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[Opinión] Nintendo, a la conquista del cine y la televisión

Todos recordamos, y recordaremos, con cariño y afecto al genial Satoru Iwata que nos dejó tristemente hace algo más ya de un año. Tras su perdida, la complicada tarea de relevarlo al frente de la compañía de videojuegos más famosa del mundo, recayó sobre los hombros de Tatsumi Kimishima, un hombre que parece dispuesto a recoger, respetar y expandir el legado que hereda del anterior CEO de Nintendo.

La compañía lleva tiempo buscando otros caminos, intentando diversificar beneficios más allá de la venta de hardware y software. Apuestas como los amiibo han resultado un acierto absoluto, y es ahora, de un tiempo a esta parte, cuando la gran N ha puesto sus ojos en otro gran caladero: el cine y la televisión. Es cierto que la idea ya barruntaba en la cabeza de Iwata, pero ha sido el nuevo presidente quien ha pisado el acelerador en este tema, y parece claramente decidido a entrar en ese terreno, que tal y como pinta la situación actual, si se trabaja con cariño y respeto, puede ser una fuente inagotable de ingresos.

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Ninty disfruta de algunas de las sagas y personajes más icónicos de la historia, y sus universos van desde el espacio exterior, hasta mundos de fantasía medievales, hasta dimensiones paralelas llenas de color. Un amplio abanico de posibilidades para contar sus historias, que pueden adaptarse a la animación, a la acción real o al formato serie, según convenga. Además, sería una excelente oportunidad para resarcirse de aquel pobre intento con el largometraje de Super Mario Bros de 1993, que poco o nada tenía que ver con las aventuras digitales del fontanero. Cierto es que, aunque parezca increíble, los estándares de calidad y de exigencia del publico de aquel entonces, no eran los de ahora.

A nadie se le escapa, o no debería escapársele, que Marvel ha supuesto un antes y un después en cuanto a sacar rendimiento a sus personajes en el mundo audiovisual. Su universo compartido, con películas individuales para cada uno de sus personajes, conjuntas para ver a todos los héroes en acción, y las series que matizan y completan ese “todo” están funcionando exageradamente bien, tanto en términos económicos como de entretenimiento, además de demostrar ser una alternativa que resiste perfectamente el paso del tiempo, si tenemos en cuenta que la primera piedra de Marvel en este mundo conjunto se puso allá por 2008 y hasta la fecha no hay ni un solo síntoma de agotamiento de la formula, al contrario.

Imaginaos si se decidiera aplicar este método a la mitología Nintendera, aun sin necesidad de crear un mundo necesariamente compartido. Largometrajes de animación de Splatoon, Mario (sabemos que, por ejemplo, con Pokémon, funcionan de maravilla), un film de acción real ambientado en las estrellas narrando las aventuras de Samus Aran…o una serie de The legend of Zelda producida mano a mano por Nintendo y Netflix, plataforma que da cobijo al antes mencionado (y magnifico) universo televisivo de Marvel, con series como Daredevil, Jessica Jones o la próxima Luke Cage. Una adaptación tan cuidad en todos los aspectos, especialmente en los que a historia y guión se refiere, desarrollando las vivencias de Link y Zelda, es sencillamente, un sueño para cualquier fan de Nintendo que se precie de serlo. Además, la saga cuenta con historias más que suficientes como para alimentar las tramas tanto como fuera necesario. Cabe destacar como curiosidad, que este legendario videojuego, estuvo a punto de ver la luz en Hollywood, con un proyecto dirigido por Terry Gilliam, y que contaba con James Mcavoy y Diane Kruger en sus roles principales.

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Personalmente, creo que es el momento. El cine goza de una tremenda popularidad, aun a pesar de la piratería, el público responde masivamente a este tipo de producciones en las salas, y los servicios de streaming en casa están cada día mas asentados y contando con mayores y mejores recursos. Se sabe del histórico recelo por parte de Nintendo para llevar a la pantalla a sus personajes, pero la clave esta, sencillamente, se trata de hacer un trabajo con dedicación, rigor, esfuerzo y ante todo, respeto por los iconos de la casa, sin dejarse llevar por experimentos, y partiendo de la base que todos los jugadores de videojuegos del mundo conocen y admiran. Nintendo tiene todavía muchísimo peso como marca, es lo que llevan ganado. Su solo sello ya llevaría a un buen porcentaje del pblico a los cines y la televisión. A partir de esa buena predisposición, la posibilidades son infinitas, y empresarialmente, a poco bien que se haga, puede constituir una autentica mina de oro.

En vista de todo esto, solo cabe una pregunta: ¿Por qué no intentarlo? Kimishima parece dispuesto a hacerlo. El futuro se presenta esperanzador.