Cara o Cruz #33: ¿Se ha convertido la nostalgia en un negocio?
Hace unos días se cumplieron 40 años del primer videojuego de Nintendo, lo que nos ha hecho pensar en todos aquellos juegos que la industria nos ha dejado. Aquellos juegos son defendidos por muchos a capa y espada por la nostalgia que a ellos les producen, ya que forman parte de la infancia de muchos. Las compañías de videojuegos saben cuánto es el poder la nostalgia, así que muchas han empezado a rehacer aquellos videojuegos para revivir experiencias, creando tensiones entre la comunidad de jugadores.
Por un lado tenemos a los que creen que la nostalgia se ha convertido en un negocio hoy en día. Este pensamiento ha hecho que parte de la comunidad piense que las compañías están apostando más por el pasado que por el futuro, centrándose en juegos que ya experimentamos en su tiempo, dejando a un lado las novedades y la creatividad.
Por otro lado se cree que la nostalgia no es nada más que un recordatorio a la comunidad de que la compañía sigue siendo la misma, apostando por los mismos ideales que la hicieron grande en su momento. No creen que se trate de un negocio, ya que sino aún viviríamos en la época de los 8 Bits, pero entienden la dificultad de muchos jugadores para rememorar una época y estas prácticas son las que hacen feliz al jugador.
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La moneda ha empezado a girar… ¿Se ha convertido la nostalgia en un negocio?
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¿Que si vende la nostalgia? Por supuesto que vende
Andrés Ruíz
Por supuesto que la nostalgia se ha convertido en un negocio. Y eso no quiere decir que sea algo malo. Desde remakes de grandes clásicos, siendo el último los tres títulos de PSX de Crash Bandicoot, pasando por los remakes de los Resident Evil (y el 2 viene de camino), el remake de Metroid…y eso es sólo a nivel de títulos, si hablamos de plataformas antiguas relanzadas, NES mini ha sido un auténtico éxito (teniendo en cuenta la escasez de stock), y todo apunta a que SNES mini seguirá su mismo camino.
Las compañías no son tontas, desde luego, y saben que en estos momentos existe una gran masa de jugadores que disfrutaron mucho con sus primeras consolas en su infancia (NES, SNES, etc…) y que ahora tienen suficiente poder adquisitivo para comprar una plataforma con los juegos de su infancia a menos de 100 euros. Y esto no es malo, es decir, te dan la oportunidad de jugar a una selección de grandes títulos de tu infancia a un precio bastante ínfimo respecto a lo que costaría hoy en día comprarte la consola original con todos los títulos que incluye, o a lo que te costaría en su momento la consola con esos juegos.
Debido a la escasez de stock de NES mini, hoy en día podemos ver a la dichosa consolita a más de 150 euros en páginas como Amazon o eBay. La mayor culpable de esto es Nintendo, que con su política de “no perder dinero bajo ningún concepto” tras el batacazo de Wii U, ha dejado sin vender una gran cantidad de NES Mini porque algunos no estamos dispuestos a pagar esas barbaridades por una consola retro en reventa. Con SNES Mini parece que han aprendido de sus errores, pero habrá que ver cuanto más stock han añadido respecto a NES Mini.
Por supuesto, siempre estarán los fieles defensores de las Raspberry, pero os recuerdo que es ilegal tener una rom de un juego si no tienes el original. También entiendo la dificultad de encontrar según que títulos sin que te sangren la cartera, pero con las consolas virtuales que Nintendo ha ido poniendo a disposición de los usuarios, pocas excusas quedan más allá del ahorro de dinero, que no es razón baladí.
Por fin algunas tiendas (aún no sabemos si por obligación de Nintendo o por cuenta propia) están limitando a una reserva de SNES mini por persona. Esperemos de corazón que se hayan aprendido de los errores del pasado, y frenen la especulación de algunos oportunistas.
Por último, un dato sobre por qué sí es un negocio: Nintendo vendió más NES Mini en 3 semanas que Wii U en 6 meses. ¿Que si vende la nostalgia? Por supuesto que vende. Y para los que nos acordamos con cariño de esa época, nos viene de perlas saber que las compañías sacan revisiones de nuestras consolas favoritas.
La nostalgia es una necesidad que hay que saber gestionar
Por Sergio Salón
Partiendo de que el mundo de los videojuegos es un negocio en sí y eso algo que ninguno podemos negar, no creo que la nostalgia sea precisamente el motivo para explotar más el mercado. Desde mi punto de vista, Nintendo ha utilizado sus versiones en miniatura como estrategia, como una forma de despertar a aquellos jugadores olvidados por el camino que en su momento disfrutaron de lo lindo con una NES o una SNES en sus manos.
Si fuera realmente un negocio por explotar, a Nintendo no le costaría tanto producir muchas más unidades de estas consolas y sacar un mayor provecho, pero como bien dicen, son ediciones limitadas que buscan saciar esa necesidad nostálgica del verdadero aficionado a los videojuegos que agradece productos como estos. Y ya de paso, recordar que Nintendo está de vuelta, que aquellas sensaciones que tuvieron en su momento pueden seguir latentes en sus nuevos productos si se acercan de nuevo a la gran N.
Estos productos son esa necesidad que, al menos desde mi punto de vista, recuerdan por qué seguimos con fervor en el mundo de los videojuegos: consolas que enchufas y juegas, sin pesadas actualizaciones, sin DLC´s a cascoporro, sin juegos a medias… se agradece un producto así en medio de la vorágine actual donde acabarán cobrándonos hasta por respirar.
A mi parecer, en el caso de Nintendo, con esta estrategia nostálgica está asegurando la expectación y las ventas de las nuevas remesas de Switch, de tal forma que todo lo que llegue a las tiendas en estos meses volará en cuestión de minutos, como ya hemos podido ver. Y ahí sus ediciones mini han jugado un papel crucial: producto de Nintendo, es de calidad, se agota pronto…¡vamos a comprarlo ya!
Si queremos echar un vistazo a otras compañías, SEGA pone a su disposición grandes títulos en dispositivos inteligentes de manera gratuita –por unos 2 € si queremos eliminar la publicidad- reviviendo de nuevo a esos jugadores que dejaron de lado las consolas hace años y, a esos precios, no creo que sea el centro de los beneficios de la compañía. Otro ejemplo puede ser la locura de Crash Bandicoot N. Sane Trilogy en la máquina de Sony, con unas ventas muy buenas y a un precio reducido que está consiguiendo que muchos jugadores recuerden que los títulos de antaño tenían una dificultad que te exigía de verdad, no como la mayoría de juegos que nos llegan hoy en día.
No soy defensor de multitud de remastered y cien mil versiones de juegos que hayan salido hace poco, pero creo que hay una serie de productos, esos que despiertan nuestra nostalgia, que son necesarios para hacernos recordar por qué seguimos en esto hoy y no para arruinar nuestros bolsillos ni convertirse en la principal actividad de las compañías. Para quien realmente es un negocio es para los especuladores, pero eso ya daría para otro debate…