeños añadidos que no afectaban para nada tenerlos o no. No obstante, este contenido ha ido aumentando cada vez más desbloqueando modos de juego (Shovel Knight), armas y armaduras exclusivas (Splatoon, The Legend of Zelda: Breath of the Wild) o incluso ser necesarios para jugar como en Animal Crossing: Amiibo Festival.
En un lado de la moneda vemos a unos jugadores muy molestos por el cada vez más creciente contenido que los amiibo ofrecen, haciendo que un juego se diferencie de otro solo solo por poseer la figurita.
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En el otro lado tenemos a los que creen que el contenido es justo y para nada necesario para jugar porque aportan contenido que no importa tenerlo o no, simplemente lo consideran un añadido.
La moneda ha empezado a girar: ¿Está abusando Nintendo con el contenido extra de los amiibo?
Tabla de contenidos:
De seguir así, las quejas de los fans están aseguradas
Alberto Millán
Seguramente esta no sea la primera vez que leáis quejas relacionadas con los contenidos que desbloquean las figuras amiibo en los juegos. Y es que, si bien estas comenzaron añadiendo algunas funciones menores en el juego, como sucedía con Super Smash Bros. for Wii U, Nintendo parece estar tomando un camino nada adecuado en relación a la compatibilidad con amiibo de cara al futuro.
Pudimos ver que Nintendo cogía este camino por primera vez con juegos como Mario Party 10. Aquí fue cuando se produjeron las verdaderas quejas al respecto, pues numerosos fans creían que era abusivo que uno de los tres modos de juego principales de esta entrega solo pudiera jugarse comprando amiibo. De la misma manera ha sucedido con otros juegos como The Legend of Zelda: Twilight Princess HD, donde el amiibo de Link lobo se concibió como un DLC por parte de muchos fans, o Animal Crossing: amiibo Festival, del cual no quiero ni recordar la polémica que se produjo ante el hecho de que solo pudiera jugarse si teníamos figuras amiibo.
El ejemplo más reciente es Metroid: Samus Returns, en el que tendremos que comprar el amiibo del Metroide para poder disfrutar de uno de los modos más prometedores de este juego de Nintendo 3DS. La polémica estaba servida.
Desconocemos si Nintendo seguirá por este camino en el futuro, pero lo que está claro es que, junto a la escasez de stock de las figuras amiibo, las quejas por parte de los fans están aseguradas.
Gran N ha sido coherente con lo que brinda su producto
Israel Mallén
Los amiibo nacieron envueltos en polémica. Su anuncio implicó críticas y elogios a partes iguales, por lo que no me sorprende estar redactando estas líneas acerca del uso (o el abuso) que Nintendo hace de su creación. Seamos claros: exigir la compra de un amiibo para desbloquear el modo Fusión es un disparate. Un modo de juego no puede suponer un desembolso adicional de unos 13 euros. Gozar de Metroid: Samus Returns completo implica pagar el desorbitante precio de 52 euros. Un atropello en toda regla, ms flagrante aún por la escasez de stock disponible. Si este fuera el camino a seguir, Nintendo, para mí, incurriría en un abuso descarado.
Pero confío en que se trate de un bache, no de todo el asfalto. Los amiibo son figuras de coleccionista de una calidad inestimable, baratas para lo que suelen ofrecer. Por norma, Nintendo limita su función a aportar material opcional, nunca vital para el desarrollo del videojuego. Esa es la pauta habitual, la que se ha seguido hasta el momento y la que debe predominar mientras perduren los amiibo.
El de Metroid es un ejemplo aislado, al menos por el momento, y como tal no puede minar la confianza en Nintendo y en su política con respecto a los amiibo. Hasta ahora, la Gran N ha sido coherente con lo que brinda su producto y sería injusto condenarla por un solo caso. Nuestra función como usuarios es transmitirle el malestar y que detecte que este no es el rumbo a seguir. Inocente o no, apuesto porque se trata de un mero desvío que no se convertirá en norma.