[Artículo] Nintendo y la pugna por el mundo abierto
Desde la anterior generación de consolas, la predilección por los títulos de mundo abierto, también conocidos como sandbox, ha sido creciente, ya sea dentro de la industria así como por los jugadores que sienten una gran libertad a la hora de disfrutar de este género. La mayoría de estudios ya ha indagado en profundidad dentro de esta moda de elaborar la realidad más amplia e inmersiva posible. El número de títulos que recibimos anualmente cultivando esta tendencia ha ido aumentando en gran medida, incentivado por el aprecio y expectación de los jugadores hacia ellos.
La mayoría de estas superproducciones se han alzado con los primeros puestos en las listas de ventas de todo el mundo, convirtiéndose en referentes dentro de la industria. A sí mismo, otras entregas han decidido adaptarse a este rumbo, abandonando la tendencia que mantenían para transformarse en un título de mundo abierto, acoplándose a la predilección del jugador. Grandes franquicias como Metal Gear Solid han visto un cambio de tendencia, donde en el reciente y exitoso Metal Gear Solid V hemos visto cómo se ha sumido en una amplia realidad, reconfigurando su mecánica y reinventando una fórmula donde el sigilo y la infiltración características de la franquicia cobran una perspectiva diferente.
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Durante estos últimos años, multitud de compañías se han dejado embelesar por el éxito que atrae este género. Hemos recibido grandes exponentes, obras maestras dignas de ser guardadas con esmero en la colección de todo jugador que se precie. Sin embargo, aún resta una variable por determinar: Nintendo. La compañía nipona, lejos de experimentar en este campo, continúa apostando por producciones más conservadoras y alejadas de esta tendencia cada vez más evidente. ¿Actúa correctamente rechazando esta evidencia?
La creación de un título de mundo abierto acarrea gran cantidad de problemas. En primer lugar, este tipo de producciones necesitan de multitud de recursos para ser finalizadas. Además de una ingente cantidad de dinero, estos títulos requieren de gran cuidado. La inversión de tiempo es enorme, donde además del trabajo del estudio a la hora de llevar a cabo el juego encontramos el posterior periodo de testeo. Tras finalizar cualquier título, comienza un tiempo de pruebas con el objetivo de depurar el juego. Las entregas de mundo abierto requieren de un mayor esfuerzo ya que, debido a su amplitud, el número de fallos, glitches y bugs es superior al que podemos encontrar en otros juegos más lineales. Una mala labor contribuye a que surjan multitud de errores, los cuales enturbian la experiencia corrompiendo partidas o son fuente de risas, provocando situaciones divertidas y en ocasiones grotescas.
La financiación y el tiempo de producción son los principales obstáculos a la hora de desarrollar estos títulos, uniéndose a otros factores como la mayor complejidad a la hora de realizar la trama debido a la posible fragmentación de la misma. Retornemos al caso de Nintendo. La compañía apuesta actualmente por un modelo a corto plazo, recurriendo a juegos que veremos en breve en nuestras consolas, los cuales no conllevan una gran cantidad de financiación y el rango de beneficios es mayor. Sin embargo, y en la situación actual, ¿este modelo carente de riesgo para la compañía puede acarrearle problemas en el futuro? El catálogo actual de la sobremesa de Nintendo, a pesar de estar repleto de imponentes títulos exclusivos, está carente de importantes superproducciones, títulos que aporten frescor a una colección donde los juegos multiplataforma, principal fuente de entregas de mundo abierto, son sustituidos por estos títulos que no consiguen aliviar la frágil situación de la consola.
Seguramente muchos diréis que Nintendo ya se ha adentrado en este género, que ha comenzado a experimentar con alguna de sus franquicias. Exacto, la compañía se encuentra desarrollando un título de estas características: Zelda U. La nueva entrega de la franquicia plantea como principal horizonte acomodarse a las exigencias de un título de mundo abierto. El título aún carece de una fecha de lanzamiento, puede que incentivada por esta serie de problemas o por la falta de conocimientos de Nintendo a la hora de afrontar este nuevo rumbo en la franquicia. La nueva entrega de Link salió a la luz durante el E3 del anterior año, pudimos ver imágenes en movimiento del mismo, aunque a partir de ahí Zelda U se ha ocultado tras un velo de misterio e intriga. El flujo de informacin ha sido cortado, el desconocimiento de información sobre el juego ha sido evidente tras la intervención de Aonuma anunciando la noticia del retraso que, a pesar de haber sido desagradable, era más que evidente.
Zelda U es considerado por muchos como uno de los títulos de mayor calibre que recibirá Wii U a lo largo de su trayectoria. La expectación que está causando este juego entre la comunidad es evidente, donde el cambio de aires que experimentará la franquicia con la nueva entrega promete convertirlo en uno de los mayores referentes de la saga. Puede que el retraso experimentado haya podido abocar a la sobremesa a un futuro aún más incierto, carente de grandes entregas en el horizonte que recibir. Puedo afirmar sin temor que, a pesar de haber afrontado entregas tan importantes a lo largo de su carrera, Zelda U es una de las mayores piedras que ha podido encontrar en su camino debido a la complejidad que acarrea la amplitud de este proyecto. Aonuma ya nos lo transmitió en su comunicado: «En realidad, esta entrega de mundo abierto está siendo más difícil de desarrollar y nos está llevando más tiempo del que esperábamos«. Lejos de títulos más que recordados como Ocarina of Time, Super Mario 64 o Super Mario Galaxy, el objetivo a cumplir con este mundo abierto, con la realidad de Hyrule más grande que jamás hayamos visto, lo eleva a una de las obras más complejas que la compañía haya afrontado.
El futuro de esta entrega aún es incierto. ¿Cómo le habrán afectado estos cambios a la franquicia? ¿Conseguirá satisfacer las expectativas que el público tiene depositadas sobre él? El retraso aún indefinido y una fecha por determinar (la cual ni siquiera está concretada en 2016) hacen temer por una incesante espera ante uno de los juegos más esperados del catálogo de Wii U y gran exponente de Nintendo durante el próximo año. Como bien he dicho anteriormente, la atención que este tipo de títulos necesita es superior a la de cualquier otro juego. La compañía está afrontando una dura pugna por adentrarse dentro del mundo abierto, intentando crear una auténtica obra reconocida en el género. Ya nos tiene acostumbrados a la atención y cuidado que dedica a cada uno de sus juegos, con el objetivo de rematar la experiencia lo más redonda posible para el jugador. «Un juego retrasado puede ser bueno, pero un juego apresurado siempre es malo», con estas palabras Miyamoto nos transmitió la importancia de conseguir un título acabado lejos de perjudicar la experiencia con objeto de llevarlo antes al mercado.
Esta decisión ha afectado recientemente a otro título de la propia Nintendo: Star Fox Zero. La nueva y polémica entrega capitaneada por Miyamoto ha sido retrasada hasta 2016, teniendo como causa el deber de pulirlo. Este nuevo título ha estado rodeado de polémica, desde sus conservadores y poco agraciados gráficos hasta su aparentemente compleja mecánica de juego. La situación actual de Nintendo la podemos extrapolar al resto de compañías. Esta repetitiva situación ha abocado a considerar esta generación de consolas como «la generación de los retrasos«, donde títulos que, a pesar de contar con una fecha de lanzamiento razonable, son víctima de un retraso de meses con las mismas intenciones que Nintendo ha depositado en sus títulos, depurar y ofrecer la mejor experiencia posible. La complejidad de los juegos actuales aboca a las desarrolladoras a recurrir a esta decisión en múltiples ocasiones. Sin embargo, esta tónica puede dejar caer la falta de previsibilidad y planificación, ya no solo en títulos de mundo abierto, sino en cualquier otra entrega que puede suponer un auténtico desafío terminarla y alcanzar la calidad esperada.
Nintendo debe afrontar un duro desarrollo, su primera internación en los títulos de mundo abierto. Lejos de contar con un escueto catálogo de juegos dentro de este género, donde la próxima entrega de estas proporciones y una de las mayores apuestas que llegarán este año a Wii U, Xenoblade Chronicles X, está a punto de aterrizar, el deseo de muchos jugadores es poder disfrutar de este género en las consolas de Nintendo. Ya no solo atendemos a razones técnicas o la complejidad a la hora de llevarlo a Wii U, principales razones por las que la sobremesa acusa esta carencia al no poder alcanzar los mínimos exigidos por las desarroladoras, sino a la necesidad de toda consola de poder disfrutar de estas principales superproducciones, adoradas por los jugadores. Los juegos de mundo abierto, sus posibilidades y libertad que ofrecen al jugador están de moda, y toda empresa de la industria que cuente con una consola en el mercado siempre anhela con disponer de estos juegos, sean exclusivos o multiplataformas, en su catálogo.
¿Veremos futuras entregas dentro de este género creadas por la compañía? The Legend of Zelda es el primer paso, quién asegura que no veremos la transformación de otras de sus franquicias como Metroid que se internen en esta realidad de colosales amplitudes. ¿Crees que Nintendo debe replantearse la creación de nuevas entregas, franquicias o la transformación de series para acoplarse a los gustos de los jugadores actuales y adaptar su característica realidad al mundo abierto? No dudes en dejarnos tu opinión.