[Análisis] ‘Super Meat Boy’ (eShop Wii U)
Su primera aparición fue en Xbox Live, allá por el año 2010. Un mes después, aterrizó también en Windows. Y así, fue avanzando hasta llegar este mismo mes a la eShop de Wii U.
Hablamos de Super Meat Boy, hermano menor del menos reconocido Meat Boy. Este proyecto del Team Meat, y que también cuenta con la colaboración de Newgrounds, es reconocido como uno de los mejores títulos descargables dentro del género plataformas.
Tal vez sea por el planteamiento de su idea: simple, llamativo y directo; o puede que por su endiablada dificultad. Aspecto que sin duda, no pasa para nada desapercibido.
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Este peculiar plataformas se ha convertido en todo un fenómeno, y si no sabes de él, te recomendamos que sigas leyendo.
Tabla de contenidos:
El arquetipo de héroe ataca una vez más
Un tópico muy explotado y querido por los desarrolladores, para dotar a su argumento de más fluidez y simplismo, es el de dar al protagonista el papel de héroe, que se enfrenta a un villano, generalmente para rescatar a una damisela en apuros. (¿Os suena esto de algo?…)
Este indie, como habréis podido deducir, parte de la premisa de plataformas con una historia muy poco sustancial. Y es que al igual que muchos de su género, no necesita mucho más.
En este caso, la damisela en apuros es Bandage Girl, que ama a Meat Boy. (Parece que éste no tiene tantas dudas como cierto fontanero). Por desgracia, su relación se ve saboteada por un solitario y amargado villano que no es querido por nadie: el Dr. Fetus. De modo que, en un arrebato de envidia, este entristecido personaje secuestra a Bandage Girl. Y así, nos plantean la excusa para poner a nuestro personaje a dar saltos por ahí. Éste, además, ha soportado una paliza previamente, por lo que irá dejando rastros de sangre en cada nivel.
De manera que deberemos guiar a nuestro ensangrentado héroe en sus horas bajas a través de niveles llenos de sierras, fuego, lava, ventiladores, ¡e incluso sal! (un peligro para sus heridas).
Controles milimetrados, niveles milimetrados
Y es que no solo su argumento tópico está ahí para hacer un guiño a los clásicos del género plataformas, también está su dificultad, que advertimos que en los niveles más avanzados no es nada misericordiosa con el jugador medio.
Pero si bien estaremos en un juego donde sus niveles nos obligarán en ciertos momentos a milimetrar nuestros saltos, eso significa que los controles también estarán milimetrados. Con esto queremos decir que el manejo de Meat Boy tiene muchísima precisión.
No tardaremos mucho en acostumbrarnos a sus movimientos, que son más bien pocos, pero resultan ser lo justo y necesario para cada uno de los retantes y amenazantes escenarios que visitaremos.
Usando el joystick izquierda manejaremos a nuestro protagonista, con A o B saltaremos, y con X o Y correremos. ¿Simple verdad? como cualquier plataformas. Por supuesto, a esto se le añade algún movimiento extra, como cubrir más distancia si saltamos mientras corremos.
Pero el que más usaremos sin lugar a dudas será el famoso salto escalada. Para los que no lo conozcáis, consiste en saltar sirviéndonos tan solo del apoyo de dos paredes. Aunque en el caso de Super Meat Boy también podremos servirnos de una única pared. Este detalle parece que pone las cosas muy fáciles, pero está claro que los escenarios están muy preparados para esta ayuda.
Niveles despiadados y casi sin bonificación
Así es, despiadados y casi sin bonificaciones. Estas son las palabras que más resaltan al describir las pantallas de este indie, que para bien o para mal, son bastante breves. Eso sí, en abundancia. Además, las bonificaciones pasarán a un segundo plano, ya que lo más importante es el reto que nos ofrece cada nueva misión.
Dispondremos de 7 mundos (uno de ellos extra), cada uno con 20 fases y un jefe. A excepción del mundo 6, en el que solo dispondremos de 5 escenarios previos al jefe final. Estas pantallas, las podremos completar en el orden que queramos. Eso sí, para desbloquear al guardián de cada mundo deberemos salir victoriosos de un número concreto de ellas.
Si bien estamos ante un título basado en los plataformas más veteranos, sus temáticas son de lo más originales, y en ciertos momentos, emplean temáticas y técnicas de lo más novedosas, que nos recordarán más bien a los juegos de últimas generaciones.
Su dificultad, como ya comentamos, lo hace poco recomendable para jugadores inexpertos. Por suerte para estos, la curva ascendente que supone este factor, irá teniendo una evolución menos brusca a medida que avancemos. Es decir, el cambio de dificultad que notaremos del capítulo 1 al capítulo 2, no será el mismo que del capítulo 5 al capítulo 6, ya que será menor en el segundo caso.
Además, el primer capítulo hará de tutorial, por lo que no nos encontraremos con ningún reto hasta llegar al primer jefe, posiblemente.
Cabe destacar que este plataformas no solo se sirve de las sierras colocadas por el Dr. Fetus para hacer que las pasemos canutas. Este mundo tiene muchas más mecánicas como rayos laser, cañones, plataformas que se alternan mediante interruptores, llaves…
Aún así, puede llegar a dejar algo que desear en cuanto a innovación de temáticas y plataformas. Sabemos que estamos ante un juego indie, pero especialmente en el sexto capítulo, la carencia de novedades llega a afectar a la calidad del juego. Esto, se ve compensado con el quinto, que nos brinda de ideas muy novedosas.
Un estilo muy singular y para rato
Como veis, Super Meat Boy no se queda corto en duración. Y por si estos siete mundos con una veintena de niveles os ha parecido poco, cada uno de estos tendrá su versión oscura, que solo se desbloquearán si nos pasamos el nivel con un buen tiempo.
Y no solo eso, ya que en algunos escenarios encontraremos objetos que desbloquearán más contenido. ¿De qué contenido hablamos? pues de más personajes. Estos, son protagonistas de otros juegos indies, tales como Tim, el protagonista de Braid. Ellos harán que muchos de los niveles que ya hemos visitado, recuperen cierta vida, gracias a que su forma de moverse es diferente a la de Meat Boy.
Con un protagonista tan curioso, y teniendo a este mix de personajes en nuestras narices, podemos ver que este juego tiene un enfoque realmente peculiar. Puede que por sus guiños a los juegos de vieja escuela o puede que por sus escenarios y personajes sencillos pero llamativos.
Nada pasa desapercibido en este título, que no abusa de los detalles o de unos gráficos impresionantes para engatusar al jugador a su universo, si no que se sirve del recurso que muchos juegos indies emplean: un minimalismo resultón.
Tampoco puede quedar libre de mención su banda sonora que, además de cumplir con lo mínimo: acompañar y encajar con cada nivel; también es variada y realmente pegadiza.
Aunque, a pesar de que estemos ante un juego longevo y carismático, hemos echado en falta el añadido de algún tipo de función online o multijugador. Aspecto que ha quedado totalmente ausente.
Conclusión
Super Meat Boy es un indie atemporal, que usa su estilo minimalista y curioso, sirviéndose de una jugabilidad demoledora pero muy adictiva, que dejará al jugador atrapado a la consola.
Los niveles no solo se sirven de una elevada dificultad para llamar la atención, si no también, en ocasiones, de mecánicas muy diversas, las cuales, hay que destacar que se quedan ausentes en los niveles finales. Al final nos hartaremos de ver sierras giratorias.
Su argumento, sin necesidad de ser un elemento a tener en cuenta, satiriza el de los plataformas más clásicos, rodeando a este título de una atmósfera cómica.
Eso sí, nos podremos disfrutarlo en compañía, y no dispondremos ni tan si quiera de un ranking online. Por todo lo demás si buscas un reto y te gustan los plataformas, este indie está hecho para ti.