[Opinión] Nintendo, la tercera en discordia

Los últimos movimientos de Nintendo parecen desagradar a sus consumidores. Lo cierto es que la situación de la compañía es bastante incierta.

Las cifras económicas no pasan por su mejor momento. Puede que simplemente se trate de una pequeña coyuntura, aunque también es cierto que puede ser el primer tropiezo de una auténtica hecatombe.

En lo que a los títulos lanzados se refiere, se ha confeccionado un catálogo de calidad que, sin embargo, no acaba de convencer al gran público. Su división de consolas portátiles cumple más o menos su cometido. Cuando hablamos de Wii U, la cosa cambia.

Supone así un claro fracaso tras la exitosa Wii. Una sobremesa con poco apoyo, un marketing desastroso y una publicidad que brilla por su ausencia. Dejada a su suerte, vaga tímidamente por las tiendas de videojuegos, siendo devorada poco a poco por el polvo.

La gran N tenía en sus manos la posibilidad de repetir la fórmula mágica que le permitió llegar a la cabeza de las listas de ventas. Sus personajes propios no han sabido adaptarse al paso del tiempo, convirtiéndose en caducos iconos que protagonizan, una y otra vez, juegos con pequeñas mejoras que resultan insípidos para quién haya probado títulos anteriores.

Aunque el panorama se presente aciago, la compañía nipona guarda aún una bala en la recámara. Sí, se trata de NX. Un proyecto envuelto en un aura de misterio desde que fue mencionado por primera vez. Nadie parece saber de que se trata. Lo que sí esta claro es que con la posible llegada de un nuevo hardware, Wii U comienza su lento naufragio. Quienes confiaron en Nintendo seguramente sientan que su expectación por nuevos juegos o entregas para su consola, ha prendido como la pólvora después del anuncio de tan enigmática maquinación.

La entrada de Nintendo en el mercado móvil no supone ningún aliciente. Simplemente es una «aventurilla» emprendida para recuperar viejos adeptos y atraer a nuevos clientes.

La estrategia de Nintendo puede resultar decepcionante, incluso despiadada, para quienes pusieron su dinero confiando en una compañía que parece no saber tratar al consumidor. La avidez monetaria parece apoderarse de la empresa, una empresa carcunda y tradicional incapaz de volar grácilmente entre los vientos de cambio.

Los desengañados buscarán consuelo en los brazos de Sony y Microsoft, quienes claramente han sabido dejar en jaque a Nintendo, la eterna tercera en discordia.

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