Si tuviera que definir a Wario en pocas palabras, lo describiría como al pobre socarrón que siempre termina sonriéndole la suerte. Un personaje corrompido por la avaricia y la riqueza que, sin saber por qué, terminas empatizando con él. Te das cuenta que detrás de ese cuerpo regordete con cara de pocos amigos y bigote eléctrico, se esconde alguien que ha calado en el corazón de muchos jugadores por su peculiar sentido de la justicia e incontestable amor propio. Es uno de esos malos que ha sabido cómo hacerse un hueco dentro de la industria y protagonizar una saga que recordamos con cariño: Wario Land, una serie que por desgracia Nintendo parece haber abandonado en el baúl de los recuerdos.
Concebido como el archienemigo de Mario, la saga supo tomar su propio camino y distanciarse de la franquicia estrella de Nintendo aún manteniéndose dentro del mismo género. Sin princesas en apuros que rescatar ni reinos que salvar, Wario desarrolló su lado más codicioso en busca de tesoros y lujos; un humor más fanfarrón y una jugabilidad que lo ha caracterizado y hecho único dentro del universario Mario. Su habilidad para transformarse ha sido el pilar fundamental y sello distintivo sobre el que se ha sostenido la serie a lo largo de sus diferentes entregas desde Wario Land: Super Mario Land 3.
Su éxito es indudable. Cada plataforma en la que ha tenido un representante, cinco en total si tenemos en cuenta The Shake Dimension en Wii y obviando el correspondiente en Virtual Boy, ha sido recibido de forma positiva tanto por la crítica como a nivel de ventas; suficiente como para seguir considerándola rentable económicamente. Sin embargo, Nintendo se sacó de la chistera una nueva serie de microjuegos protagonizada por Wario, Wario Ware, capaz de hacer sombra y relegar a un segundo puesto a la saga Wario Land.De tal manera que Nintendo R&D1 no ha sido el equipo de desarrollo responsable desde Wario Land 4, encargando el resto de proyectos a otros estudios.
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Desde entonces, la aparición de la franquicia ha sido anecdótica sobre todo en el terreno portátil. GameBoy Advance fue la última plataforma en dar cobijo a la última aventura del barrigudo personaje de Nintendo, donde la búsqueda de tesoros se vio rebasada por el Wario empresario y capitalista de Wario Ware; laboratorio de pruebas inmejorable para aprovechar las características exclusivas de Nintendo DS, Wii y sus sucesoras.Ni siquiera el 20 aniversario de la serie consiguió relanzarla con un hipotético Wario Land 5 o una recopilación de todas las entregas en Nintendo 3DS. Ha tenido que ser Wario Land The Shake Dimensionquien la represente durante los últimos diez años, apostando por el salto a las consolas de sobremesa con cambios en su desarrollo que lo alejaron parcialmente de la esencia de títulos anteriores.
La trayectoría y política seguida por Nintendo no contribuye a que seamos muy positivos. La vida de sus plataformas actuales parecen estar llegando a su fin y tan sólo un milagro podría hacer realidad el anuncio de una nueva entrega de la serie en Nintendo 3DS o Wii U (o NX, quien sabe). Y es que son muchas las ganas que tenemos de tenerlo de vuelta y recibirlo con los brazos abiertos. Wario, tú lo vales.