[Artículo] El arte de los videojuegos
A lo largo del tiempo siempre hemos conocido los videojuegos como un entretenimiento, esto no está nada mal, pues lo son, pero hay una palabra con la que poca gente en la sociedad se refiere a ello: arte. Esta palabra se usa mucho para cosas como la escultura, arquitectura, danza, música, pintura, poesía y el cine; seguramente si sois unos eruditos en la materia, habréis visto que estas son las 7 bellas artes. Aunque en una numeración más actual hay gente que añade la fotografía y el cómic, y a su vez los videojuegos, el tema que me hace escribir este artículo. Pero, ¿por qué en la sociedad actual la fotografía y el cómic ya se van conociendo como artes, mientras que los videojuegos no?
Eso es algo quequiero reinvindicar con este artículo, quiero que la gente cuando se refiera a videojuegos no solo lo haga como entretenimiento, sino también como un arte. Por último añadir que en un principio tenía decidido dividir este artículo en tres partes, el primero enfocándome en los sentimientos, el segundo en lo estético y el tercero enfocarme en como todas las artes son una forma de despejarnos al igual que los videojuegos, y allí la razón de que los videojuegos sean arte. Aunque creo que podemos ser breves en esos tres apartados.
Tabla de contenidos:
¿Qué es un arte?
Antes de comenzar a hablar sobre porqué los videojuegos son un arte, deberiamos conocer el término al que nos referimos, seguramente todos tengamos una pequeña idea de que es en la cabeza, pero, ¿realmente ese significado que tenemos en mente es el correcto? Según Wikipedia:
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El arte es entendido generalmente como cualquier actividad o producto realizado con una finalidad estética y también comunicativa, mediante la cual se expresan ideas, emociones o, en general, una visión del mundo, a través de diversos recursos…
Aunque a su vez más abajo nos encontramos con esto:
La noción de arte continúa sujeta a profundas disputas, dado que su definición está abierta a múltiples interpretaciones, que varían según la cultura, la época, el movimiento, o la sociedad para la cual el término tiene un determinado sentido…
Podríamos decir que el arte es muy subjetivo, pero que su misión principal es transmitir una idea, una emoción, una visión del mundo. Claro, de allí que sea tan subjetivo, puede que cierto objeto te transmita a ti una de las tres cosas nombradas anteriormente, mientras que a otra persona no le transmita nada.
¿Transmite todo eso los videojuegos?
Cuando yo era un niño siempre subía una pequeña montañita que estaba detrás de una iglesia, cuando llegaba a la cima podía ver mi ciudad entera, podía ver la playa, el castillo que hay en el centro, edificios increíbles que tiene mi ciudad. A su vez vi cosas que cerca no son preciosas, pero estar allí arriba me hacía ver que eso daba vida a mi ciudad, el ruido de los coches, el barullo de la gente… Breath of the Wild logró transmitirme ese sentimiento que tenía de pequeño. Aunque hay un juego que he jugado más recientemente que me ha vuelto a transmitir esa gran sensación, Assassins Creed, un juego que he terminado hace poco, y que cada vez que llegaba por primera vez a una ciudad y me subía a una de las torres para la sincronización, volvía a sentir eso.
Pero no todos son sentimientos de alegría, pues también hay sentimientos malos, como el enfado o la tristeza. ¿Quién no recuerda haber sentido la tristeza con la muerte de algún personaje?nbsp;¿Por qué sentimos esto si es simplemente un videojuego? Allí radica la magia del arte. Pondría ejemplos de momentos en los que un videojuego me ha hecho ponerme triste, pero algunos podrían ser spoilers. Aunque nombraré algunos esos juegos que me hicieron sentir un niñito cuando no le dan lo que quieren: El Profesor Layton y el futuro perdido, Kingdom Hearts, Child of Light, Xenoblade Chronicles, Deemo, y un largo etcétera.
Hay juegos que incluso me hicieron sentir enfado, o impotencia. Recuerdo cuando jugué Majora’s Mask y descubrí algo increíble, no podía salvarlos a todos, tenía que decidirme y pensar a quien salvar, la impotencia de no poder ayudar a todos pudo conmigo, nunca he logrado pasarme Majora’s por ello, por esa impotencia. He aquí vuelve la pregunta, ¿cómo puedes sentirte así por seres imaginarios? A su vez esto me daba una lección de vida, que sigue hasta el día de hoy.
El arte intenta transmitir una idea, y esas ideas normalmente suelen ser lecciones de vida, antes he nombrado la lección que me dio Majora’s de que ni el mejor de los héroes puede ayudar a todos. Una lección de vida que aprendí también gracias a los videojuegos, y que hoy en día me ha venido bien, es que a veces debemos tomar decisiones dolorosas por nuestro bien. Esto me lo enseñó el juego Heavy Rain, intentaré no hacer spoiler, pero por si acaso leer lo siguiente con cautela: Ese momento en el que debes matar a cierta persona a la que tienes cierta estima cuando descubres que es el responsable de todo, recuerdo ese momento en el que yo me negaba a matarlo, seguía sin creermelo.
Vámonos al otro lado del arte
Muchas veces el arte no tiene porque ser algo que nos transmite sentimientos o ideas, sino que muchas veces llamamos arte a cosas que son preciosas estéticamente.
Quiero empezar poniendo de nuevo ejemplos personales, y un juego que no podía faltar hablando de belleza en los videojuegos es Child of Light. Recuerdo la primera vez que jugué, no podía parar de mirar los diferentes escenarios, o de escuchar las diferentes canciones, esto consiguió algo increíble, que dejase de ver los juegos como un arte que nos entretiene, sino también como un arte que puede embellecer al igual que cosas como las esculturas. ¿Quién no tiene dibujos, pósters o imágenes de algún videojuego en su cuarto? Lo hacemos para embellecerlo, yo por ejemplo, tengo una réplica que compré en mi viaje a Italia de la Piedad junto el artbook de Child of Light, a veces puedo estar un buen tiempo mirándolos de lo preciosas que me parecen.
Pero lo preciosamente estético puede ser muy subjetivo también, quiero hablar de otra escena de un videojuego que me encantó. La introducción del primer Bayonetta, seguramente muchos recordéis ese momento en el que Bayonetta sale de la tumba y empieza a matar ángeles sin parar. No sé porqué una escena así me cautivó, era demasiado precioso ver eso, incluso hay alguna que otra vez que simplemente me pongo en
Pero como he dicho, no solo es el dibujo artístico el que le da ese toque de belleza a un juego, el arte también es la música, y muchos juegos tienen canciones preciosísimas. Este caso voy a poner el juego de Rhythm Thief como ejemplo, un juego que a opinión personal se merece tener más fama, por ejemplo la escena en la que se toca Moon Princess, simplemente la escena era preciosa, pero el que le dio la guinda final fue la canción. Es una melodia que me relajó mucho en su momento.
Aunque no solo las canciones lentas pueden ser preciosas, voy a poner un ejemplo más cercano, la canción que sonaba en el último trailer de Super Mario Odyssey cantada por la actriz de voz de Pauline. Voy a ser sincero, el trailer fue épico, pero parte de esa epicidad es la canción, que puedo decir orgullosamente que he escuchado más veces la canción que veces he visto el trailer. Esto puede hacernos ver algo más, otra evidencia de por qué los videojuegos son arte: reunimos otras artes, como la música o la pintura.
Nos da lo mismo que otras artes
Todas las artes pueden servirnos para muchas cosas, entre ellas el entretenimiento, claro, esto dependiendo del gusto de muchos. Por ejemplo, algunos al entrar a un museo entramos a un nuevo mundo, varias ideas y emociones nos vienen a la cabeza, aunque hay gente a la que no, y eso es respetable. Los videojuegos hacen lo mismo, muchas veces nos hacen viajar por mundos diferentes, y nos transmites ideas. Aunque esto puede llevarnos a la siguiente cuestión: ¿Usamos ese viaje por diferentes mundos solo por el entretenimiento?
La respuesta es simple, no. A veces queremos hacer ese viaje por una simple razón, olvidarnos del mundo en el que vivimos. Mucha gente en momentos de tristeza recurre a algo más que los amigos, algo que solo pueden darnos las diferentes artes: Un viaje a un lugar donde no están presentes nuestros problemas cotidianos. Algunos usan la música, otros van a museos o se ponen una película o serie, pero muchos hacemos lo mismo con los videojuegos. En momentos en los que yo quiero despejar, a parte de ponerme música o verme una película, a veces juego un videojuego, pero hay uno en especial que siempre me sacará una sonrisa tonta.
Muchos no conoceréis el siguiente juego al que voy a referirme. Este juego es el Pump it Up, o sino hablaré de su variante algo más famosa, el Dance Dance Revolution. En estos dos juegos debes pulsar las flechas que aparezcan en pantalla con una alfombra que tienes en los pies, pero, ¿por qué este juego en particular me saca una sonrisa tonta? Recuerdo que yo siempre me he sentido un inútil en todo lo relacionado con lo físico, no sé jugar al fútbol, no sé nadar, pero una vez un amigo me enseñó este juego. Mis primeras veces como en todo lo relacionado a un deporte físico me salía fatal, pero algo me decía que yo podía hacerlo.
Hoy en día, se me da genial este juego, y cada vez que juego veo como voy mejorando, esa sensación de persona inútil se me va. Actualmente le enseño a algún que otro amigo a jugar, y ver como esa sonrisilla tonta les sale cuando hacen alguna canción que antes no podían hacerse, me recuerda mucho a mi viendo como mejoraba, me hacía ver que no era tan inútil como pensaba. Os dejo un vídeo mío jugando a este juego en un Salón del Manga, como curiosidad, el hombre contra el que juego hace unos años se mofaba de mi porque no se me daba muy bien, como veis, ahora ya puedo igualarle:
Los videojuegos son un arte
Hasta aquí llega este largo viaje con el que quiero hacer un llamamiento, con el que quiero que la gente no solo vea a los videojuegos como un entretenimiento, sino también como un arte. He puesto varios ejemplos míos de como los videojuegos han conseguido transmitirme lo mismo que las otras artes, pero ahora quiero saber vuestras experiencias en este arte. Un juego que os haya dado sentimientos, ideas, o una belleza estética, o que incluso como a mi, os hayan dado una experiencia que os sacara un rato de vuestras preocupaciones. Da igual de qué compañía sea, cuan simple sea el juego, o cuan antiguo sea, como hemos dicho, el arte es subjetivo, y nuestras experiencias son únicas, por ello, tendremos anécdotas únicas que irán desde jugar a un simple matamarcianos, o a un videojuego más trabajado.
Os animo a todos los lectores a leer las experiencias de los demás, compartir las vuestras y sobretodo, empezar a ver esto como un arte.