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[Impresiones] Hey! Pikmin

Shigeru Miyamoto siempre ha querido que Pikmin fuera su nuevo Mario, una saga con unos personajes tan emblemáticos y carismáticos como la más exitosa de Nintendo. Quizá ese éxito no llegó tan lejos como se pensaba a nivel de ventas, pero el amor que sienten los fans de Pikmin hacia estas pequeñas criaturas ha superado a muchas otras iP de la compañía.

Con la promesa de un Pikmin 4 casi terminado nos llega este spin-off para Nintendo 3DS, Hey! Pikmin, algo totalmente distinto a lo que llevamos viendo de la saga hasta el momento, adaptado a la consola portátil y ampliando su particular mundo hacia nuevos horizontes.

Os contamos como han sido nuestras primeras partidas a Hey! Pikmin.

Los Pikmin al rescate

Si Mario siempre tiene que rescatar a Peach, Olimar siempre tiene que reparar su nave tras un terrible accidente espacial. Bueno, no es así del todo y ya lo vimos en Pikmin 2 que le pudo la codicia. Esta vez necesitaremos recoger 30.000 unidades de Sparklium para reparar la nave del capitán Olimar, y como siempre los Pikmin estarán ahí para ayudarle, dispuestos a sacrificarse sin esperar gran cosa a cambio.

No se trata de un juego que necesite de una carga argumental muy grande y la pieza central es el peculiar esquema de juego que Nintendo ha montado para la ocasión, tomando solo alguna de las claves de la saga y adaptándolas a un estilo de juego 2D que mezcla plataformas, puzzles y acción.

La acción ocurre, simultaneamente, tanto en la pantalla superior de la consola como en la inferior, con unos gráficos 2D que no resultan muy atractivos pero si que son bastante bonitos a grandes rasgos, con mucho color y el estilo “realista” al que nos tiene acostumbrados Pikmin.

No se ve muy consistente, eso si, y es que a pesar de ser un juego 2D, su mundo está recreado en tres dimensiones y los modelados no se ven tan nítidos como nos gustaría. Uno de los motivos puede ser la resolución de la pantalla.

Por suerte no hemos visto problemas de rendimiento reseñables, y eso es una buena noticia tratándose de una versión temprana del juego.

Buenas ideas en un planeta desconocido

Si en Wii podíamos apuntar a la pantalla para elegir a dónde lanzar los Pikmin, y en el Wii U Gamepad podíamos mandar a los personajes a ciertos lugares, en Nintendo 3DS se utilizará un sistema de lanzamiento similar al visto en Yoshi’s New Island, usando completamente la pantalla táctil y moviéndonos con el stick de control.

Esto da como resultado un esquema de control híbrido al que tardaremos en acostumbrarnos pero realmente resulta muy efectivo y ágil de utilizar, así como preciso.

El jugador podrá realizar las acciones de otros juegos con Olimar, como usar el silbato para llamar a los Pikmin o seleccionar el tipo de criaturilla que queremos lanzar, pudiendo elegir entre rojo, azul, amarillo, rosa o roca, y suponemos que también blanco y morado. Una novedad que hemos visto es la posibilidad de usar una mochila reactora para propulsar a Olimar durante un tiempo en el aire, y así llegar a zonas a las que no podríamos acceder de otro modo.

El objetivo será recolectar el Sparklium superando fases que nos enfrentarán tanto a puzzles como a enemigos, e incluso mezclas de ellos teniendo que darnos prisa para pensar con rapidez y superarlos.

Hemos visto pocos escenarios, pero son bastante diferentes entre si, tanto en mecánicas de juego propuestas como en estilo gráfico, lo que nos da esperanzas en encontrarnos grandes e imaginativas cosas en el juego completo.

Afortunadamente se ha conservado los adorables sonidos que emiten los Pikmin durante sus aventuras, y es que la banda sonora y efectos nos ha sorprendido en positivo (lo poco que hemos escuchado, todo hay que decirlo) estando al nivel del resto de juegos de la saga.

Por el momento no se han confirmado modos especiales del juego, así como características multijugador de algún tipo.

A por todo

Hey! Pikmin es un juego diferente, no podéis enfrentaros a él pensando que os vais a encontrar algo similar a lo visto anteriormente en la saga.

Es un juego de plataformas, acción y puzzles en dos dimensiones con entornos y personajes en 3D, con un apartado gráfico que, aun siendo bonito, está un tanto anticuado. No inventa la rueda en cuanto a jugabilidad pero resulta entretenido y divertido, y algunas situaciones están muy bien pensadas y ajustadas al marco que nos da la saga.

Pronto veremos cómo ha resultado este proyecto de Arzest y Pikmin, pero por el momento tenemos algunas dudas.