Análisis Nintendo 3DS

[Análisis] ‘Alphadia’ (eShop 3DS)

Alphadia bebe del JRPG clásico, un género consolidado en 3DS con grandes títulos como los de la saga Bravely. El primer juego de la serie puede garantizar hasta 30 horas jugables, pero no es ni de lejos lo mejor  que se puede jugar en la portátil de Nintendo. Lejos de arriesgar, el juego de Kemko se convierte en una experiencia demasiado simplista.

Una historia poco innovadora

El primer juego de la saga Alphadia nos presenta su universo. Tras un siglo desde el final de la Energi War y en pleno periodo de paz, el Imperio Schwarzsilt invade varios países, uno tras otro. Ash y Karim, los protagonistas nativos del pueblo de Heiland, salvan a Shion y su acompañante de un grupo de soldados foráneos.

No es necesario hacer spoiler para ver que esta historia, pese a su rico universo, se basa en la lucha de un grupo de rebeldes contra el poder de un tirano. El problema no es tanto su planteamiento maniqueo (el bien contra el mal) sino la falta de innovación. Ni inventa ni reinventa.

Muchas historias basan su esencia en el enfrentamiento entre la luz y la oscuridad, pero solo aquellas que saben aportar algo más consiguen quedarse en la mente (o incluso en el corazón) de los jugadores. Alphadia apuesta por el planteamiento clásico y se queda ahí.

Sin embargo, cuenta con un mundo bastante rico, lleno de criaturas y ambientaciones variadas que solucionan, al menos en parte el problema anterior.

Lo clásico no siempre es lo mejor

Como se ha mencionado antes, muchos juegos apuestan por lo clásico tanto en sus historias como en su sistema de combates y controles. Sin embargo, la tendencia es combinar la base clásica del JRPG (combate por turnos, sistema de energías/tipos, clases…) con algo que haga único a cada título.

Alphadia huye de las mecánicas complicadas, pero también del riesgo que supone crear algo nuevo. Seguramente, el planteamiento tradicional gustará a muchos jugadores que añoran los años dorados del género. En ese caso están de enhorabuena: Alphadia respira el aire de la vieja escuela.

Pese a ello, no siempre cualquier tiempo pasado fue mejor. Un argumento explotado hasta decir basta en el género, que no aporta nada, se une a unos personajes bastante planos y un sistema de combates y energías que peca de básico. Desde luego, en la historia no hay nada que dé un soplo de aire fresco al género y sea realmente original.

Sistema de combate y controles

Una vez más, Alphadia revoluciona el género (nótese la ironía). Cada personaje puede usar un ataque estándar, protegerse, huir o usar un conjuro. La magia en este título recibe el nombre de Energi, conjuros con los que cuenta cada personaje y que varían dependiendo de en qué elemento se base.

Las combinaciones de tipos son bastante simples, basadas en un sistema piedra, papel y tijera. El fuego vence al viento, este a la tierra, que vence al agua y esta, por descarte, al fuego. Además están la luz y la oscuridad. Cada enemigo tiene ciertas debilidades que debemos descubrir de forma empírica, es decir, golpeándolos con todo.

Evidentemente, no todas las sagas pueden contar con la diversidad y sinergias de tipos que existen en, por ejemplo, Pokémon, pero en un género donde la estrategia es fundamental se hace raro atacar a ciegas hasta que encuentras la debilidad del monstruo en cuestión.

¿Dónde queda la estrategia si todo se resume en abusar de los diferentes conjuros? Los ataques estándar quedan en ridículo si se comparan con los conjuros de cada personaje. Reducir el sistema de batalla (clave en un JRPG) a tal nivel de simpleza hace que pelear no llegue a ser nunca un desafío y peque de fácil.

Los jefes finales no son un desafío

No son pocos los JRPG en los que, tras horas entrenando y subiendo de nivel para aprender este o aquel conjuro, la tensión previa a un combate contra un jefe final traspasa la pantalla. Alphadia, más que apostar por lo clásico (que en muchos casos es más difícil que lo más novedoso) se limita a simplificar la experiencia jugable priorizando ser accesible.

Sube algunos niveles cada cierto tiempo y voila, la dificultad desaparece. Si los encuentros aleatorios contra los enemigos más simples son casi una broma con un poco de práctica, los jefes finales no son mucho más. Se pierde la sensación de ser un grupo débil frente a una fuerza maligna, de tener todas las de perder y acabar ganando por haber ideado una estrategia sublime.

Lejos de ser un desafío, ni el nivel ni la barra de vida se sienten como algo complicado. Es más, la buena salud de la que gozan los jefes finales parece más bien una excusa para alargar el juego. Con todo esto, salvo que sea tu primera aproximación a un JRPG, la aventura deja de serlo para convertirse en un trámite tedioso.

Mapas repletos de enemigos

Alphadia sería precioso si habláramos de un juego para GBA. No suelo fijarme en un título por sus gráficos, pero sí por lo que su mundo y, en el caso de un JRPG, también su sistema de combate consigan llamarme la atención.

Si bien cuenta con criaturas variadas y un mundo más o menos rico, acaba aborreciendo por el exceso de enemigos, la facilidad para derrotarlos antes comentada y lo lento que es avanzar en el juego.

De hecho, para empezar a jugar de verdad tuve que aguantar cerca de 15 minutos que no contribuyeron a fascinarme con la trama del juego, sino todo lo contrario. Una buena historia puede calar en pocos segundos y los jugadores no somos espectadores, nuestro medio es interactivo. Cuando por fin logré iniciar el viaje… enemigos, muchos enemigos.

Screenshot for Alphadia on 3DS eShop - on Nintendo Wii U, 3DS games review

El clásico sistema de combates aleatorios tiene eso, que cada poco tiempo te puede aparecer un enemigo. Lo malo se da cuando cada cinco o como mucho ocho pasos se inicia un combate. Quizás si fueran un auténtico reto sería un aspecto positivo, pero ni así deja de ser agobiante.

Combatir pasa de ser una experiencia única a una excusa para subir de nivel. Todo el componente de exploración y aventura se pierde por culpa de un sinfín de encuentros carentes de significado. Si a esto se le suma la ausencia de un botón para correr, conseguir avanzar en la historia se convierte en el verdadero desafío.

La barrera del idioma

El penúltimo apartado del análisis lo protagoniza el idioma, en concreto la lengua de Shakespeare. Sin un buen nivel de inglés es casi imposible enterarse de una historia que, cogida con pinzas, es de lo poco salvable de Alphadia. Luego Kemko, el desarrollador, se quejará de que no ha vendido demasiado.

El español es el segundo idioma más extendido del mundo y, ya que el juego se comercializa en Europa, no estaría de más traducirlo al habla hispana, al francés y a otros idiomas del viejo continente ms allá del inglés.

Si sirve de consuelo, saber inglés te permite jugarlo sin limitaciones, pero el que no controle el idioma no se pierde una gran historia. Bueno, puede que lo que busques sea combatir cada 15 segundos, en cuyo caso… este es tu juego.

Conclusiones

Si este es tu primer JRPG y dominas el inglés, adelante. Es una apuesta por lo clásico que los jugadores menos experimentados (o los excesivamente nostálgicos) pueden llegar a disfrutar. Sobre todo al acabarlo, cuando puedan compararlo con más y mejores experiencias jugables.

Por el contrario, si ya cuentas con varias aventuras a tus espaldas, es muy probable que su historia poco profunda, lo lento que se hace el juego por el abuso de diálogos y combates intrascendentes, además de la falta de personajes que calen de verdad, este no es un título imprescindible.

No es una experiencia horrible, pero está muy lejos de ser un desafío a la altura de lo que su género puede ofrecer. Tampoco es una aventura que enganche, bien por su poca profundidad, bien por sus personajes planos. Ni siquiera su precio (9,99 €) le permite competir contra otros JRPG de 3DS.

5.0

[Análisis] ‘Alphadia’ (eShop 3DS)

Puntuación Nintenderos: Nada del otro mundo

  • Historia:
  • Jugabilidad:
  • Gráficos:
  • Sonido:
  • Duración:
  • Multijugador:
Destaca en:
  • Una historia que, sin ser de lo mejor de 3DS, puede gustar a los que debuten en el JRPG.
Flojea en:
  • Más que clásico abusa de simple.
  • Falto de profundidad, no aporta prácticamente nada al género.
  • El inglés puede ser una barrera insalvable para muchos.