[Análisis] ‘Sadame’ (eShop 3DS)

Distribuido por Rising Star Games, quienes también nos trajeron la saga No More Heroes, y desarrollado por el casi desconocido estudio Moebius, Sadame nos propone una aventura feudal de acción con toques RPG sólo disponible mediante descarga digital en la eShop de 3DS. Ahora bien, ¿merece la pena adentrarse en esta aventura?

Nobunaga se expande, ¡necesitamos un héroe!

Sadame se ambienta en un período histórico existente en Japón, tras las llamadas guerras Onin. Estamos ante una época convulsa, llena de horror, muerte y dificultades. El mundo se prepara para lo peor, pero, por suerte, cuatro héroes se alzarán en armas contra el terrible Nobunaga para impedir que su reinado de maldad y conquista se perpetúe.

Bajo este contexto, se nos propone una aventura cargada de acción en la que elegiremos a uno de los cuatro héroes distintos (un samurai, un ninja, un guerrero y un monje) para recorrer una serie de fases bastante lineales al más puro estilo hack’n’slash eliminando a todo aquel que se interponga en nuestro camino. Ahora bien, el juego oculta mayor profundidad de lo que parece en un principio…

Tus mejores galas para la batalla

Para empezar, cada uno de nuestros cuatro héroes emplea un estilo de combate muy distinto. Así, por ejemplo, mientras el samurai emplea un estilo agresivo cuerpo a cuerpo, el monje se vale más de las magias y un estilo más defensivo. Dependerá de vuestra forma de afrontar el juego qué héroe escoger. Eso sí, una vez elijáis el vuestro no lo podréis cambiar hasta pasaros el juego, pero conservaréis todas las armas y objetos que hayáis conseguido en vuestra primera vuelta.

Y aquí es donde debo pararme un poco. Sadame en sí es un juego bastante breve. Consta sólo de cuatro actos, cada uno con pocos niveles y algo cortos, por lo que en apenas unas 6 o 7 horas os lo habréis ventilado de sobra. Ahora bien, la «gracia» del juego consiste en rejugarlo con otro héroe haciendo uso de las armas y poderes que ya habéis conseguido con el primero, puesto que cada uno de ellos sólo puede usar un determinado tipo de objetos y armamento. De este modo, el juego os parecerá más facil en la segunda ronda, pero en Sadame han pensado en todo y en la partida siguiente podremos aumentar el nivel de dificultad del juego, algo que en nuestra primera aventura no es posible hacer.

¿Y dónde radica el componente RPG que os he mencionado antes? Pues en varios elementos que paso a detallar; para empezar, nuestras armas tienen un daño distinto que nos aparecerá en pantalla, así como una serie de requisitos para poder llevarlas. Es decir, necesitaremos cierta cantidad de poder («Ki» como lo llama el juego) para poder equiparnos algunas de las más poderosas.

A mayores, ciertas armas podrán mejorarse con una serie de diamantes que iremos hallando en las fases. Dichos diamantes, una vez equipados, no sólo aumentarán las estadísticas de dicha arma, sino que también le otorgarán atributos elementales para que os sean más efectivas contra algunos enemigos. Ojo, no pongáis atributos al azar porque algunos enemigos resistirán. Por si esto fuera poco, cada arma lleva consiga atribuida una habilidad. Ésta, en ocasiones, sólo podrá ser usada por un tipo de héroe, pese a que cualquiera de ellos pueda llevarla equipada aunque, eso sí, sin poder usar su habilidad propia. Esto nos otorga muchísimas posibilidades no sólo a la hora de elegir arma, sino también cuando llega el momento de mejorarlas o no. Ah, y los diamantes no son infinitos, y los más poderosos son muy escasos.

Hechizando a los enemigos

Pero aún hay más. Nuestro personaje también contará con los llamados «Spells», que podremos atribuir a cada uno de los cuatro botones de la consola en combinación con el botón R. Una vez más, los hechizos nos vienen otorgados por el tipo de arma que usemos, por lo que no es bueno limitarse a coger el arma con más poder físico, ya que quizá sus hechizos sean mediocres. Los hechizos también los podremos mejorar mediante el uso de diamantes, de la misma forma que mejoramos el arma (de hecho, ambas cosas van vinculadas, si mejoras el arma los hechizos también suelen aumentar su nivel). Durante nuestro periplo por los diversos niveles, podremos usar los hechizos en cualquier momento, aunque con cuidado, ya que gastan Ki y si nos quedamos sin Ki no podremos realizarlos. Dichos «Spells» tienen diversos efectos: crear una ola de agua que barra a los enemigos en cierto rango, crear una bocanada de aire alrededor…

A mayores, podemos también asignar, usando esta vez el botón L y los cuatro botones de la consola, distintos poderes de Karma. Estas habilidades nos otorgan ciertas ventajas temporales, como aumentar nuestra defensa, curarnos un poco la vida o golpear más fuerte durante unos instantes. Al derrotar a cada uno de los jefes finales de cada nivel, nos dará un poder Karma, que podremos asignar a uno de los botones. Ojo, pues las habilidades Karma gastan puntos de… Karma, obviamente, y también nos podemos quedar sin ellos.

Por último, tenemos una tabla hexagonal llamada «Go-gyo» que viene a ser el típico sistema RPG de subida de estadísticas. Así, cada vez que subamos un nivel podremos gastar un punto de Gyo en dicha tabla. Podremos subir nuestra fuerza, nuestra defensa, aumentar nuestros puntos de Ki o de Karma, nuestra rapidez…

Como veis, Sadame no anda escasos en opciones y posibilidades, por lo que esconde una profundidad pocas veces vista en este tipo de juegos.

¿Derrotaremos a Nobunaga?

Eso depende de vosotros. Sadame está a la venta por 14,99 euros en la eShop, un precio que comprensiblemente a algunos parecerá excesivo, y más cuando he dicho que el juego es bastante breve en la primera sentada. Ahora bien, si sois de los que como yo, os gusta exprimir el juego y más cuando ofrece tantísimas posibilidades y formas de jugar como es el caso, vuestro dinero estará bien invertido, ya que si decidís pasaros el juego con los cuatro héroes, tenéis para bastantes horas.

No os lo pensáis más si queréis un juego divertido, con más profundidad de lo que parece y os gusta la estética anime y la fantasía heroica.

https://youtu.be/fGdnZlcMckE