[Análisis] Pixel Hunter
Lemondo Games nos trae el port a New 3DS de Pixel Hunt, su juego de plataformas ya lanzado en Steam, PS Vita e iOS. La principal característica que este juego anuncia son “¡Impresionantes gráficos voxel y de 8 bits en 3D!”, y es su seña de identidad. El protagonista del título, al que llamaré durante este análisis “Super Morio” (lo prudente sería llamarle cazador, pero es que el parecido es más que evidente, es el famoso fontanero con una escopeta arrasando con todo bicho viviente), le han robado las armas unos “jefes”, según una nota que le han dejado en el lugar donde las guarda , así que sale en busca de ellas armado con una pistola y con ganas de gresca.
Tabla de contenidos:
Mucho píxel y pocas nueces
Si bien la desarrolladora ha querido hacer hincapié en los gráficos, en la portátil de Nintendo se ven realmente mal. Se pueden vislumbrar unos cuadrados en los fondos, los enemigos están pobremente diseñados y los escenarios son muy repetitivos. Aunque lo más grave son las puntuales bajadas de frames en ciertas zonas que me han provocado más de una muerte injusta y que desesperarán al jugador. En cuanto al diseño de jefes, cumplen, sin más, aunque en el tráiler de la eShop sus barras de vida parecían estar más claras, aquí son más pequeñas.
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En la pantalla táctil saldrá la lista de armas en un fondo negro, y dicha lista de armas ni siquiera funciona del todo bien. Tanto este menú como el de la pantalla de inicio transmiten el poco mimo que el estudio le ha dado a este título. En cuanto a la música es mala y repetitiva, y con la enésima muerte que recibas a partir del tercer mundo, donde la dificultad, sin aviso previo, se dispara, la apagarás.
“Presione A para continuar”
Nada más empezar el juego, nos cuentan mediante unas imágenes la historia, para saltar directamente al menú principal, con dos opciones: Jugar y ver de nuevo la historia. Hay un selector de niveles por si quieres rejugar algún nivel, cosa que por otra parte extrañaría bastante, pues los niveles son, hablando amablemente, olvidables. Cada mundo cuenta con tres niveles, y en el tercero de cada uno te enfrentarás a un jefe.
El bueno de Morio tiene unos controles muy básicos: el stick analógico para moverse, con A se dispara y con B se salta. Explicado un poco más pormenorizado: hasta que acabes con el primer jefe, y consigas la metralleta, vas a estar pulsando la A durante todo el nivel, pues los primeros niveles son una suerte de avanzar sin mirar atrás spameando la A. En cuanto al salto, mientras en algunos niveles no hace falta ser muy meticuloso, en otros lograrás completar los saltos por un píxel de diferencia, siendo estos últimos MUY injustos y frustrantes para el jugador.
Durante el trancurso de cada nivel, te irás encontrando diferentes animales, que te soltarán carne, la moneda del juego, que se usará para poder continuar el juego desde el último checkpoint alcanzado, y no desde el inicio del nivel. El sistema de vida del personaje es muy curioso, y es que cada vez que nos golpeen, perderemos una parte de nuestra cabeza (primero la gorra y luego el peluquín), aunque podremos recuperarlas si acabamos con algún enemigo.
No todo es malo dentro de la jugabilidad, y es que en cada mundo, antes de la pelea contra el jefe, hay un “nivel especial” que intenta variar un poco el gameplay plano de avanzar matando animales y dando saltos de dificultad cada vez más absurda. En el primer mundo, por ejemplo, se trata de un suelo con pinchos que va ascendiendo, y para evitar la muerte debes saltar a diferentes plataformas. En el segundo mundo, se trata de un nivel de plataformas con cambios de perspectiva muy interesante, y en cuanto al tercero, es el juego resumido a su máxima expresión: una especie de persecución con unos pinchos que tienen mal puesta la hitbox, con lo que pasarte ese nivel es un ensayo y horror que hará las delicias de los amantes del sadomasoquismo.
Las peleas contra los jefes son bastante insulsas, mientras el primer jefe es fácilmente derrotable, el segundo saltará por el escenario de manera aleatoria, convirtiendo la batalla en un bingo en el que tienes que rezar para que la IA no decida que no le caes especialmente bien.
Como hacer que una hora parezca un año
La duración real del juego, es decir, si no hubiese obstáculos hechos para que tengas que repetir niveles hasta la saciedad, sería de una hora. Teniendo que repetir los niveles, unas 3 horas tardarás en acabar con esta experiencia de prueba y error. El juego no invita a rejugarlo, no hay ningún premio por completarlo ni ningún aliciente para volver a los mundos ya superados. El juego viene sin multigador, y por primera vez se agradece, porque pensar en varios Morios dando saltos por estos mapas me perseguirá en mis peores pesadillas.
Casi me morio
Pixel Hunter es un juego de plataformas mal porteado a Nintendo 3DS, con fallos garrafales que condicionan su gameplay, pese a que su planteamiento invita a pensar que puede ser un juego resultón. Los niveles especiales son lo único salvable de un título que se hace pesado a partir del segundo mundo, y con taras importantes como son la caída de frames, las situaciones injustas o pantallas de carga que varían su duración de 2 a 20 segundos en la misma zona. Por el precio de este juego (2,99€) tienes alternativas mucho más válidas en la eShop. Si aún así lo compras, prepara cantidades ingentes de paciencia y buen humor para la ardua tarea que vas a tener por delante.
Podéis encontrar Pixel Hunter en la eShop de Nintendo 3DS a un precio de 2,99€ y necesitaréis un espacio libre de 765 bloques para poder descargarlo.
https://youtu.be/RSt5Fi3c3pA