[Análisis] King of Fighters ’98
Es evidente que el catálogo de Switch lo forman actualmente The Legend of Zelda: Breath of the Wild y quince más que, pese a que alguno es excelente, como Shovel Knight, quedan en un segundo plano, apartados. Sin embargo, en esta página sobre el mundo Nintendo en que tanto confiáis os daremos análisis para todos, incluso aquellos retro portados de la NEOGEO. Es este el turno de analizar en qué os puede servir la enésima vuelta de King of Fighters ’98, una entrega fundamental de una de las sagas de lucha de los 90, a una consola posterior a la que fue lanzada. A grandes rasgos: aroma de lucha arcade y poca sensación de control.
La primera impresión
Muy poco se ha hablado de los juegos retro de NEOGEO que han aparecido por sorpresa de muchos en la eShop de su flamante nueva Nintendo Switch. Que no hayan sido populares es normal: no se trata ni de remasterizaciones ni de remakes, sino simplemente de ports. Así que esto nos da una idea de por qué no hay consola virtual de Nintendo: tal vez se lanzarán los juegos de nuevo sin tener que etiquetarlos bajo el dominio de ‘consola virtual’.
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Para quienes no lo sepáis, antes de ser una consola doméstica, NEOGEO fue primero máquina arcade. Esto es, requería monedas para funcionar. Como en algunas ocasiones, la acción de recargar monedas en King of Fighters se soluciona por medio de pulsar un botón. Es algo molesto y, claro, algo que los jugadores más jóvenes o principiantes (que son parte del target de Switch) no comprenderán. Como tampoco comprenderán que la imagen en el televisor no cuadre con la imagen del juego. En fin.
Después de deducir cómo lidiar con el Insert Coin, nos encontraremos muchos otros problemas de control. Será un horror saber si está detectando los Joy-Con en sentido lateral o como una sola pieza. Se podría jugar de las dos maneras si, por suerte, el jugador supiera cómo.
Además, recordemos que Nintendo Switch no ofrece ningún mando con cruceta incluido en la caja de la consola. Así que para un control más clásico habría que comprarse el mando Pro de Nintendo Switch. Aunque lo más clásico sería usar un Stick de recreativas que, para suerte de los más nostálgicos, está anunciado para la consola.
Por suerte, pulsando el botón + se pueden configurar los controles. Aunque el menú que se abre, creado para la ocasión para que Switch emule el juego, rompe el estilo artístico antiguo, lo que lo convierte en una chapuza.
La segunda impresión
Después de los problemas que se nos presentan de inicio, viene lo bueno. Los responsables de esta versión deberían saber la importancia de una buena primera impresión, pero o bien las prisas para que llegara en el día 1 de la consola o bien la ley del mínimo esfuerzo condenan al juego en este aspecto. Pero repetimos: luego se juga bien.
King of Fighters ’98 y su posterior versión ultra ya olían a viejo, a género que o se renovaba o moriría. Así fue. Los que se renovaron (Street Fighter, Tekken), siguen con nosotros con gran salud. Los que no, pasaron moribundos por la primera década del siglo XXI -de hecho, el último King of Fighters XIV es el primero en renderizarse en 3D-. Sin embargo, jugar a un título de calidad que reúne toda la experiencia de la lucha arcade de su década en una consola moderna es una sensación muy positiva, por la nostalgia que emana y por la calidad de las peleas.
En este juego tenéis un gran plantel de personajes, como marcan los cánones de The King of Fighters. Quien no lo sepa, se trata de un juego en que las rondas las marcan cada uno de los combatientes de un equipo, o sea 3. El primer jugador que pierda sus tres contrincantes, pierde. Mi favorito es el Orochi Team, con Yashiro Nanakase al frente. La lista es infinita y legendaria. Podéis verla completa pinchando aquí.
La parte positiva en esta nueva versión también la forman los escenarios, las animaciones de los sprites tanto de los combatientes como de los personajes o objetos del fondo del escenario, el estilo pixelado de la época de 16 Bits, la música enérgica, el equilibrio -decente para la época- entre el poder de los personajes, la ambientación bien conseguida que se desprende de todo el conjunto, etc. La jugabilidad en el combate ha envejecido razonablemente bien si nos atendemos a los aspectos positivos que acabamos de mencionar.
Conclusiones
Esta es una adaptación fácil y rápida de un clásico de la lucha arcade en la flamante nueva Nintendo Switch del consumidor. Esto significa que puede adquirir un juego para dos de lucha en el mismísimo día de lanzamiento, que además ofrece combates emocionantes en los que la habilidad prima sobre el resto, tal como marcan los cánones del género. Sin embargo, tiene errores graves como la mala optimización de la imagen en la TV, lo confuso que es escoger los controles o la incomprensión que produce que el juego esté pensado para recreativas y no para Switch.