Análisis Wii U

[Análisis] ‘Shütshimi’ (eShop Wii U)

Vamos con otro indie para Wii U: en este caso analizamos Shütshimi: Seriously Swole, un shoot’em up 2D de desplazamiento lateral, de tipo arcade (objetivo: mejorar tus puntuaciones), cuyas principales virtudes son la brevedad de los niveles, que se vuelven vertiginosos, su peculiar sentido del humor, absurdo, y la voluntad de ser variado. Sin embargo, este último punto es uno de los que, en mi modesta opinión, cabría corregir: no acaba siendo todo lo variado que debería ser. Lee la crítica ampliada a continuación:

El primer reto de Choice Provisions: dificultad y diversión

Es evidente que el juego se marca dos objetivos: ser un reto para los amantes del shoot’em up y, a la vez, resultar divertido, para ser atractivo sobre otros títulos del mismo género. Vamos a tratar de averiguar si cumple o no con los objetivos.

Choice Provisions (la desarrolladora) tiene un historial de juegos de tipo arcade aceptable: con la serie Bit.Trip y Woah Dave! consiguieron crear videojuegos muy adictivos porque tenían una jugabilidad muy sencilla y unos niveles complicados. La diversión la conseguían mediante la superación personal del jugador. En el caso de Shütshimi, repiten esta misma estrategia. En este caso, en cambio, los niveles son realmente breves, de unos diez segundos por nivel (se llaman oleadas), e intensos, con muchos elementos en pantalla. El reto en este juego es acumular tanta puntuación como sea posible en el máximo de oleadas que seamos capaces de aguantar.

Hay varios niveles de dificultad: fácil, normal y difícil. Los dos recomendados son el normal y el difícil. Para este tipo de juegos, no tiene sentido jugar en el ‘paseo’ que supone la dificultad fácil. Las principales diferencias entre el modo normal y el difícil son las vidas con las que empiezas (tres en el normal y una en el difícil, aunque en ambos puedes conseguir más a medida que avanzas) y la dificultad y cantidad de enemigos que hay en pantalla (obviamente, mayor en el difícil). Teniendo en cuenta que las oleadas de enemigos son infinitas, y aumentan la dificultad progresivamente, el juego consigue un reto sostenido y aceptable. Además, incluye niveles con jefes finales alternados a los niveles normales (en una secuencia de 4 normales, 1 jefe). No obstante, hay un aspecto negativo en la dificultad de este juego que criticaré después de analizar cómo consigue divertirnos.

La diversión se busca mediante dos premisas: que los niveles sean rápidos y cortos, y que el juego se impregne de humor absurdo desde el diseño de los objetos, protagonista y enemigos (manejamos un pez-Rambo que mata a otros animales marinos ¡en el cielo!) . Se trata de dos premisas ligadas entre sí. Tenemos un referente muy nintendero que aúne estos dos mismos elementos: Warioware!. De la misma manera que la serie de microjuegos de Nintendo, este juego pretende sorprendernos con las cosas que suceden en pantalla, breves y absurdas muchas veces. Además, para conseguir una variedad sustancial para sorprendernos, entre niveles hay un espacio llamado Shop (tienda) en el que seleccionamos objetos que nos modifican el arma que usamos, nuestro tamaño, velocidad, el fondo del nivel, etc.

En este aspecto, podemos decir que sí logra divertirnos: resulta sorprendente, variado y gracioso. Sin embargo, se trata de un juego indie, y al poco tiempo aprendemos todas las posibilidades que ofrecen los objetos que compramos en la Shop, conocemos todos los enemigos, etc. Y se acaba con el factor sorpresa. Y, consecutivamente, también deducimos una estrategia cómoda y eficaz para salvar el obstáculo de la dificultad, el reto. Así pues, al cabo de una hora, como mucho, ya nos aprendemos todas las variables de los niveles. Y el juego deja de ser tan divertido y tan difícil. La evidencia más clara es que los jefes finales acaban siendo aburridos.

El segundo reto: duración

La duración del juego es infinita, si nos ponemos estrictos. Sin embargo, hay un apartado de extras en el menú del juego que sirve como añadido para aumentar la duración del juego. En este apartado están los créditos y la música del juego, por ejemplo, que no cumplen la función de alargar la experiencia (a no ser que te pongas a escuchar la música esquizofrénica del juego en plan maníaco durante horas o te quieras aprender el nombre de los desarrolladores); sin embargo, también hay un apartado de logros (se llaman trofeos) muy concretos y difíciles que consiguen un reto diferente más allá de superar la máxima puntuación todo el rato. Además, existe un modo en el que solo salen pantallas con los jefes finales.

El envoltorio del juego

Los gráficos del juego no son nada del otro mundo: un diseño global de 8Bits que acompaña al juego en el sentido de que conecta al jugador con la época (años 80) en los que este tipo de videojuegos ‘lo petaban’ en los salones recreativos. Música y diseño, pues, están pensados para recordar o parodiar (a libre interpretación de quién lo juzgue) aquellos primeros shoot’em ups. Además, es normal que los juegos indie jueguen a tener gráficos de 8Bit. Recordemos algunos de la eShop de Wii U: Shovel Knight, Shantae: Pirate’s Curse, el sensacional Edge, Freedom Planet, etc.

Multijugador local pero completamente en inglés

Una de las claves del juego es el multijugador local (no tiene online). Es más divertido jugar a este juego acompañado que solo. Permite hasta cuatro personas en la misma pantalla, lo cual supone todo un acierto. Sin embargo, aunque la experiencia en multijugador es mejor, el diagnóstico del juego es el mismo: sorprendente, divertido y difícil al principio; no obstante, pierde a medida que juegas, pese a su infinita rejugabilidad.

Lamentablemente, el juego no cuenta con traducción al español. Pese a ser un juego con poco texto, sí que es importante entenderlo porque los objetos en la secuencia Shop tienen una descripción creativa, irónica a veces, sobre los objetos que compras. Entonces, es una pena no captar el humor de estos textos.

Conclusiones

Se trata de un juego que cumple con lo que se plantea: a mi entender, divertir y suponer un reto al jugador. Sin embargo, al cabo de una hora, se torna previsible y empieza a carecer de interés. Se aprenden rápido los mecanismos que hay detrás de la creación de los niveles. Por este motivo, es recomendable jugar en el modo más difícil pronto, pues supone un reto interesante, y, sobre todo, jugar con amigos, que resulta mucho más divertido. Recordad que no está en español, que tiene un diseño y música que nos devuelven a la época de los 8Bit y que el humor que empapa todo el juego es de estilo absurdo, como los Wario Ware!

6.0

[Análisis] ‘Shütshimi’ (eShop Wii U)

Puntuación Nintenderos: Buen juego

  • Historia:
  • Jugabilidad:
  • Gráficos:
  • Sonido:
  • Duración:
  • Multijugador:
Destaca en:
  • Da una vuelta de tuerca a un género manido para hacerlo más divertido.
Flojea en:
  • Los niveles dejan de sorprender muy pronto.


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