[Análisis] ‘The Legend of Zelda: A Link To The Past’ (CV de New 3DS)

Y Link prosiguió sus andanzas por Hyrule en la dorada época de SNES.

La culminación de los juegos de plataformas 2D llegó con esta consola y gracias al fontanero más famoso de los videojuegos, viendo así increíbles epopeyas como Super Mario World o Yoshi’s Island, el mejor plataformas de la historia para un servidor.

Pero Shigeru Miyamoto no se quedó quieto con el joven de ropas verdes y decidió volver a los orígenes tras un curioso experimento con The Adventure Of Link, transformando su nueva creación Link To The Past, en algo así como una venganza contra el primer juego de la saga y todo lo que pudo haber sido.

Una vez más, volvemos al pasado con Link.

¿Otra vez con pesadillas, joven?

La trama de The Legend Of Zelda: A Link To The Past comienza como la de muchos juegos de la serie, con nuestro protagonista, Link, durmiedo y sufriendo pesadillas, o mejor dicho revelaciones.

A través de un sueño, la princesa Zelda se comunica con Link para pedirle ayuda, y en un pispás el joven se encuentra con una espada y un escudo y luchando contra hordas de monstruos a través del vasto mundo de Hyrule creado para la ocasión.

En esta incursión, la trama se vuelve algo más complicada y enrevesada que en las entregas anteriores, y es que a partir de SNES, las historias contadas por los videojuegos cobraron un papel mucho más importante que durante el reinado de Nintendo Entertainment System (¡¿Por qué escalaban tanto los Ice Climbers?! Qué más da, era divertido).

El número de personajes aumenta también exponencialmente, pasando de unos pocos simbólicos a una tonelada de NPC’s con su propia historia, carácter, apariencia… lo que dio lugar a un montón de historias nuevas y entretenidas. The Legend Of Zelda: A Link To The Past fue para Miyamoto un lienzo sin pintar esperando a ser transformado en un hermoso cuadro.

Los extensos diálogos del juego nos ayudan a sumergirnos en la trama, a un nivel más bajo que las complejas historias que vemos actualmente pero interesante al fin y al cabo.

La nueva visión de Hyrule

Como si de magos se tratasen, el simplista mundo de The Legend Of Zelda se transformó en un complejo Hyrule tan grande como capacidad podía otorgar la increíble SNES (por duplicado).

Nunca pensamos que las dos dimensiones podrían dar tanto de si, y es que amén de un cuidado y colorido estilo que marcó tendencia en la saga, lo cierto es que el juego fue uno de los más bonitos de la consola.

Desde el diseño de Link, totalmente renovado para la ocasión, hasta algo tan común como la representación de la naturaleza, todo luce fantástico en un juego que, con tanto contenido, era difícil poner la atención en todos los detalles.

Hasta los edificios que vemos durante el juego han pasado a ser objeto de museo, reconocibles sin dudar incluso a día de hoy, 25 años después del estreno del juego.

Por otro lado, la conversión a New Nintendo 3DS del juego está bastante trabajada, sin caídas en el número de imágenes por segundo y con una reproducción fiel de colores originales. De hecho, el juego se ve y se mueve estupendamente.

Lamentablemente el juego solo soporta el idioma de Shakespeare, así que si no sabéis bien inglés  puede que se os pierdan bastantes detalles de la historia.

Pero si hay algo por lo que realmente destacó el juego fue por su apartado sonoro. De esta obra salieron joyas musicales como “La nana de Zelda”, el tema principal de Hyrule o la canción que escuchamos en Kakariko, y que podemos oír remasterizada incluso en Twilight Princess.

Luchando con todas sus armas

A Link To The Past también es especial por ser el precursor más directo de todas las secuelas que llegaron con el tiempo.

Link encontrará a lo largo de su aventura un montón de armas y objetos que podremos usar en mazmorras y otros desafíos para avanzar, dándole al juego siempre un aire de originalidad y frescor aunque llevemos horas y horas de recorrido.

El uso de Kakariko como centro neurálgico y única “ciudad” del juego, hace que el jugador lo use de forma involuntaria de centro de operaciones, con sus tiendas, sus misiones…

Los controles del juego siguen siendo bastante cómodos y no desentonan con los juegos actuales, excepto quizá en el uso del menú de selección de objetos, excesivamente parecido al visto en The Legend Of Zelda y sin muchas ganas de evolucionar. También el hecho de solo poder usar un objeto al mismo tiempo resta un poco de agilidad a la jugabilidad.

Vale, no vamos a ser tan duros con un juego que llegó al mercado en el año 1991. Realmente no cuesta mucho adaptarnos a la jugabilidad ligeramente anticuada del título, pudiendo disfrutar de la aventura de forma completa.

La dificultad se mantiene a un buen nivel durante todo el juego, aunque si “trabajamos” a nuestro personaje adquiriendo y buscando mejoras, puede resultar algo facilón. Seguro que más de uno se atrevería con un Modo Héroe sin corazones recuperadores de vitalidad pululando por ahí.

Por su parte, la duración del juego es una maravilla. Estamos hablando de un título creado para ser disfrutado en una consola de sobremesa y, aunque ya pasó con acierto por GameBoy Advance, sigue manteniendo esa esencia que nos hace estar pegados a la pantalla para avanzar un poco más en la aventura.

Fácilmente, necesitaremos entre 20 y 30 horas por delante para completar la historia de Link.

New Nintendo 3DS como reflejo de nuestras teles de tubo

Ya hemos comentado antes que el juego se mueve muy bien en la consola, y es que no lo han “metido a capón”, por decirlo de alguna forma. Se trata de una adaptación bien realizada con la adición de puntos de restauración, ya vistos en otros juegos de la Consola Virtual, así como de una novedad para los juegos de SNES: la resolución nativa.

Tendremos dos modalidades gráficas para disfrutar del juego en la portátil estereoscópica, con resolución original o expandida, para hacer la vista más panorámica.

En la galería superior tenemos, a la izquierda, la versión expandida, y a la derecha la versión original. Supongo que es cuestión de gustos, pero el juego con resolución original se ve muy bien, y lo más importante, sin pixeles estirados que borrosifican la imagen.

Como no puede ser de otra manera, el título también cuenta con integración en Miiverse, por lo que podremos subir capturas a la comunidad, crear nuestro propio diario de juego contando las aventuras de Link, o simplemente guardar un bonito recuerdo de este paseo por Hyrule.

Un vistazo al pasado para mejorar el futuro

Si la idea de Shigeru Miyamoto fue desarrollar un videojuego donde los jugadores sintieran la capacidad de libertad, la exploración y la aventura, podemos decir que el genio de Nintendo dio en el clavo.

The Legend Of Zelda: A Link To The Past no es el juego perfecto, pero tiene tantos aciertos y tan buenos que sirvió y sirve de referente para lo que debe ser un buen videojuego. Largo, entretenido, desafiante en ocasiones, completo, bien terminado (algo habitual hace años y que actualmente se ha convertido en una odisea), con un apartado gráfico brillante que, directamente, no ha envejecido, ni bien ni mal.

Pero la joya de la corona, como viene siendo habitual en la saga, es el apartado sonoro. Que algunas de las piezas musicales más importantes de los videojuegos como expresión artística hayan salido de este título dice mucho de su compositor, Koji Kondo, y es que quién no reconoce a estas alturas alguna de sus canciones.

Como adaptación a New Nintendo 3DS, se cumple a la perfección el cometido de trasladar la experiencia original, tal cual, a la portátil, con la genial posibilidad de mostrarlo a la resolución original y compartiendo la experiencia con amigos gracias a Miiverse.

Sin duda, si no habéis jugado anteriormente, esta es una muy buena oportunidad por la portabilidad que otorga New Nintendo 3DS y el buen acabado que tiene la adaptación.