[Análisis] ‘Angry Video Game Nerd Adventures’ (eShop 3DS)
Imagínate, estás tan tranquilo, en tu casita, disfrutando con tus amigos de una buena sesión de vicio jugón y, de repente y sin venir a cuento, una extraña mano sale de la pantalla y rapta a todos tus amigos. Intentas escapar, qué les den a tus amigos, pero es en vano, pues esa mismo mano termina por alcanzarte a ti también y te mete de lleno en el mundo de los videojuegos. ¿El sueño de todo gamer o una pesadilla absurda?
Pues tras esta premisa se esconde la base de Angry Video Game Nerd Adventures, un juego de plataformas en 2D de scroll laterial en el que deberemos viajar por varios mundos temáticos, tales como un volcán, una montaña nevada o un mundo de ciencia ficción. Eso sí, todos ellos están a su vez basados en muchos otros videojuegos que todos conocemos. ¿Os atrevéis a acompañar a este gruón jugador en su recorrido para encontrar las siete bolas de… digo, a sus amigos perdidos?
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Friki Bizarre Adventure
Estamos ante un juego loco y absurdo a más no poder. En cada fase abundan las referencias a videojuegos muy conocidos, siempre desde la parodia, aunque a veces va un poco más allá. Así pues, no os sorprendáis si os encontráis con una hada que os dice que la escuchéis, o si veis una luna sospechosamente parecida a la de Majora’s Mask, o si encontráis referencias a los juegos de Mario Bros. El juego se recrea en estas referencias, hay muchísimas, y es posible que no podáis hallarlas todas.
Por otro lado, nuestro protagonista, como el propio título del juego indica, es una persona iracunda, que siempre anda cabreado y todo le molesta. Tanto es así que cada vez que perdamos una vida soltará una frase soez alegando que prefería hacer mil cosas antes que estar viviendo esta mamarrachada. Ojito, porque a veces sus alegatos pueden ser demasiado bestias.
Hay que decir, antes de proseguir con esta reseña, dos cosas: primero, el juego salió primero a la venta en la eShop de Wii U y posteriormente se porteó a 3DS, dando así lugar a ciertos fallitos técnicos que luego comentaré. Y segundo, mi compañero Toni se encargará de analizar la versión «mayor» en un vídeo que no os podéis perder. Ahora sí, ¡nos metemos de lleno en harina!
Uy, has muerto. Uy, has muerto. Cuidado con… has muerto
Como he mencionado antes, estamos ante un juego de plataformas clásico de scroll lateral 2D. Manejamos a nuestro enfadado protagonista portando una pistola que posiblemente también os recuerde a cierto periférico mientras saltamos, esquivamos y eliminamos a nuestros enemigos. Hasta aquí todo bien, incluso puede recordaros levemente a Mutant Mudds.
Las fases son muy dispares entre sí, la ambientación es completamente distinta y los enemigos también, aunque en muchas ocasiones son versiones cambiadas de elementos que ya hemos visto antes. El humor que desprende el juego se ve a cada paso que damos, cada minúsculo detalle que los desarolladores han metido. Os aseguro que resulta fácil despistarse recreándose en la parodia, quizá a veces incluso pelín excesiva.
A mayores, en ciertas ocasiones podemos encontrar ciertos ítems que nos dotarán, temporalmente, de ciertas habilidades, como una pistola con mejor tiro, un personaje que aparecerá y nos eliminará a todos los enemigos en pantalla o la habilidad de lanzar piedras a los enemigos (algo que, según nuestro protagonista, es una mierda total).
Así pues, tenemos un juego con variedad de ambientes, muchísimo humor y un protagonista cabreado, ¿qué nos falla entonces? Pues lamentablemente, en mi opinión, la parte jugable.
Entiendo que un juego pueda querer ser difícil, pueda suponer un reto al jugador, y es más, me gustan los desafíos. El problema es cuando un juego resulta injusto y frustrante porque las fases lo son. Es tremendamente complicado saber crear juegos de plataformas que resulten complejos sin caer en las trampas o en elementos que no ves y te hacen morir. Ahí radica el principal problema de Angry Video Game Nerd Adventures. En muchas ocasiones, perderemos vidas y no será culpa nuestra, sino de una fase injusta que nos planta elementos repentinamente sin que nada podamos hacer.
Consecuentemente, a veces me he sentido frustrado, he sentido que el juego me estaba engañando, que no merecía eso. Morir y que no dependa de tu habilidad sino de la mala hostia de los desarrolladores no es como yo planteo un juego. En pocos momentos me he divertido realmente con el juego, ya que en gran parte de las ocasiones no hacía más que gruñir, resoplar y lamentarme de lo tramposo que resultaba todo.
Esto resulta aún más perverso cuando el juego cuenta con tres dificultades y la normal parece difícil y la fácil parece normal. Os aseguro que el juego resulta un suplicio en la dificultad que se supone tendría que ser la habitual. Es un juego que castiga duramente al jugador.
Tus amigos están en otro castillo
Al final de cada una de las 9 fases de las que consta el juego nos veremos las caras con las típicos jefes de final de fase, a cual más absurdo y estrafalario. Nuestro cometido será aprender su rutina, esquivar y disparar hasta terminar con ellos.
En estas batallas también he encontrado bastantes altibajos de dificultad. Mientras algunos de ellos son prácticamente imposibles de derrotar, otros resultan insultamente fáciles y apenas tendrás que hacer nada más que disparar sin moverte para derrotarles.
Por otro lado, las mecánicas del juego cansan enseguida, y eso que estamos hablando de un juego tremendamente corto que apenas tiene 9 fases. De cuando en cuando, el juego introduce algún elemento nuevo, como esta especie de tabla de surf en la que volamos y el juego se convierte de repente en una especie de shooter de navecitas al más puro estilo Gradius. Aún con esto, enseguida se vuelve repetitivo, en gran parte por la cantidad de veces que perdemos una vida y tenemos que repetir ciertas cosas, haciendo que todo sea algo tedioso.
Por último, quisiera comentar que, al menos en la versión portátil, el juego de cuando en cuando experimenta ligeros tirones que pueden resultar pelín molestos, a pesar de que no afectan demasiado a la jugabilidad.
En conclusión, Angry Video Game Nerd Adventures es un juego que derrocha humor y mala leche por los cuatro costados, y gran parte de su encanto radica en las referencias y la autoparodia. Sin embargo, con una dificultad más ajustada y unas fases mejor calibradas hubiera resultado una experiencia mucho más recomendable.