Cara o Cruz #7: ‘Pokémon Sol y Luna’ al descubierto, ¿cuáles son las expectativas?
La séptima generación de la franquicia Pokémon, Sol y Luna, se dejó ver hace unos días en mayor profundidad. Game Freak desveló en un vídeo de presentación los esperados starters y legendarios de las nuevas entregas, así como la región donde tendrá lugar el título, el renovado aspecto visual y la fecha de lanzamiento en todos sus territorios. Unos primeros minutos que han servido para hacernos una idea del camino que tomará la próxima generación y de paso conocer los Pokemon iniciales que marcarán el inicio de nuestra siguiente aventura. Un anuncio, que como es habitual, ha generado todo tipo de debates en torno a lo que nos deparará Sol y Luna.
Tabla de contenidos:
Lo visto hasta ahora, promete
Por Israel Mallén
Rowlet, Litten o Popplio. Hacía años que no dudaba sobre cuál sería mi compañero en la nueva región o en el regreso a un viejo hogar antes conocido. Me confieso admirador de la lechuza, pero los otros diseños me gustan. Como siempre, los nuevos Pokémon tienen sus amantes y sus detractores (en ocasiones incluso son famosos youtubers que no saben quién es Nosepass). Pero todo lo que hemos visto hasta ahora promete.
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Los iniciales tienen un diseño simple y cautivador. La simpleza no es un defecto en el que se supone que es el primer compañero de nuestro periplo, pues recalca la sensación posterior de crecimiento cuando se conviertan en poderosas criaturas. Tanto ellos como Solgaleo y Lunaala, los nombres (sin confirmar) de los dos legendarios, están basados en animales, algo que más de un nostalfag ha calificado de “soso”. Bulbasaur es una rana con una planta en el lomo, Charmander una lagartija que escupe fuego y Squirtle una tortuga que genera memes día sí y día también. Los más admirados son animales, por algo será.
“Pero Israel, es que la primera generación molaba más, era más original”. Kanto, admirada por Charizard, Pidgeot y otros tantos, dejó perlas como Grimer (un charco de heces que evoluciona en otro con la boca más grande), Voltorb (una Pokéball que evoluciona en otra pero al revés) o Jynx (un… bueno, Jynx). Toda generación tiene sus aciertos y sus errores, pero por el momento la séptima ha dejado a la Pokécomunidad con un buen sabor de boca.
Cada inicial tiene su personalidad y gusta más o menos según si se comparte. Los legendarios son imponentes y se ciñen a lo que representan: el valor y el poder, asociados al sol en más de una cultura en el caso de Solgaleo y la elegancia y misticismo de la luna si hablamos de Lunaala. A nivel gráfico se han mejorado ciertos defectos presentes en la sexta generación y los juegos tienen un aspecto más estilizado (frente al estilo chibi de XY/ROZA).
Ahora bien, falta ver si la dificultad, rídicula en la sexta generación, se ha aumentado, si la historia es sugerente, si el resto de Pokémon dan la talla, lo que añade al competitivo, si tiene un post game sólido y una larga lista de cuestiones aún sin saber. Basándome en lo que ha salido a la luz estoy en condiciones de decir que la séptima generación tiene muy buena pinta y que, si corrige los errores de la anterior, puede ser un salto de nivel para la saga.
Escéptico hasta nueva información
Por Christian A.R
No puedo evitarlo, me siento muy ilusionado con esta nueva entrega de Pokémon. Siendo ya un entrenador experimentado, no sentía esta sensación desde que la franquicia dio el salto hacia Nintendo DS, un gran cambio que multitud de jugadores agradecimos. Sin embargo, los últimos años me han dejado un regusto agridulce con entregas que sí, introducían novedosas mecánicas o renovaban gráficos entre otros, pero no me cautivaron como antaño.
Depositadas en el 20 aniversario conservo las esperanzas de revivir con Sol y Luna los escalofríos que antes me recorrían al iniciar mi aventura en regiones como Hoenn o Johto, aunque me obligo a mostrarme escéptico, ante todo tras lo poco visto de la entrega después de semanas de silencio rodeadas de falsas promesas de información y rumores.
De lo recientemente mostrado, la región tropical y el renovado estilo gráfico, un salto notable respecto a la anterior entrega a mi juicio, es lo que más me ha llamado la atención. A pesar de ello, las futuras criaturas y novedades jugables que aparezcan me mantienen expectante e inquieto. De momento no han podido cautivarme con sus iniciales, mucho menos con el dúo de legendarios que protagonizarán estas dos versiones, así como la incorporación de posibles mecánicas que, con el afán de revolucionar, no acaben sumando en profundidad.
La carta de presentación en cuanto a futuras especies no es que me haya llamado la atención. Siento una gran predilección por las criaturas de las primeras entregas, por razones emocionales o gustos. Llamadme antiguo, pero esos son los que mantengo entre mis favoritos, aquellos que han conseguido ganarme desde el primer momento que los vi.
Otro temor son las nuevas mecánicas de juego, arriesgadas propuestas que si bien refrescan el metagame han jerarquizado el uso de los Pokémon, siendo prácticamente habitual encontrarse entrenadores que, prendados por las virtudes de ciertas de estas criaturas, las priorizan antes que disfrutar de aquellas que les gustan. No desprecio estas novedades que añaden infinitas capas de profundidad e intentan buscar cierto equilibrio prácticamente inexistente en las primeras entregas, aunque para mí no suman lo suficiente como para que no me desprenda del juego durante meses.
Espero muchas cosas de Sol y Luna que no pude ver en su predecesor. El escepticismo me domina a la espera de nueva información. Por ahora me centraré en agarrar con fuerza las entregas de antaño esperando una nueva propuesta que me vuelva a ilusionar como antes. Hasta ese momento, mantendré la atención sobre Solgaleo y Lunaala a la espera de que me cautiven con sus virtudes.
¡Vota según tu criterio!
Resultados de Cara o Cruz #6: