[Análisis] ‘The Swindle’ (eShop Wii U)
Año 1849, un Londres steampunk, Scotland Yard activará en 100 días un sistema de vigilancia inteligente llamado “El basilisco del demonio”. Si este proyecto se completa, tu carrera como ladrón se acabará para siempre.Así comienza este título de sigilo y acción para la eShop de Wii U, The Swindle. Por su presentación puede recordar a otros juegos indie como Spelunky o Stealth Inc. 2, pero los ingredientes que lo componen pondrán la paciencia al límite de más de uno.
Tabla de contenidos:
Un juego steampunk de delitos cibernéticos
Esos 100 días que tenemos para llegar al escondite de “El basilisco del demonio” representan tanto nuestras vidas como nuestros intentos para llevar a cabo todos los golpes y robos con los que conseguir dinero y experiencia. Pero, ¿qué pasa si fallamos un golpe o nos encontramos con un nivel imposible de superar? En ambos casos, un salto mal dado sobre una fosa o un sólo golpe de los guardias autómatas supone la muerte permanente del personaje que controlamos, con la pérdida del dinero recolectado en la fase y la experiencia reunida que eso conlleva.
Nada más comenzar estaremos en nuestro zepelín, a modo de base secreta, al que podremos volver después de cada golpe. Allí usaremos el dinero robado para comprar las mejoras que tanta falta nos hace y la primera de ellas es imprescindible para acceder a los terminales con los que robar más dinero y desactivar explosivos enemigos: el pirateo de terminales. Lástima que el juego no nos lo diga tan claramente, pues los tutoriales para aprender a manejar nuestro personaje se cuentan con los dedos de una mano.
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Y es que en The Swindle la dificultad está a la orden del día. Las mejoras no son precisamente baratas y muchas son tan necesarias como el pirateo si queremos robar la mayor cantidad de dinero posible en los niveles generados aleatoriamente. Tenemos un total de 6 niveles de dificultad empezando por el cero en los Barrios Bajos y creedme, no son un paseo pues cuantos más días pasen más obstáculos aparecerán.
Herramientas y mejoras, el kit del ladrón steampunk
Si muere el ladrón que manejamos pasaremos a usar otro totalmente distinto pero manteniendo las herramientas y mejoras que hayamos comprado. El equipamiento básico consta de una simple porra con la que noquear a los robots y romper las ventanas del escenario y la clásica habilidad de salto de pared, imprescindible para escalar tanto el interior como el exterior de los edificios. Pero más importante que eliminar a los enemigos son las mejoras para aumentar el número de saltos, la habilidad de agarrarnos a la pared, evitar la muerte por caída, bombas con las que destruir muros y robots, teletransporte para traspasar determinadas superficies… ¡E incluso una interferencia que nos ayudará a retrasar el proyecto de “El basilisco del demonio”!
Nada de esto es barato, serán muchos los golpes que debamos dar para mejorar a nuestros ladrones y comprar el acceso a los siguientes niveles de dificultad, pues solo así conseguiremos robar más dinero con un solo pirateo. Y si al principio parece fácil por unos robots bastante despistados a los que no nos importará destrozar por el simple placer de hacerlo, en los siguientes niveles no daremos crédito a la cantidad de medidas anti-ladrones que pulula por toda la fase.
Es por ello que este juego combina de gran manera el sigilo y la acción, pues si una cámara o un robot nos detecta, lo cual es fácil de ver por una franja amarilla que delimita su campo de visión, saltarán las alarmas, los ordenadores empezarán a reducir el dinero que podemos robar y los robots recogerán los billetes y sacos dispersos por el suelo. En momentos como esos debemos decidir si es mejor huir o intentar robar un poco más antes de que llegue la policía robótica, mucho más resistentes y habilidosos que el resto de centinelas. Cuanto más rato tardemos en volver a nuestra cápsula de escape, aumentará la cantidad y agresividad de los policías. Si veis una nave aérea armada con una gatling arrasando todo el escenario, rezad lo que sepáis.
Evidentemente, podremos robar el 100% de la fase sin saltar las alarmas si tenemos la habilidad y paciencia suficientes. Si los controles por defecto nos resultan incómodos podremos modificarlos a nuestro total antojo o usar el Mando Pro de Wii U. En cualquier caso, muchas veces una retirada a tiempo será mejor que arriesgarse por 8 míseras libras y perderlo todo, y es que si no estamos equipados y preparados para robar “El basilisco del demonio” antes de 100 días… Game over. Todos nuestros avances se perderán y tendremos que empezar desde el principio.
¡Desde aquí se ve el Ojo de Londres!
Tanto el diseño de la ciudad, decorados y personajes derrochan un estilo cartoon steampunk que puede no gustar a todo el mundo. Cierto es que, dado que los niveles se generan de manera aleatoria, terminaremos cansados de ver los mismos decorados y muebles. Y aunque no habrá dos robos iguales, será frecuente ver cómo se repiten algunos módulos y fragmentos. Por suerte, cada nivel de dificultad tendrá una temática diferente que afectará tanto al diseño de los edificios como a los tipos de enemigos y la música.
Mientras seamos sigilosos oiremos una melodía de tensión bastante pegadiza pero que se tornará repetitiva si no salimos del nivel tras muchos atracos. Si nos descubren, la melodía cambiará por completo, mezclando instrumentos de cuerda, viento y piano con música electrónica. A la rica banda sonora hay que añadir los efectos sonoros de la lluvia sobre el techo y los pitidos de los centinelas. Todo esto acentúa ese estilo steampunk donde el vapor hará funcionar tanto nuestro equipo como los ordenadores que tenemos que piratear.
En conclusión
The Swindle ya está disponible en la eShop europea de Wii U a 14,99€ y en la americana a $12,49. La duración total variará según nuestra agilidad con los mandos, pudiendo terminar el juego en 3 horas o necesitar más de 10. ¡El récord de un usuario fue completar el juego con el primer ladrón con sólo 30 atracos!
Este título multiplataformas apenas tiene diferencias o mejoras respecto al resto de consolas. Por un lado tenemos el modo off-TV siempre activado en la pantalla del GamePad pero por otro perdemos los logros y trofeos que tienen el resto de versiones. Y, por desgracia, algunos fallos y bugs siguen presentes en la versión de Wii U: paredes que no nos protegen de los robots que hay al otro lado, cuelgues puntuales de la consola, un control no tan preciso como debería ser, decorados en el fondo que aparecen y desaparecen según nuestra posición… Hay que aclarar que algunos fallos son puntuales, pero los cuelgues al acabar un golpe o al detonar una mina son más comunes.
Estamos ante un juego con una dificultad algo elevada desde el principio. Los niveles generados aleatoriamente pueden hacer que el siguiente atraco sea un paseo o una mazmorra ridículamente infranqueable, pero según el creador, esto no es un fallo del juego. Armaos de paciencia y nervios de acero si queréis hacer frente a esta aventura de sigilo y acción, u os quedaréis en paro tras 100 días.