[Análisis] Super Bomberman R

Nintendo Switch ya está aquí y entre sus primeras opciones como catálogo de lanzamiento tenemos a Super Bomberman R, que vuelve de las manos de Konami para su 33º Aniversario. Puede que durante estos años Bomberman haya estado en baja forma pero esta vez parece haber vuelto a sus raíces sacando lo mejor de sí y recordándonos por qué nos gusta tanto.

Vuelta explosiva

Bomberman ha regresado por todo lo alto y lo hace con un lanzamiento exclusivo en Nintendo Switch, siendo uno de los primeros títulos que se pueden jugar en la consola. Puede que el nuevo título de Konami no sea tan explosivo como muchos esperábamos pero aún así cumple con su cometido. Dispondremos de un modo historia, bastante corto aunque ofrece cooperativo, y un modo batalla de lo más intenso.

Esta vez se ha querido regresar a las raíces de Bomberman volviéndonos a ofrecer esa vista cenital donde nuestro objetivo será acabar con todos los enemigos a base de bombas y recoger power-ups. Konami ha querido revivir esa nostalgia que tanto nos ha cautivado y eso ha sido un gran acierto. Por otro lado el juego encaja perfectamente con la filosofía de la consola y es que se podrán realizar batallas multijugador o continuar con la historia en cualquier momento ¡Ya no hay excusa para echar unas partiditas!

¡El Planeta Bomber está en peligro!

El malvado Buggler quiere convertirse en el emperador del sistema solar, para ello ha encomendado una misión a los cinco Dastardly Bombers: someter a los planetas que pertenecen a “Cielo estrellado”; pero queda uno por conquistar y ese será el Planeta Bomber. Tras recibir un aviso, White (Bomberman Blanco) decide poner las pilas a su equipo aunque en un principio parezca que no está muy por la labor. Tras mucha insistencia el Equipo Bomber se lanza a la aventura por establecer la paz intergaláctica una vez más.

La  historia vendrá representada en pequeñas animaciones que estarán dobladas al inglés con subtítulos en castellano, son muy coloridas y aportan personalidad a los personajes. Aunque el guión en sí es bastante pobre y se reduce a un diálogo simplista entre personajes.

Para superar la aventura tendremos que completar 5 mundos compuestos por una serie de fases, las cuales nos propondrán diversas misiones, y un jefe final. Cada mundo tendrá unas características y enemigos diferentes que los hará únicos y bastante distinguidos. Mientras jugamos contaremos con un número limitado de vidas y si estas se pierden habrá que comenzar desde el principio a no ser que dispongamos de las monedas suficientes para poder continuar.

El cooperativo en este modo será una de sus claves ya que podemos compartir nuestra aventura con alguien y de paso echar algunas risas o algún que otro grito de desesperación. Y es que el juego dispone de tres niveles de dificultad: fácil, normal y experto. En función del que elijamos recibiremos una recompensa mayor o menor al completar un planeta. Os aseguramos que el nivel experto es muy desafiante y si lo decides intentar con un acompañante vais a necesitar mucha habilidad y una sincronización de reloj. Un punto en contra en cuanto a la historia es su duración y es que en no mucho más de un par de horas podemos completarla.

Lo mejor del clásico de siempre

En cuanto al desarrollo de la aventura, parece que Konami se ha decantado por el estilo más clásico ya que Super Bomberman R no aporta ninguna novedad al sistema de juego. Nuestra misión será avanzar, acabar con los enemigos y recoger power-ups, que si ya has jugado a otros títulos de la saga sabrás perfectamente para qué sirven. Aún así habrá pequeñas novedades como las misiones de cada fase, en las que nos pedirán pulsar botones, eliminar a todos los enemigos o buscar la salida.

Gracias al diseño 3D del juego también podemos observar distintos niveles o pisos dentro de una misma pantalla y en ocasiones nos veremos obligados a echarlos abajo para poder pasar por encima, e incluso jugaremos en pantallas ligeramente diferentes al “rectángulo tradicional” con una perspectiva mucho más abierta. En general jugaremos en cada fase no más de 5 minutos lo que devolverá al juego su estilo clásico, breve pero intenso, sin olvidar esta vez que la aventura la podemos compartir con alguien más.

Los controles son sencillos, nos movemos con el joystick y con los botones podemos poner bombas o hacer uso de los power-ups tales como el puñetazo o el guante. También existe la posibilidad de jugar con el mando en vertical pero tendremos que recurrir al grip de los Joy-Con. Hemos podido encontrar una pequeña pega y es que es un poco difícil ajustar las posición de los personajes con los sticks, lo que lo hace poco preciso y en ocasiones nos haga perder vidas.

La esencia del juego: multijugador

El punto fuerte de Bomberman siempre ha sido el modo multijugador y en este caso sigue siendo uno de sus pilares fundamentales ¿Quién no se ha picado con los amigos por ver quién es el rey de la pista? Podemos elegir entre 4 u 8 jugadores en una misma consola, personalizar los personajes y elegir entre numerosas pantallas, cada una con sus propias características y normas (suelos que se caen, muros indestructibles, objetos que entorpecen la jugabilidad… ) Y por si faltaba más, el juego también posee un modo batalla online en caso de que no dispongamos de tanta gente en modo local, en el que se podrán conectar 4 Switch con dos jugadores cada una de ellas.

El modo batalla además de utilizar los power-ups clásicos del modo historia, añade también otros como enfermedades que vienen representadas por una calavera, y que si no lo conocéis dota a nuestro personaje de una cualidad al azar, normalmente mala. También se podrá activar el modo venganza donde los jugadores derrotados podrán lanzar bombas al resto para así acabar con ellos y tener la oportunidad de revivir.

Además por cada partida que juguemos ganaremos monedas que nos servirán para utilizarlas en la tienda del juego. En ella encontraremos accesorios para personalizar a nuestro personaje (no tienen ningún efecto especial, simplemente sirven para decorar), nuevos personajes e incluso adquirir nuevas arenas para el modo multijugador. Un detalle bastante interesante que nos anima a jugar más.

Apartado gráfico y sonoro

El apartado gráfico está basado en los clásicos que llegaron a consolas anteriores de Nintendo, adaptado a los gráficos 3D de hoy en día pero conservando la estética direccional y los modelados y cuadriculados simplistas.

El juego aprovecha la máxima resolución en ambos modos tv y portátil, corriendo a 1080p y a 720p respectivamente. A pesar de no ser ningún portento técnico como lo es The Legend of Zelda: Breath of the Wild, el juego corre a 30 imágenes por segundo tanto en portátil como en tv, lo que resulta un tanto decepcionante por parte de la desarrolladora, que no ha aprovechado toda la potencia del hardware. Salvo popping entre personajes cuando se encuentran en una misma casilla, no hemos detectado ralentizaciones o cualquier otro problema gráfico.

En cuanto al apartado sonoro nos encontramos melodías inspiradas en antiguos juegos de la saga con remezclas y nuevas composiciones con mucho ritmo. Destacar también los divertidos sonidos que emiten los enemigos al ser destruidos.

Conclusión

Aunque Super Bomberman R podía haber aprovechado un poco más sus características y haber dedicado más tiempo a su modo historia, es la excusa perfecta para jugar con amigos en cualquier momento. Es un juego sencillo y rápido de entender para los jugadores poco experimentados en el género. Las posibilidades de la consola ofrecen un multijugador inmediato que puede ser tanto cooperativo como competitivo. ¡Y no olvidemos el modo online! Todo un clásico que viene pisando fuerte y que promete horas y horas de diversión.

Super Bomberman R está disponible tanto en formato físico como en la eShop a un precio de 49,99€.