[Análisis] Troll and I
Tenía ganas de realizar este análisis. De verdad. Este título me llamaba la atención por su planteamiento, el hecho de tener que controlar a dos personajes para poder avanzar, o que permita jugar a dobles, son características que me llamaban poderosamente la atención. Luego, lo jugué. Y bueno, esto ha sido una montaña rusa de emociones, que empezó con estupefacción, pasó a ira y acabó en apatía.
En el juego encarnamos a Otto, un muchacho con rastas que vive con su madre en medio del bosque. Previamente, un señor con gafas con pinta de tener mucho dinero y pocos escrúpulos le da una cantidad obscena de dinero a un “cazarrecompensas” para que encuentre a un troll que está en el bosque porque ha visto una foto donde se ve una sombra que, podría ser un trol, o podría ser su abuela la de Burgos.
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Jugabilidad
Cuando manejamos a Otto, usamos unas lanzas como arma arrojadiza y diferentes armas cuerpo a cuerpo, que tendremos que crear nosotros mismos. Las lanzas son de diferentes tipos, lanzas con cabezas de metal, lanzas explosivas, etc… Estas se crean a partir de objetos que encontramos por el suelo o que conseguimos de los enemigos, pues el juego tiene un importante factor de recolección para conseguir diferentes materiales.
Además del combate, la base del juego es la exploración y la resolución de puzzles, con algunas partes de plataformeo. La exploración será, básicamente, para encontrar los diferentes minerales usados para crear las lanzas explosivas, de tres colores distintos (según el color, pueden romper un tipo de roca diferente), y también para la recolección de materiales para las armas cuerpo a cuerpo (palos, dientes, etc…).
Para recuperar vida, podemos comer diferentes bayas y frutas que encontramos por el camino, o cazar jabalíes, mediante un sistema de rastreo, para conseguir su carne y materiales para armas.
El troll… bueno, es básicamente el encargado de deshacerse de los enemigos (solo se usa un botón, y mandas a los enemigos a volar, para luego rematarlos cuando estén en el suelo). Con él, podrás dar acceso a Otto a nuevas zonas, o cerras las grietas de donde salen los enemigos.
El punto clave de la jugabilidad es la “cooperación”, que en ningún momento se siente como tal, porque realmente tendrás que avanzar con uno hasta que no puedas más para seguir con el otro. Los niveles pueden resumirse en “Otto desbloquea el camino, se sube a la espalda del troll y avanzan hasta el siguiente punto”.
La interacción suele ser escalar una zona siendo el troll con Otto a la espalda, o que Otto escale una pared para que el troll coloque algún objeto para que el chico pueda salvar la distancia.
Existen niveles de experiencia, bastante simples, en realidad, que sirve para darle más vida al personaje o que se canse menos al correr, y un sistema de crafteo completamente innecesario, para darle algo de sentido se le añadió durabilidad a las armas.
No recomiendo intentar jugar a dos, la verdad, porque es una experiencia liosa y poco divertida. El juego está pensado para ser jugado por una sola persona.
Gráficos y sonido
Bienvenidos a “Villatexturas de PS2“. El título es un auténtico despropósito a nivel gráfico, con texturas que no son siquiera de la anterior generación, que aparecen y desaparecen a voluntad, con puntuales bajones de frames que no ayudan demasiado a la experiencia de juego.
El diseño de personajes… bueno, se abusa bastante de la rasta en la estética de los dos protagonistas, y la inteligencia artificial de los enemigos es casi nula, siendo la batalla real contra la cámara del Troll, y destacando más bien por la cantidad de enemigos (que no supone un reto al controlar al troll) que por su calidad.
El diseño de niveles es también bastante pobre, realizándose la gran mayoría del juego en el bosque, y siendo un refrito continuo de sí mismo.
El sonido y la música… cumplen, aunque eso ya son palabras mayores en este título. Del doblaje al inglés no voy ni a hablar, porque los actores que dan vida a los personajes no consiguen convencer a nadie.
Si queréis ver una muestra de los bugs referentes a los gráficos, os dejo con una imagen que ilustra el cuidado con el que se ha realizado el título:
Historia y detalles
Esta vez, he decidido hacer algo diferente. No os hablaré de duración. Sino de historia. En otros títulos, la historia no es importante, pues pueden ser simplemente un pretexto para pasarlo bien (como en el caso de Rocket Fist, último juego que analicé antes de este).
Pero cuando creas un juego que se sustenta en “actos”, es decir, en seguir un hilo narrativo hasta su clímax, no puedes plantear algo tan… insulso. Insulso, aburrido, y falto de interés en lo absoluto. Si aún tras este análisis queréis jugar a este título, dejad de leer aquí si no queréis spoilers.
Y precisamente aquí entran los detalles, porque el bueno de Otto ve a un troll gigante y a los 5 minutos se siente SEGURO a su lado. O le resulta traumático acabar con el primer hombre, para convertirse luego en John Rambo y que le dé igual todo. O que se encuentre a una criatura sacada de sus pesadillas (los enemigos, una especie de duendes malignos) y le apuñale sin hacer demasiadas preguntas.
Ha dejado a su madre, a la mujer que le dió la vida, en medio de un incendio en una situación bastante difícil. Pero oye, conoce al troll y pelillos a la mar, seguro que su madre se cuida bien.
La historia no está bien cuidada, y si a eso le sumamos los anteriores apartados, Troll and I se convierte en una experiencia repetitiva, cansina y sobre todo, aburrida, que es lo contrario a lo que deberíamos sentir cuando jugamos a videojuegos.
Conclusión
No juegues a Troll and I. No lo puedo recomendar. El combate es repetitivo y cansino, la historia es mala, las mecánicas son reiterativas hasta decir basta y no existe una sensación real de cooperación en ningún momento, más allá de colocar el ala de un avión para que Otto desbloquee la zona de turno.
Los gráficos no son dignos de esta generación, ni de la anterior, pareciendo un juego de PS2. Si a eso le sumamos un precio de 34,99€, este título pierde todas las papeletas de ser una opción viable para tu tiempo libre. Sumémosle a esto que esa misma semana salió Sonic Mania a 19,99€, para contrastar.
Pese a que el planteamiento inicial de este juego podría ser interesante, la manera en la que han realizado este popurrí de géneros sin ton ni son, la nula diversión y los desfasados gráficos convierten a Troll and I en un título a evitar a toda costa.
Podéis encontrar Troll and I en la eShop de Nintendo Switch a un precio de 34,99 € y necesitaréis un espacio libre de 6771,70 MB para poder descargarlo