[Análisis] Miitopia
Miitopia llega por fin a occidente, sumándose al catálogo de Nintendo 3DS para los jugadores más allá de Japón. Esta nueva aventura nos transporta a un mundo mágico, una obra de teatro con elementos típicos del género RPG, pero con ese toque fresco que sólo puede dar Nintendo.
El videojuego está protagonizado por los Mii, esas caricaturas alocadas que debutaron en la época dorada de Wii y que, con sus más y sus menos, han sobrevivido hasta llegar a la propia Nintendo Switch. A lo largo de los años, han aparecido en superventas como Wii Sports o Mario Kart pero, ante todo, han protagonizado sus propios formatos: desde la aplicación Miitomo hasta el divertido Tomodachi Life. En Miitopia, estos personajes viven su mayor periplo hasta la fecha.
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El juego nos propone una aventura en la que deberemos dar forma no sólo a nuestro protagonista, sino a los compañeros que nos ayudarán en las batallas y a los personajes no jugables más relevantes. Una historia con su villano, cientos de caras robadas, y un completo arsenal de enemigos que deberemos vencer para ir avanzando y completando las páginas que forman el cuento de Miitopia.
Tabla de contenidos:
Un ambiente de cuento
Todo el mundo es feliz en Miitopia, hasta que es cubierta por una sombra y un malvado archimago roba las caras de muchos de sus habitantes para… ¡ponerlas sobre animales y monstruos de todo tipo! Por una mezcla de casualidad y destino, nuestro Mii se verá envuelto en uno de los primeros ataques del villano, dando comienzo a una aventura que le llevará a recorrer todo el reino. Este hilo argumental se entrelaza con pequeñas y divertidas historias, que incluyen cuentos de príncipes y princesas, genios y hechiceros.
La ambientación es uno de los puntos fuertes del juego. Pese a la limitada capacidad gráfica de 3DS y a la relativa sencillez de los Mii, la riqueza de colores y expresiones hacen que el mundo y los propios personajes parezcan hasta cierto punto vivos. Los menús son sencillos, pero vienen cargados de multitud de opciones que nos permitirán personalizar a nuestros Mii, conocer sus estadísticas, o revivir momentos de gloria. El estilo gráfico combina de forma bastante eficiente el trazado de un cuento infantil con la sencillez de los citados Miitomo o Tomodachi.
El sonido también contribuye a crear un ambiente de RPG clásico, pero con el inconfundible toque del universo Mii. Reconoceremos alguna de las pequeñas piezas musicales, mientras que descubriremos otras que se adaptan a la historia de determinados personajes, al estilo de cada una de las pequeñas regiones que recorreremos o a las batallas con los distintos enemigos.
Un reparto vivo para un mundo limitado
Pese a la buena ambientación y a la riqueza de entornos, quizá no terminemos de sentir la vida de Miitopia. Uno de los culpables es el sistema de control en los mapas, que presenta tres niveles de profundidad. A nivel general, en la vista de mapa, deberemos movernos de punto a punto, y una vez en ellos accederemos al lugar. En los caminos, los Mii pasarán a moverse automáticamente, viendo interrumpida su travesía cuando encuentren un objeto, paren a interactuar o lleguen a una posada. En el interior de aldeas y edificios, sin embargo, sí podremos desplazarnos de forma algo más libre, siempre en visión horizontal. En estos entornos, los menos numerosos, podremos interactuar con el resto de personajes.
Hablando de personajes, estos son, probablemente, el principal atractivo del juego. Comenzaremos con un protagonista, que podremos diseñar desde cero o a partir de uno de los Mii de nuestra galería. Definiremos su aspecto físico y su nombre, además de su personalidad y su oficio. Estos dos elementos tendrán una gran influencia en los combates. Poco a poco, iremos formando una pandilla de cuatro miembros, también personalizables. Otros personajes, generalmente aquellos con un papel principal en la historia, podrán ser creados por nosotros. Será la oportunidad perfecta para introducir en la aventura a cualquier amigo, familiar, o personaje real o imaginario. ¿Te imaginas un The Legend of Zelda en los mundos de Miitopia? Vale, crea un guerrero con la apariencia y el nombre de Link. No te preocupes si te cansas de cierto héroe o personaje, ya que podrás cambiar el reparto del juego, incluidos los NPC secundarios, en cualquier momento.
Los enemigos no se quedan atrás. Animales, monstruos e incluso objetos, cualquier ser podrá tener la cara de un personaje y ser controlado por el archimago. Esta diversidad, que además se adapta al entorno de los diferentes mapas, evitará que nuestros adversarios lleguen a resultar repetitivos, lo que enriquecerá no sólo los combates, sino la experiencia general de juego.
Un juego muy “Mii”
Miitopia es en realidad una combinación de diferentes formas de jugar. Por un lado encontramos los combates RPG, de los que hablaremos más adelante. Por otro, la dinámica tipo Tomodachi Life de las posadas, ubicadas al final de cada ruta. Aquí radica parte de la esencia del juego. Las posadas son el lugar en el que prepararemos a nuestros Mii para el combate, y las opciones son abundantes. Por un lado, podemos alimentarlos con las comidas que iremos obteniendo en el transcurso de nuestra aventura. Estas no solo ayudan a subir estadísticas, sino que, además, tienen mayor o menor influencia en función de la afinidad que nuestro Mii sienta por esa comida. También podremos mandar a nuestros personajes de compras, lo que permitirá mejorar sus trajes y equipamientos para el combate. Por cierto, si no te gusta determinado atuendo o arma, el juego permite ponerle el aspecto de otro sin perder las nuevas características. El dinero también se obtiene en los combates, o gracias a los minijuegos que encontraremos en las posadas.
El aspecto social, heredado de Tomodachi Life, forma parte de la dinámica de las posadas, apareciendo además en otros puntos del juego. Si bien no podemos influir más allá de poner a dos Mii juntos en una habitación, la relación que se establezca entre ambos irá ganando importancia conforme avancemos en la aventura. Por ejemplo, nos ayudará en combate, donde podremos atacar al unísono, advertir a nuestro compañero o dar un golpe más fuerte que impresione a nuestro amigo. Esta relación e influencia no siempre será positiva, ya que los celos y enfados harán acto de presencia, convirtiéndose en auténticos dolores de cabeza durante los combates. Nada que no arregle compartir habitación un par de noches.
A fin de cuentas, un RPG
¿Qué sería de un RPG sin combates? Estos son la principal diferencia de Miitopia respecto al resto de entregas protagonizadas por los Mii. Encontraremos combates aleatorios, que nos asaltarán mientras los personajes avanzan por el mundo, y también combates finales contra diferentes jefes. En todos ellos controlaremos -siempre que nos apetezca- solo a nuestro Mii inicial, mientras que el resto del equipo actuará de forma automática. Entre las opciones encontramos la de atacar, la de usar los hechizos que aprendemos conforme ganamos nivel, o la de servirnos de objetos, saleros (de vida, magia y resurrección) y santuarios (que eliminan todo tipo de efectos secundarios). Los saleros, santuarios y hechizos, que también podremos subir de nivel, serán los únicos que nos permitirán controlar en cierta forma a los miembros de nuestra pandilla, puesto que si no estaríamos destinados a ser meros espectadores durante la mayor parte de las batallas. La falta de control se traduce en cierta aleatoriedad en los combates, en los que a veces nos limitaremos a estar pendientes de que nuestro miembro más fuerte no caiga debilitado ante los diversos enemigos y ataques a los que nos enfrentaremos. Los roles u oficios juegan un papel vital en batalla, puesto que influyen en cómo suben las estadísticas y en el tipo de técnicas que aprende cada personaje. Existen varios tipos de ellos, si bien en cierto punto del juego aparecerán nuevas opciones: cantantes, cocineros, guerreros, magos… Un papel similar, aunque algo más limitado, es el de las personalidades de los Mii.
Sobre las funciones extra, Miitopia permite el uso de Spotpass, de la Central Mii y de códigos QR para compartir nuestras creaciones o servirnos de los personajes de otros usuarios. También podremos usar nuestros amiibo para obtener disfraces especiales y objetos útiles hablando con determinados personajes del juego. Miitopia dispone de capturas de pantalla, una galería de músicas, enemigos o lugares, y de minijuegos que van desde el piedra papel tijera y la ruleta (ambos disponibles en la posada) a concursos de preguntas y respuestas. Otras funciones interesantes son la posibilidad de continuar la aventura desde la versión Demo o la velocidad rápida pulsando el botón B. Por cierto, un guiño para los más pequeños, es que cada x minutos, mientras descansamos en la posada, el juego nos invitará a pausar la partida y seguir jugando más adelante.
Conclusiones
Miitopia ofrece una aventura diferente, con un acertado tono de humor y unas 35 horas de juego. Su punto fuerte es la infinidad de opciones que aporta la personalización del reparto de esta particular obra. Existen multitud de recompensas, armas, enemigos y NPC que descubrir, lo que ayuda a aportar profundidad a una historia sin demasiada sustancia pero con elementos típicos llevados al divertido terreno de los Mii.
Lo cierto, sin embargo, es que el sistema de combate podría mejorar, permitiendo el control de nuestra pandilla. Esto, junto a cambios en el mapeado, eliminaría esa más que posible sensación de ser meros espectadores. También se echa en falta una menor linealidad, así como un mejor ritmo durante la parte intermedia del juego, cuando nos veremos despojados de parte de lo que habíamos conseguido hasta entonces.
En definitiva, Miitopia es una experiencia enriquecida más por la propia gracia natural de los Mii que por los elementos que deberían distinguirla, por un lado, del resto de RPG y, por otro, de los otros productos de su propio universo. Pero si buscas un juego no muy difícil y gracioso a la par que divertido, sin duda es una opción a tener en cuenta.